La solidaridad, arma imprescindible
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1939: los pueblos de España pierden la batalla contra el fascismo
La imposición del fascismo significó la eliminación de todos los derechos, de todas las libertades democráticas, de la cultura democrática y progresista. Se implantó un régimen de terror que supuso la eliminación y el encarcelamiento de decenas de miles de republicanos y antifascistas, de anarquistas y comunistas. En las nacionalidades, se suprimieron todos los Estatutos de Autonomía por decreto, se reprimió su lengua, su cultura y costumbres. El castellano pasó a ser la lengua obligatoria en todo el Estado, la represión llegó hasta el ámbito familiar. Seimpuso la divisa fascista de “Una, grande y libre” a sangre y fuego.
Una vez que la clase obrera se repuso de la derrota, secolocó a la cabeza de la lucha antifascista y también de losderechos nacionales en las distintas nacionalidades. Eldesarrollo del capitalismo que se produjo durante todo el periodo que abarca hasta la “Transición”, alumbró unproletariado nuevo, con un flujo constante de obrerosinmigrantes a las zonas más industrializadas como Catalunya o Euskal Herria, lo que dio lugar a una clase obrera, integrada por trabajadores de las distintas nacionalidades que eran objeto de la misma explotación y opresión y que por ello combatían juntos contra la misma clase explotadora y el mismo sistema de opresión. Esta unidad quedó patente ya en las primeras luchas de la clase obrera que tuvieron lugar tras finalizar la guerra y sobre todo en las luchas de principios de los años 60. Las huelgas mineras de este periodo contaron con la solidaridad y apoyo del conjunto de los trabajadores, una situación que se repitió ante cada nueva arremetida del fascismo. Una unidad de la clase obrera que no solo estuvo presente en lasluchas por el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo sino también en las luchas políticas, como sucedió durante el “Proceso de Burgos” o los fusilamientos del 27 de septiembre de 1975.