Lucha Obrera
El 10 de julio se celebró el juicio por el despido de Luisa
despedida por ejercer su derecho de huelga en el sector de Telemarketing
¡Luisa readmisión!
Despido disciplinario en 2016 para Luisa Luque, miembro del Comité de Empresa en Eulen S.A. y la única cabeza visible, en Eulen, de la primera huelga indefinida en el sector de Telemarketing. Esa es la respuesta de una multinacional a un trabajo sindical bien realizado y a una persona que saben que no van a poder comprar con ventajas personales. Claro ejemplo de la realidad de nuestros días.
Luisa Luque tiene un largo recorrido sindical y además de ser miembro del Comité de empresa, lo es del de Prevención y Seguridad Social e impulsó la creación de la sección sindical de Solidaridad Obrera.
Persona non grata para Eulen que le había abierto varios expedientes disciplinarios en estos años, nunca por su trabajo impecable, sino siempre por sus protestas ante el trato discriminatorio y represivo de la empresa, a través de sus mandos. Parece ser que su trabajo sindical, de defensa de los derechos de los y las trabajadoras, era un inconveniente para la empresa.
Coincidiendo con una suspensión por desobediencia a un mando, se da el anuncio de la pérdida del mayor servicio de Telemarketing en Eulen, servicio que se realizaba de atención al cliente para Endesa y donde se perdían 360 puestos de trabajo (de unos 500 aproximadamente).
De los 7 sindicatos que formaban el Comité de empresa (entre ellos obviamente los mayoritarios), sólo las secciones sindicales de Solidaridad Obrera (SO) y del Sindicato de Trabajadores de Comunicaciones (STC), que disponían de 4 miembros de los 17 miembros del Comité, se posicionan claramente, convocando una huelga indefinida que se inició el 3 de noviembre de 2015, finalizando el 30 de noviembre con el despido de 342 trabajadores y sin acuerdo con la empresa.
Luisa fue parte del comité de huelga y, por edad, pudo seguir en Eulen y sigue siendo del Comité. La huelga no agrado a la empresa que se ha dedicado a abrir expedientes contradictorios a las delegadas de las dos secciones sindicales convocantes y ahora pagar a un detective, lo que no le paga a Luisa por su trabajo día a día, para que en un periodo de incapacidad temporal la persiga y relate todo aquello que realizaba y, sin conocer su enfermedad (tal como ampara el artículo 18 de CE’78), considerar que su actividad era incompatible con su situación de enfermedad. Este ataque profundiza los que la empresa ya venía haciendo sobre los miembros del comité y recibió una primera respuesta unitaria de rechazo.
Esta es la injusta realidad, donde empresas con vergonzosos beneficios, no por pequeños si no porque son producto de exprimir a los trabajadores y su fuerza de trabajo, ya no consideran a los trabajadores ni tan siquiera números si no enemigos a los que si no se consigue domesticar se les debe desechar de la peor manera.
El otro lado de la historia no es mejor, de los 342 despedidos, más del 50%, fueron contratados en Atento, la contrata que se adjudicó, a menor precio, el servicio de atención al cliente de Endesa, debido a que un artículo del Convenio obliga a la nueva empresa a contratarlos, eso sí, nuevos contratos de trabajo y sin ninguna protección.
Tal como alertamos en la huelga, en menos de un año han visto disminuidas sus condiciones de trabajo, bajándoles los incentivos y pluses, modificándoles el horario con jornadas partidas de dos horas de «descanso»… Y obviamente con un reguero de despidos que, en el mejor de los casos han finalizado con un pacto por improcedente con indemnización que no llega ni a un salario mensual (unos 500 euros por indemnización para personas con 5 y 10 años de experiencia en ese servicio).
¡¡Han sido despedidas, en los últimos meses, dos veces del mismo servicio y sin causa razonable!!
Eulen, Atento y Endesa tienen inmensos beneficios a costa de exprimir a sus trabajadoras cada vez más, y silenciar a quienes les plantan cara. El despido de Luisa es una sanción a todos los que los enfrentan y tienen el valor de salir a luchar, además de ser aviso a navegantes para el resto del comité de Eulen. No podemos permitirlo: es preciso profundizar la unidad sindical para defenderla como el símbolo que es, y que las trabajadoras lo debatan tanto en Eulen como en Atento para defender los puestos y condiciones de trabajo, así como a las luchadoras que los defienden.
Info en Solidaridad Obrera.