Paco Cela Seoane
Cuaderno de relatos
“Aún me sigue enamorando aquel invencible grito”
Capítulo III
No obstante, no vayas a pensar que era un movimiento en continua línea ascendente. No, no, era un movimiento, por decirlo así, que se desarrollaba por oleadas. A períodos de agudización de la lucha de clases, le sucedían otros de aparente regreso a la normalidad y la calma, que el Régimen aprovechaba para exacerbar la represión y extender el terror.
En esos períodos, se incrementaba la actividad de la Brigada Político Social contra Organizaciones clandestinas de la oposición antifranquista, con decenas y hasta centenares de detenidos, de brutales torturas y encarcelamientos indiscriminados.
Lo cual se combinaba con la actuación abierta de grupos falangistas y parapoliciales como los Guerrilleros de Cristo Rey, la Triple A o el Batallón Vasco Español, que lo mismo mataban a tiros a unos jóvenes activistas por hacer una simple pintada, que colocaban una bomba en la revista satírica El Papus o entraban en cines, teatros, bares, etc., y obligaban a la gente a cantar el “Cara el Sol” brazo en alto.
Hasta que todas las condiciones maduraron y, entonces ¡¡BOOM!! Las sucesivas oleadas de la lucha de clases, poco a poco, paso a paso, fueron socavando y minando las agrietadas paredes de la represa del Régimen hasta que, de pronto, saltó por los aires y una gigantesca Riada de Lucha de Clases anegó España de Este a Oeste, de Norte a Sur.
Eso sí que fue una… ¡FIESTA! Como un volcán que entra en erupción, todo lo subterráneo emergió a la superficie, todo lo dormido despertó, todo lo que había estado parado se puso en movimiento. Las calles se inundaron de gente y más gente, riadas de gente. Ardían las fábricas y ardían las universidades y ardían los barrios obreros y populares.
Sin duda alguna, fueron momentos en que se toca y se palpa cómo se produce el punto de inflexión y no es ya que el movimiento desborde los cauces establecidos, es que… ¡literalmente le pasa el Régimen por encima! Momentos de efervescencia, de ebullición, de ilusión y entusiasmo revolucionario, de despertares y descubrimientos, de movimientos contraculturales que no dejaban piedra sobre piedra de la ideología, de la cultura y de la putrefacta moral de la sociedad burguesa, de pasiones y urgencias por ponernos manos a la obra a edificar el mundo y el hombre nuevo. Era como estar saboreando en todo su esplendor la belleza de sentir que estabas haciendo trizas las cadenas que te oprimían y esclavizaban, de respirar los nuevos vientos de Libertad, de forma que todo te olía a nuevo, a estreno.
Continuará…
Mañana, 28 de abril, salida de Paco Cela Seoane de la prisión de Picassent.
Será recibido por solidarias y solidarios desplazados a Valencia desde Galiza, Euskal Herria, Catalunya, Madrid, Andalucía…