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El Machado republicano y antifascista
Antonio Machado fue republicano y antifascista hasta el final de sus días. Durante años han ocultado este aspecto de su vida y de su obra, presentando una imagen mutilada y falsa del poeta: libros de texto, artículos periodísticos, comentarios e interpretaciones omitieron sistemáticamente la filiación republicana y antifascista de Machado. Esta es la etapa de hoy, brevemente tratamos de rescatar del olvido.
Fue Antonio Machado quien clausuró el Congreso de Escritores en Defensa de la Cultura celebrado en Valencia en 1937, fue presidente de honor del Socorro Rojo Internacional, colaboró con su revista Ayuda, con artículos y poesías. durante el periodo del frente popular lideró la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, fundada en 1933.
La posición de Machado de apoyo a la clase obrera no era nueva. Ya en 1913, en vísperas de la guerra imperialista, escribe El mañana efímero donde, después de dejar constancia de la pervivencia de una España de charanga y pandereta, una España inferior, que ora y que bosteza, descubre también otro país, otras gentes portadoras de futuro.
No solamente expresa una total confianza en el futuro, sino que indica dónde está esa esperanza, que no es otra que la clase obrera. Así, cuando se produce la sublevación fascista, la posición adoptada por Machado no suscita dudas ni ambigüedades de ninguna clase, ya había tomado partido hacía años por la España que nacía, la del cincel y la maza:
«Es el pueblo quien defiende el espíritu de la cultura… Ante esta contienda, el intelectual no puede inhibirse. Su mundo está en peligro. Ha de combatir, ser miliciano. Una muestra espléndida de la militarización de los trabajadores del espíritu es ese ‘Romancero de la guerra’, nutrido por la emoción poética de una juventud que necesita vivir plenamente, y que ha levantado con coraje la bandera de la libertad vinculada al pueblo. Junto al pueblo ha de estar el intelectual. Una obligación inmediata e imperativa tiene todo intelectual: la de ser un miliciano más con destino cultural».
Machado se lamentaba de tener que limitarse a escribir y no empuñar un arma. Por eso le canta a Líster, el comandante COMUNISTA del Quinto Regimiento:
«Si mi pluma valiera tu pistola/ de capitán contento moriría».
En 1937, junto a otros intelectuales y científicos fue evacuado de Madrid hacia Valencia, escoltados por los milicianos del Quinto Regimiento, de allí pasaría a Barcelona. Tras la entrada del ejército fascista en Barcelona, cruzó la frontera por Port Bou; unos días más tarde, el 23 de febrero murió en Collioure, donde continúan sus restos. En el entierro del poeta, seis milicianos evadidos de un campo de concentración portaron su féretro sobre sus hombros.»