La solidaridad, arma imprescindible entre los pueblos
Agenda
-Fragmento de carta
Encontrada en una trinchera de Villaverde – Madrid
Emilio Prados – 1937
Tengo un hermano en el frente
que tú no conoces, madre,
que el hermano que ahora
/ tengo
no lleva tu misma sangre.
Un hermano en cada frente
me atan más que tus dogales.
Tengo más atado el cuerpo
que el corazón que en él late.
Tengo un hermano en
/ Asturias,
otro en Aragón combate,
otro en Andalucía
entre pintas y olivares;
arriba, en el Guadarrama,
bajo sus altos pinares
y las aguas del frío,
otro hermano tengo, madre,
… /…
y otro por Extremadura,
tierra llana en donde arden,
sin ganados, las dehesas
y entre balazos el aire.
Subiendo a Guadalajara,
tierra de dulces paneles
que sus abejas vigilan
y sus páramos reparten,
camino ya de Sigüenza
y bien pasado Jadraque,
otro hermano en las trincheras
contra el fascismo se bate.
Y cerca ya de Madrid,
aquí en Castilla la grande,
hay más hermanos conmigo
que estrellas tras la tarde.
Ni ellos conocen mi nombre
ni yo sé cómo nombrarles;
solo el nombre del que muere
entre nosotros se sabe,
no por llorar su recuerdo,
pero sí por imitarle,
que el que por nosotros muere,
no muere, sino que nace;
no tengo hermano que caiga
que una espiga no levante.
Madre, no puedo moverme
de mi puesto en el combate,
que el hermano que ha caído
me aprieta sobre su sangre.
No hay corazón más atado
que aquel que no fuerza nadie
y él mismo se ciñe al yugo
que sabe que ha de librarle.
Tengo un hermano en el frente,
otro por mis venas late.
¡España, tierra caliente,
tus cadenas se deshacen!
-Hambrientamente lucho yo
Miguel Hernández
«Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas, cicatrices y heridas, señales y recuerdos del hambre, contra tantas barrigas satisfechas: cerdos con un origen peor que el de los cerdos”
-Meditació última
Miquel Martí i Pol
Ara és l’hora de dir que el poble persisteix
en les cases bastides on no hi havia cases,
en els arbres que creixen on no hi havia arbres,
en les noies que estimen per primer cop,
en tot allò que comença.
Ara és l’hora de dir,
ara és l’hora de recordar que el poble persisteix
en els carrers amb empedrat antic,
en el pont i en l’església
que han conegut tota la gent del poble,
en tot allò que remembra el passat
amb un esforç vigorosament actual.
Ara és l’hora de dir que el poble persisteix
en les paraules que inventem cada dia,
en la gent que estimem
i en la gent que odiem,
en la rutina de la feina
i en la rutina de la muller i dels fills.
Ara és l’hora de dir,
ara és l’hora de recordar que el poble persisteix
en tots nosaltres,
en cada un de nosaltres,
i que tot allò que hem fet
i tot allò que hem desitjat
és l’essència mateixa del poble
indestructible.
*Meditación última
Ahora es la hora de decir que el pueblo persiste / en las casas construidas donde no había casas,/ en los árboles que crecen donde no había árboles,/ en las chicas que aman por primera vez,/ en todo lo que comienza.// Ahora es la hora de decir,/ ahora es la hora de recordar que el pueblo persiste,/ en las calles con empedrado antiguo,/ en el puente y en la iglesia / que han conocido toda la gente del pueblo,/ en todo lo que recuerda el pasado / con un esfuerzo vigorosamente actual.// Ahora es la hora de decir que el pueblo persiste /en las palabras que inventamos cada día,/ en la gente que amamos / y en la gente que odiamos,/ en la rutina del trabajo,/ y en la rutina de la mujer y de los hijos.// Ahora es la hora de decir,/ ahora es la hora de recordar que el pueblopersiste / en todos nosotros,/ en cada uno de nosotros,/ y que todo lo que hemos hecho / es todo lo que hemos deseado / es la esencia misma del pueblo indestructible./