Cartas desde prisión:
Victoria Gómez Méndez
Desde la Cárcel de Topas:
“Ya que sale a relucir el tema del campo, las sequías y uniéndolo a lo que me cuentas sobre esos “precios de los años 70” y las medidas que están adoptando los políticos gubernamentales para luchar contra la despoblación rural que afecta a esta zona y dicho sea de paso, a otras de la geografía del Estado.
Medidas que resultan irrisorias porque no abordan la verdadera causa de esa despoblación.
Como tú bien señalas ese fenómeno es antiguo pero que se ha acentuado en la etapa “democrática” del régimen. Algo que muy significativamente coincide con la “adecuación” de las explotaciones agrícolas y ganaderas del Estado a los estándares europeos tras la entrada de España en el “mercado común”. La tristemente célebre “política agraria comunitaria (PAC)” Pongo en comillas lo de “adecuación” ya que la palabreja es un eufemismo para designar ya no solo a la “cuotas” de producción impuestas por “Europa” sino al endeudamiento que supuso para el pequeño y mediano campesino invertir en esa “adecuación” ¡Ah, sí es verdad! A cambio vinieron las famosas subvenciones, pero se da la casualidad que como se ha denunciado en muchas ocasiones, con datos que lo confirmaban, el mayor montante de esas subvenciones fueron a parar a manos de grandes terratenientes y latifundistas que ni siquiera dedicaban sus tierras a la agricultura. El caso más flagrante, la Duquesa de Alba y familia.
Yo no conozco a fondo el impacto que la PAC tuvo por tu tierra, pero en la mía, Galicia, provocó que pequeñas y medias explotaciones, ganaderos sobre todo, tuvieron que echar el cierre. A día de hoy las que se mantienen lo hacen con un margen de beneficios que los mantiene en el límite de su supervivencia (precios que apenas cubren los costes de producción) En cambio las grandes cadenas de distribución, los “intermediarios” que se llevan la mayor parte de los beneficios que corresponden al agricultor y ganadero, siguen obteniendo ganancias fabulosas.
Y para completar, los grandes monopolios imponen sus dictados: organismos y semillas genéticamente modificados, por ejemplo que controlan esas grandes empresas, y que son ya una realidad en EE.UU… que presionan para su introducción masiva en Europa. Es la penetración del capital monopolista es un sector, el agrícola que hasta hace relativamente poco tiempo escapaba a su control.
Pero volviendo al tema de la despoblación rural en tu tierra, no creo que ese fenómeno sea ajeno a la progresiva precariedad (o ruina) del pequeño y medio campesino: el rural es un hábitat poblacional donde la agricultura y ganadería son sus principales actividades productivas. Por otro lado y paralelo a ese declive, resulta irrisorio que, a estas alturas de la crisis económica, puedan salir adelante, esas granjas de cerdos que ofrecen como solución “los políticos gubernamentales”. Por no hablar de que la otra solución propuesta “la creación de polígonos industriales” pueda atraer nuevas empresas. Como tu bien señalas en tu carta, ni siquiera las ya existentes se ven abocadas a echar el cierre.
Un abrazote enorme. Vitoria”