TOPAS. 2 Agosto 2015
Con esta (carta) te contesto a la que retuvieron porque la información que me enviabas (sacada de internet) no tenía depósito legal. Posteriormente se retractarían de ello a través de un breve escrito del director en el que señalan «advertido error en la retención, se procede a entregarle a usted la citada carta»
En fin que se trata de una cuestión un tanto extraña que me imagino que tendrá relación con la queja que le envié al juez de vigilancia penitenciaria.
Los susodichos escritos son menos voluminosos que los que me enviaste en otras ocasiones y bastante parecidos en contenido, aunque quizás estén más centrados en la denuncia de algunos de los casos de casos de camaradas que fueron asesinados a tiros en distintas emboscadas de la policía o guardia civil, o los que asesinó en París el llamado Batallón Vasco-Español, así como la muerte de Crespo Galende en huelga de hambre. Y ni que decir tiene que me parece muy positivo e importante continuar denunciando periódicamente estos crímenes, para que los trabajadores recuerden o se enteren por primera vez de lo que fue la llamada por el régimen modélica transición «a la democracia». Las últimas investigaciones ya cifran en 600 los asesinados por las fuerzas policiales y los grupos parapoliciales en todo tipo de circunstancias desde el 76 al 86.
A través del abogado ya conocía que a David Garaboa le había descontado 6 meses y 5 días de cárcel. Lo que no sabía es que esa condena se la hubiesen puesto por no pagar la multa que le impusieron por denunciar las torturas las cinco veces que pasé por esas casas, y la cosa no prosperó en ningún caso. Ni siquiera en la primera vez que iba tan machacado, que al llegar a la puerta de la cárcel, el funcionario aviso al director y este, al verme, dio orden de que me viese inmediatamente un médico forense. Me comentó que lo hacía por precaución, para que no se pudiese sospechar que me habían torturado en la cárcel, y es probable que temiese la gravedad de mi estado. Tardé varios meses en poder andar con normalidad por las heridas que me hicieron en la planta de los pies, golpeándome con una porra. no se si conocerás el caso de un simpatizante del partido de Alcalá de Henares, llamado España Vivas, que murió a causa de las torturas que le hicieron en comisaría, aunque no recuerdo la fecha. Volviendo a mi experiencia, mi peor momento fue, sin duda, en la comisaría de Oviedo cuando me amenazaron con llevar allí y torturar a mi padre delante de mí, si no les decía una determinada cuestión. Y este no tenía nada que ver con mi militancia.
Como se comenta en el propio escrito que me enviaste la realidad es que, no solo no fueron depurados los torturadores en la reforma, sino que les ascendieron en el escalafón y les concedieron medallas al merito policial. Y claro que en cuanto ellos vieron que estaban bien respaldados, se afanaron en la tortura si cabe con más saña aun.
No es extraño, por lo tanto, que en la actualidad esta lacra criminal se siga dando de forma sistemática. Según señala la coordinadora para la prevención y denuncia de la tortura, en el año 2013 fueron 527 personas las que denunciaron haber sido torturadas por funcionarios de los cuerpos de seguridad del estado. Claro que, solo si tenemos en cuenta que lo habitual a la hora de denunciar es que suceda lo que nos pasó a David y a mí, nos podremos hacer una idea real del verdadero volumen que tiene la práctica de la tortura. Por otra parte, la misma coordinadora remarca también que en el mismo año 2013 se produjeron nada menos que 47 muertes bajo custodia policial, y que en lo que va de siglo ascienden a 583. Pero, como bien sabemos, la repercusión de estos datos en los llamados medios de información del régimen es mínima. En ese sentido se puede hablar de silencio y de complicidad para justificar la práctica de la tortura, pues únicamente señalan que tan solo se trata de casos aislados o incluso, que han sido las propias víctimas las que se han autolesionado, etc.
No obstante, la clave de esta práctica llamada ley antiterrorista que ha venido permitiendo el total aislamiento de los detenidos, en principio durante 13 días y, en los últimos años durante 5, que pueden ser prorrogables hasta diez si lo solicita la policía.
En función de esta ley especial, a varios miles de personas detenidas por supuesta relación con el llamado «terrorismo» se nos ha impuesto grandísimas condenas de prisión en base a las declaraciones que la policía nos ha forzado a hacer mediante la tortura. Y en algunos casos han sido suficientes las sospechas policiales. ¿Cómo se puede hablar de democracia en un país donde estas prácticas son cotidianas?
Sin embargo, hace aproximadamente un par de meses que el tribunal supremo de nuestro país ha sacado una resolución señalando que, en el futuro, las declaraciones de los detenidos ante la policía «no constituirán prueba suficiente para condenarles» Una norma que desde hace bastante años viene siendo impuesta por tratados de justicia internacionales. ¿Por qué da este giro el tribunal? seguramente que por las denuncias que viene recibiendo el Estado español por este asunto a nivel internacional, y porque ya hace tiempo que tienen más difícil poder justificar la anterior práctica con la excusa del «terrorismo». pero es realmente inadmisible que mientras en realidad vienen a reconocer que en España a los presos políticos se nos ha estado condenando a prisión mediante la aplicación de la tortura, por otra parte no actúen en consecuencia anulando de inmediato las injustas condenas que nos han impuesto. Así que la cosa es denunciar todo este atropello a pie de calle, y desarrollar por todas partes el movimiento a pie de calle, y desarrollar por todas partes el movimiento por la amnistía, que como se refleja en las informaciones que me envías, va resurgiendo y tomando fuerza poco a poco.
Bueno, a corto plazo no cabe duda que el problema más gordo que tener el estado son las elecciones plebiscitarias convocadas en Cataluña, en el propósito de que sirvan de referéndum de autodeterminación y puedan conseguir la independencia. Es evidente que no les va a resultar nada fácil a los catalanes alcanzar esas legítimas y democráticas aspiraciones porque el régimen, como ya estamos viendo, utilizara todo tipo de maniobras, amenazas y la represión para evitarlo. Pero también hay que tener en cuenta que el solo hecho de la convocatoria ya supone un gran paso adelante.
Y el propio proceso de lucha viene dejando cada vez más claro que es la clase obrera y popular la que está al frente y no cejará su empeño hasta conseguir sus propósitos.
También creo que será muy importante que el partido y los colectivos de apoyo a los presos políticos llamen a la unidad y la solidaridad de los trabajadores de todo el estado con la lucha del pueblo catalán. No podemos pasar que esa batalla está suponiendo una gran aportación para avanzar en la conquista de los derechos democráticos en el conjunto del territorio estatal, y para debilitar al régimen fascista.
En este caso concreto, siguiendo las enseñanzas de Marx y Lenin, también es justo y necesario que los comunistas llamemos al pueblo catalán a votar por la independencia. Lo que debilitara al estado terrorista y favorecerá la lucha por las libertades y el socialismo en todas las nacionalidades.