Traducción del comunicado leído tras la manifestación por la Amnistía el 18 de noviembre en Bilbo
Para empezar, queremos daros cuenta de una noticia que acabamos de conocer: el refugiado político vasco Javier Pérez de Nanclares ha fallecido hoy en México. Este militante político ha muerto sin poder regresar a Euskal Herria. Nuestras condolencias a la familia. Agur eta ohore Javier!
En la clandestinidad, en la deportación, en la cárcel y al final presa en casa. Así ha pasado Belén la mayor parte de su vida, entregada a la lucha por la libertad. Anteayer tuvimos noticia de su muerte, la mantuvieron presa hasta el último aliento creyendo que la harían arrodillarse, pero hasta el último aliento ha permanecido en pie y firme ante el enemigo. Agur eta ohore Belen!
La muerte de Belén, la segunda de una presa política en lo que va de año tras la de Kepa del Hoyo, nos lleva a mirar irremediablemente a la situación del resto de presos enfermos. Los Estados se mantienen en un intento claro por acabar con quienes mantienen en prisión y un buen ejemplo de ello es el caso de Ibon Iparragirre. Su cuerpo está prácticamente sin defensas, puede morir en cualquier momento, y a pesar de todo, un juez fascista le sigue manteniendo preso.
Sin embargo, lo que hay detrás de esta crueldad no es el simple hambre de venganza como erróneamente se dice a menudo, sino el deseo de atemorizar a todo un pueblo y el intento de obtener el arrepentimiento de los presos y presas políticas. Es la utilización de la violencia con fines políticos más maquiavélica, esa que se aprovecha de la enfermedad para chantajear. “Arrepiéntete o muere”, eso es lo que les están poniendo sobre la mesa a los presos enfermos, como ya denunció Aitzol Gogorza el pasado mes julio. Les gustaría demostrar mediante esos deseados arrepentimientos que los Estados son invencibles. Quieren mandarnos el mensaje de que luchar no vale la pena.
Por el contrario, el Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión quiere volver a hacer un llamamiento a la lucha. Ante casos como estos no es suficiente buscar la comprensión humana de la sociedad, sino que debemos sacar al pueblo de la comodidad burguesa. Tenemos que convertir las calles en un hervidero si queremos que estos militantes políticos vuelvan a casa vivos. La organización, la determinación y la lucha serán la llave de las cárceles.
Igualmente, la situación de Catalunya nos demuestra que no es cierto que por medio de vías pacíficas cualquier proyecto sea realizable, a pesar de que en Euskal Herria hayan estado repitiendo durante años esa mentira. Siguiendo esa misma lógica, podemos afirmar que a los luchadores y las luchadoras vascas no les han aplicado la represión porque en un momento determinado utilizaron la violencia, sino precisamente por enfrentarse a la violencia de los Estados imperialistas.
Son muchos los que con el encarcelamiento de los miembros de Omnium, de la ANC y del Govern han dicho que “ahora” el Estado español tiene presos políticos, a pesar de que hasta “ahora” han mirado hacia otro lado ante la existencia de los cientos de anarquistas, comunistas e independentistas a los que mantienen en la cárcel. A ellos y ellas queremos dirigirnos para decirles que desde hace más de 80 años no ha habido ni un solo día sin presos políticos en el Estado español, y que es un problema de todos y de todas la consecución de la amnistía total.
Los presos, refugiados y deportados políticos están sufriendo represión, concretamente por hacer frente a esos Estados de los que poca gente hoy duda que sean fascistas. Con métodos, puntos de vista y objetivos distintos, pero a favor de los mismos mínimos democráticos por los que luchan los nuevos presos políticos.
Por todo lo dicho, es más necesario que nunca apoyar y fortalecer la lucha a favor de la amnistía. Queda más claro que nunca que mientras dure la lucha por la libertad, el enemigo seguirá creando nuevos presos y presas políticas, y que no hay más que dos maneras de vaciar las cárceles: ganar o ceder.
Porque la lucha de hoy será la victoria de mañana, jo ta ke irabazi arte!
Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión.