Torturas:
-El torturador continuo, y con paga
«No no, Billy el Niño no fue un torturador franquista. Billy el Niño siguió torturando hasta los años 80 y no, no es el último torturador, en las cárceles del Estado español se sigue torturando.
No no, los presos políticos no son todos catalanes independentistas. Desde el año 39 nunca ha dejado de haber presos políticos en las cárceles españolas. Hablamos del camarada Arenas, de Arango, García Blanco, de la compañera Baños, de Paco Cela, de Alfon … De compañeras muertas, asesinadas por la desatención médica en las cárceles, como la compañera Aparicio, como el compañero Kepa del Hoyo. No no, en el Estado español nunca ha habido democracia. Esta democracia burguesa no es más que la forma externa de la dictadura del capital, no es más que muerte, fraude, robo, imposición, abuso e injusticia. No no, cambiar de sujeto no cambia el sentido de esta oración».
Cristina Tous, en redes.
-Un torturador dirigiendo la UCO
Un torturador, el coronel Manuel Sánchez Corbí, dirige la UCO de la Guardia Civil y España acumula otras ocho condenas por no haber investigado las torturas y malos tratos.
Esposado y con una venda en los ojos. No sabe adónde le conducen, pero sí alcanza a imaginar lo que pronto va a suceder. Un escalofrío recorre su cuerpo mientras el terror se apodera de sus pensamientos. El coche finalmente se detiene. Un descampado, en plena noche. Recibe el primer golpe, sin que medie palabra alguna. Le desnudan, le humillan y le siguen golpeando. Semiinconsciente ya, aun si quisiera, no podría responder a las preguntas que acompañan a la lluvia de golpes que está recibiendo. Quieren información. Una hora. Tal vez dos. O quizás apenas hayan sido treinta minutos. No lo sabe, pero sí alcanza a entender que quienes le torturan quieren más. Como si fuera un mero despojo desprovisto de cualquier resto de humanidad, le arrastran por aquel suelo de tierra y piedras hasta que pierde la consciencia. De todo lo sucedido aquella noche, sin embargo, no hubiéramos sabido nada si no existiera un detallado informe forense que da cuenta de todo el dolor que aquella noche experimentó Kepa Urra, detenido y condenado por cooperar con ETA.
La minuciosa descripción de aquellos daños fue la prueba de cargo más importante para que la Audiencia Provincial de Vizcaya condenara a tres guardias civiles (el capitán Manuel Sánchez Corbí, el alférez José María de las Cuevas y el agente Antonio Lozano) a cuatro años y medio de prisión además de a seis de inhabilitación. Apenas once meses después el Tribunal Supremo redujo la condena a un año, aunque mantuvo los seis de inhabilitación. Justo después el Gobierno Aznar indultó a los condenados y permitió que pudieran continuar en la Guardia Civil sin sanción alguna. Manuel Sánchez Corbí es hoy día el jefe de la UCO, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
https://www.elplural.com/andalucia/2018/03/06/un-torturador-dirigiendo-la-uco
Y cuando las pruebas son irrefutables… menos condena que a raperos por cantar, que a jóvenes de Altsasu, que por militancia comunista o independentista…
-Condenas a dos policías nacionales de Arrecife por torturas
Penas de cuatro años y medio de prisión a dos policías por delitos de torturas y lesiones cometidos en la Comisaría de la Policía Nacional
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas de Gran Canaria que condenó a cuatro años y medio de prisión y a nueve años de inhabilitación a los policías de la Comisaría de la Policía Nacional de Arrecife, el agente Airam Pérez González y el subinspector Juan Carlos Gutiérrez Corella, por un delito de tortura en su modalidad de atentado grave a la integridad moral en concurso con un delito de lesiones cometidos contra dos detenidos.
Esa misma sentencia condenó a los hermanos Yari y Nelson Lemes, que fueron agredidos por los agentes, a seis meses de prisión por un delito de atentado en concurso con una falta de lesiones. El Supremo también confirmó la absolución de otros cuatro policías que fueron juzgados por estos hechos ocurridos en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de dicha ciudad el 28 de abril de 2010.
Las condenas de los policías nacionales se refieren a las agresiones que sufrió Nelson Lemes tras su detención. En cambio, se les absolvió de las mismas acusaciones referidas al otro hermano, Yari Lemes, que también sufrió desgarros de retina, tumefacción de la mandíbula o de la pierna derecha, o daños en el oído, de los que tardó 30 días en curar. Sin embargo, no quedó «probado el momento y lugar» en el que se produjeron las lesiones, ni que «fuesen ocasionadas» por ninguno de los policías nacionales acusados.