Memoria Histórica:
-Los cargos aristocráticos, siempre con el opresor, en el frente de batalla
«Quiero hacer también una mención especial a la aristocracia española, que quizá como pocas veces en la historia de España está cumpliendo ahora su misión de ejemplaridad de forma admirable”. Generalísimo Franco.
El fascismo le estaba muy agradecido a la aristocracia española por su participación en el golpe de Estado, la guerra y la posterior represión, sobre todo en las amplias superficies de tierra que ellos poseían tras siglos de espolios y esclavismo contra los pueblos y sus campesinos y trabajadores.
Poco antes de la República, entre solamente una docena de marqueses, duques y condes, poseían como propietarios 358.000 hectáreas de tierras. Y casonas, casas de campo y de caza, y semiesclavos para mantenerlos. Otros tantos nobles, sumando barones o vizcondes, poseían otras 160.000 hectáreas. Otro grupo parecido otras 105.000. Y suma y sigue, y las tierras -la gran mayoría no aprovechada, ni cultivada- de una parte importante de España, bajo sus dominios o influencia
Pero además, en el campo bélico, en el trabajo que realizaron en las fuerzas fascistas, en numerosos de sus cuerpos militares, participaron en los frentes de combate algo más de 800 aristócratas en primera línea de fuego contra la República. Otros, por y con su posición, pudieron evitar la incorporación a filas del bando fascista o pasar la guerra en puestos de ningún riesgo o burocráticos de retaguardia. Otros, aportaron enormes cantidades de dinero a los golpistas fascistas. Parte importante de ella, guardada hasta entonces en bancos ingleses. Ese era y es su patriotismo.
Pero los 800 que se incorporaron al bando fascista en “primera línea”, lo hicieron con un odio a todo lo republicano exacerbado, al que acusaban de anticlerical y comunista. De los 90 que murieron en el desarrollo de la guerra contra el antifascismo, la enorme mayoría ostentaban cargos en el Ejército fascista, banderas de Falange, Legión o requetés, y muchos habían sido condecorados por su fiereza contra “el enemigo republicano”.
El campo republicano y popular, no conoció a la aristocracia sino solo por las dos excepciones que desde un primer momento se incorporaron a sus filas con total determinación. Domingo Moriones, marqués de Oroquieta, que fue uno de los coroneles cesado por el traidor Casado en marzo de l939 e Ignacio Hidalgo de Cisneros y López de Montenegro, militante del PCE, general y con vital papel en el capítulo de la guerra aérea contra el fascismo.
En el siglo XXI, y en la actualidad, esta capa parasitaria cuenta con unos 2.200 aristócratas, con títulos que siempre les aportan influencias de alta alcurnia, dinero sudado jamás por ellos, un elitismo proveniente de esquilmaciones medievales y siempre, siempre… virando hacia la derecha golpista y al fascismo… Y salen cada semana en prensa rosa o financiera…