Estados Unidos: Así expolia y masacra.
Agenda
Afganistán 1978-2021
El fracaso de la ocupación de EEUU y su expulsión del País
-I de II-
En 1978, siendo Afganistán una monarquía islámica, llegó al poder el Partido Democrático Popular mediante un golpe de Estado. El nuevo gobierno llevó a cabo la reforma agraria, inició una campaña de alfabetización, separó la religión del Estado, promovió la igualdad de la mujer y pasó a controlar el 51% de las principales empresas del país. Asimismo dieron comienzo las relaciones comerciales y económicas con la URSS y se firmó un Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación entre los dos países.
A todos estos cambios se opusieron las organizaciones islámicas, particularmente fuertes en las zonas rurales. Que el Estado y la educación fueran laicos; que las mujeres tuvieran iguales derechos que los hombres, generó un fuerte rechazo entre los más religiosos, acusando al nuevo gobierno de“ateo” e “infiel” y, lo más importante, la reforma agraria desposeía a los propietarios feudales de sus extensas propiedades, la mayoría de ellas dedicadas al cultivo del opio. Desde principios de los 70, se habían ido formando las milicias extremistas islamistas, compuestas por muyahidines, “los que hacen la yihad” es decir, la “guerra santa”. EEUU vio en estos grupos islamistas, las fuerzas capaces de derrotar al nuevo régimen democrático-popular sin que ellos tuvieran que intervenir directamente, al tiempo que se establecía en la frontera sur de la URSS, una primera base del proyectado cerco político-militar.
Además de la ayuda de la CIA, los muyahidines también recibieron apoyos de Pakistán, Reino Unido e Israel. Se estima que 35.000 musulmanes extranjeros de 43 países diferentes fueron reclutados como mercenarios y entrenados por la CIA para su participaron en la guerra. Desde Pakistán, vía radio y papel, se difundía propaganda anticomunista y pro-islamista. Un año después, el Consejo Revolucionario de Afganistán solicitó la intervención militar de la Unión Soviética para hacer frente a estos grupos islamistas y los planes imperialistas. El Consejero de Seguridad, Brzezinski, años después manifestó: “No presionamos a los rusos a intervenir, pero incrementamos a propósito la probabilidad de que lo hicieran… Esa operación secreta fue una idea excelente. Tuvo el efecto de atraer a los soviéticos hacia la trampa afgana… El día que los soviéticos cruzaron la frontera, escribí al presidente Carter: ‘Ahora tenemos la oportunidad de darle a la Unión Soviética su guerra de Vietnam’.”
En septiembre de 1989, se produjo la retirada de las fuerzas soviéticas de Afganistán, dejando al país sumido en una guerra civil entre las diversas facciones. El gobierno popular, sin el apoyo de la URSS, no tardó en caer. En 1992, los talibanes (uno de esos grupos islamistas) conquistaron Kabul e impusieron en Afganistán un régimen teocrático islámico, basado en una versión feudal del islam.
En 2001 se produjo el derrumbe de las Torres Gemelas. Desde el primer momento se atribuyó su autoría a la organización islamista Al Qaeda, en supuesta respuesta a las agresiones que los países musulmanes venían sufriendo por parte de los EEUU. Pero que Osama Bin Laden, antaño entrenado y financiado por la CIA para combatir a los soviéticos en Afganistán, apareciera liderando una organización de “fanáticos terroristas”, cobra todo sentido cuando vemos a los EEUU tomar tal ataque terrorista como justificación para desatar la ofensiva mundial que planeaban para afianzar su hegemonía. … /…
Continúa el 17 de noviembre.