1931-1939. Pluma pincel palabra. Al servicio de la cultura popular
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Teatro en Tiempos de Guerra
Extractos de “Un teatro del Ejército”, en “La revista del
Combatiente”, publicación del Frente Popular.
«En otra ocasión nos dirigimos a los combatientes dando algunas orientaciones sobre el teatro que conviene hacer. Hoy, que vemos como algunas unidades han comprendido las necesidades teatrales del momento, y ponen en práctica –con más o menos acierto– algunas de aquellas indicaciones, queremos detenernos más en el tema y ampliarlo.
«En el teatro nuestro –decíamos– se ha de reflejar el momento que se vive, con la diafanidad de lo que, por sencillo, eleva el sentido espiritual del que escucha y contempla… Poca o mucha tramoya. A ser posible, la indispensable…»
Aquí se condensa todo lo que hoy queremos decir sobre nuestro teatro. Es hora ya de que todas las unidades –de batallón para arriba– se esfuercen en reunir un grupo de combatientes capaces de cambiar a ratos el fusil por el “papel”, dispuestos a proporcionar unos momentos de expansión a sus camaradas.
“Cuadro artístico”, “Guerrillas de teatro”, “Grupo artístico”… El nombre es lo de menos. Lo que interesa es que se tome con calor, y se acierte en la orientación y dirección del mismo.
(…) Temas, los hay a montones… “Breve teatro político antifascista”, para el recreo y la educación del combatiente. Esta es la más justa y clara definición del teatro que queremos posean todas las unidades… Tenemos que hacer desaparecer totalmente de los escenarios nuestros, ese teatro sentimental y sensiblero, reaccionario y viejo, que todavía se padece en multitud de sitios. «Un teatro –como decía García Lorca– que no recoge el latido social, el latido histórico, el drama de sus gentes y el calor genuino de su paisaje y de su espíritu, con risa o con lágrimas, no tiene derecho a llamarse teatro, sino sala de juego o sitio para ‘matar el tiempo’. Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, esta moribundo».
Nuestras “guerrillas artísticas” deben ser totalmente formadas a base de elementos de nuestras unidades (…) Debe estimularse al combatiente para que escriba obritas como las que hemos señalado, abriéndose concursos, otorgándose premios a los mejores, etc. No sólo para el soldado, sino para el oficial, el jefe y el comisario… Todos deben aportar ideas, iniciativas, y obras a estos concursos. Obras pequeñas, breves, de un contenido político propio del momento. Tanto como una charla o conferencia política valdrá una buena lección dada desde el escenario, utilizando una de estas obras de urgencia; así habremos abierto el trabajo político del comisario un campo ilimitado, habremos puesto en sus manos un magnifico aparato de propaganda y de educación social y política de una eficacia extraordinaria.»
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-Multitud de publicaciones políticas, culturales, juveniles, obreras…