Revolución, Resistencia y Memoria
Patrimonio de la Humanidad
Xabier Peñalver. Txalaparta 2022.
México. (y 3)
-Polyfórum cultural Siqueiros, en Ciudad de México.
La construcción del edificio se inició en 1966 en la avenida de los Insurgentes de la capital Mexicana, inaugurándose en 1971. Sus arquitectos fueron el muralista Siqueiros, Rosell de la Llama, Álvarez Ordoñez y Mikelajáuregui. En su exterior muestra doce paneles con representaciones. En la parte interior cuenta con el Foro Universal, el Espacio Arte Emergente (EAE) y una sala de teatro. El espacio del foro contiene el gran mural La Marcha de la Humanidad en América Latina hacia el cosmos, obra de Siqueiros de 8.000 m2 de superficie, y dispone de un sistema de piso giratorio para poder contemplar esta obra. Hoy se realizan en este edificio actividades de tipo cultural, político y social.
David Alfaro Siqueiros, nacido en 1896 en Camargo, fue uno de los muralistas más prestigioso de México; combinó en su obra la tradición popular mexicana con el surrealismo y el expresionismo, asociando el socialismo revolucionario con la modernidad tecnológica y realizando un trabajo innovador y experimental. Este militar de la Revolución mexicana tuvo en las culturas precolombinas y en el tema social dos de las grandes guías de sus trabajos. Su afiliación al Partido Comunista de México, la participación en la creación del Sindicato de Artistas, además de su progresiva oposición al Gobierno, le supuso no recibir encargos a partir de 1924 dedicándose plenamente a la actividad política. En 1930 pasó varios meses en la cárcel por participar en una manifestación del Primero de Mayo; intervino en la guerra civil española del lado republicano; pasó destierro en Chile entre 1940 y 1944; y fue nuevamente encarcelado durante cuatro años en 1960. Al salir de prisión realizó su gran obra, La Marcha de la Humanidad.
-La Tallera. Proyecto Siqueiros, en Cuernavaca.
La Tallera o casa estudio de David Alfaro Siqueiros abre sus puertas en la calle Venus y es un espacio-taller de grandes dimensiones para el muralismo en donde los andamios móviles, las máquinas, los laboratorios de química y fotografía son la base para generar creaciones. El pintor habitó este lugar durante los diez últimos años de su vida, y lo donó al pueblo mexicano. Hoy es museo y recinto cultural.
El complejo fue ideado por Siqueiros ya en 1920 y fue realizado en 1965, siendo restaurado en 2010 por Frida Escobedo. Se le considera una obra de gran valor innovador. La relación entre el arte y la política, el carácter público, la investigación y experimentación y la transmisión del legado de Siqueiros son los ejes centrales de este destacado centro. El genial creador de murales mexicano murió en Cuernavaca en 1974.
-Plaza de las Tres Culturas. Monumento a las Víctimas de la Matanza del 2 de octubre de 1968, en Ciudad de México.
La plaza de las Tres Culturas, ubicada en el centro de la capital mexicana, cuenta en su entorno con elementos construidos correspondientes a tres culturas muy distantes en el tiempo: la de Tenochtitlán, la española y la mexicana. En este lugar se levanta desde 1993 un monolito en el que se rinde homenaje a los asesinados en la matanza del 2 de octubre de 1968. Bajo un grupo de palomas está escrita la palabra “…adelante” y, bajo ella, “A los compañeros caídos el 2 de octubre de 1968 en esta plaza”, añadiendo los nombres de los fallecidos conocidos.
En 1968, en torno al Consejo Nacional de Huelga (CNH) se agruparon estudiantes de varias universidades, profesores, amas de casa y trabajadores reivindicando la libertad de los presos políticos y más libertades políticas y sociales. Fueron reprimidos constantemente por el Gobierno, que el 2 de octubre llevó a cabo una gran matanza en esta plaza mediante los paramilitares, la policía secreta y el ejército. Cargaron a tiros contra una gran manifestación. El balance de civiles muertos oscila entre los 250 y los 1.500, resultando difícil el recuento ya que fueron retirados en camiones de basura y quemados posteriormente. Los detenidos fueron miles. Con posterioridad se conocieron las conexiones de la CIA con esta matanza. Este gran movimiento social era una continuación de otros acontecidos en el país a lo largo de los años 50 y 60.
En el monolito levantado en la plaza, tras los nombres de los muertos identificados hay escrito un texto:
“¿Quién? ¿Quiénes? Nadie
al día siguiente nadie /
La plaza apareció barrida; /
los periódicos dieron como noticia
/ principal el estado del tiempo /
y en la televisión, en la radio, en el cine /
no hubo ningún cambio en el programa /
ningún anuncio intercalado /
ni un minuto de silencio en el banquete /
(pues prosiguió el banquete)”.
-Museo de la Revolución en la Frontera, en Ciudad Juárez.
Se ubica en el edificio del siglo XIX conocido como la Ex Aduana, entre las avenidas 16 de Septiembre, Benito Juárez, Vicente Guerrero y Francisco Villa. El Centro Aduanero se inauguró en 1889 y en él tuvieron lugar acontecimientos importantes para la historia mexicana. Tras dejar su función de aduana en 1965 y estar cerrado 20 años, sufrió diferentes intervenciones hasta convertirse en la sede del museo. Un anteproyecto presentado en 2007 ponía de relieve los sucesos revolucionarios acaecidos en el país y el papel jugado por la Ciudad de Juárez en los mismos. El museo se inauguró en 2010 y un año después se reconvirtió en Museo de la Revolución en la Frontera, coincidiendo con el centenario de la Revolución mexicana.
El edificio cuenta con 12 salas de exposición permanentes y una para exposiciones temporales, repartidas en 1.000 m². Los abundantes materiales se han agrupado en torno a nueve temáticas: El sentimiento nacionalista en la Frontera, La Junta organizadora del Partido Liberal Mexicano y la transición al anarquismo, El triunfo del Maderismo, La radicalización de la lucha, Pancho Villa, La Revolución de la Mirada, La Frontera como escenario, Imaginarios y La Aduana Fronteriza. Asimismo dispone de un auditorio y desarrolla talleres para niños y ciclos de cine.