En cartas de Mónica Refoxos Pérez
Desde Jaén II
Referencias literarias
(…) He terminando de leer hace unas semanas “La guerrilla soviética” de Medvedev, una gozada, me he visto combatiendo a los alemanes y los blancos, con los guerrilleros. Ahora ando con “Olga la roja inolvidable” de Ruth Werner, no conocía a esta alemana comunista que acompañó a Luis Carlos Prestes a levantar a la clase obrera de Brasil. Los detuvieron y a ella la entregaron a los nazis alemanes. Me ha gustado una frase al inicio del libro que dice “(…) a veces la paciencia en lugar del apresuramiento es la mejor cualidad de los comunistas, que el método de ridiculizar al contrario no sirve de gran ayuda y que la discusión solo puede convencer si se poseen profundos conocimientos, a poder ser en varios campos”.
(…) Hace unos días, fue el día de la mujer trabajadora, insisto, trabajadora, pues ya le escuché a una periodista que era el día de la mujer a secas, como dejando bien claro que todas somos iguales, que no hay diferencia de clase ninguna, centrándose sobre todo en el machismo que nos afecta a todas por igual. Pero me llamó la atención que incidiese en ese detalle de que no era el día de la mujer trabajadora, por algo será ¿no? Pero a lo que iba, cuando la oí me vino a la cabeza otro relato de un libro en galego, sobre una maestra republicana que gracias al informe del párroco fue fusilada, te paso las notas de este cura
«Era tan mala, irascible y roja, que hubieran de fusilarla en los primeros momentos los Nacionales por el peligro que constituía. Con las niñas se situó en la puerta mayor y todas en grupo cantaron himnos de la anti patria. A sus alumnos inculcaba todo lo contrario a la civilización. Hizo labor antirreligiosa y antipatriótica. Asistía y dirigía reuniones cuyos elementos eran subversivos. Su amistad con personas sospechosas moralmente, hacía dudar mucho de su vida. Despreocupa del cumplimiento de su deber, asistía a la escuela cuando otros menesteres no se lo impedían. Ignoro lo que sus alumnos hayan podido aprender en orden a la formación intelectual; lo que sí puedo afirmar con todos los caracteres de la realidad, que las alumnas que ha tenido llevan en su frente el estigma rojo, que únicamente les desaparecerá con la muerte. Entregada en cuerpo y alma al Frente Popular, laboró con entusiasmo y tenaz perseverancia por el triunfo de sus principios. Su ejemplo público era detestable. No ha vivido con dignidad al menos externa…”
Pasados dos años de su asesinato en el 38, en un periódico se le exigía que se reincorporase a su puesto de trabajo mientras le hacían un expediente de depuración y concluyeron: “El fusilamiento de la expedientada guarda estrechísima consecuencia con la información obrante en el expediente, especialmente con lo aseverado por el Sr. Párroco. Esta comisión, por unanimidad, acuerda proponer a la Superioridad que se resuelva este expediente como si la expedientada viviese, y por tanto la separación del servicio de la enseñanza, para los efectos administrativos, de la que fue Maestra de la Escuela de Miño nº2, Dª María Vázquez Suarez”.
Ni aún habiéndola asesinado la dejaron tranquila.
(Cartas recogidas en el cuaderno nº 7 de, “Los presos nos escriben y opinan”)