Ecuador
-La santa política del purificador de la patria
¡El frente unido de los capitalistas acuerda e impone sus intereses como un solo puño y obliga a todos los patrones consolidar la concepción socioeconómica de los explotadores!
Compañeros trabajadores del campo y de la ciudad, la política antiobrera y antipopular anunciada por el gobierno el 1 de octubre, es la misma de otros gobiernos de la oligarquía y los terratenientes. La relación de fuerzas entre opresores y oprimidos, explotados y explotadores, burgueses y proletarios define el rumbo de la crisis capitalista y la contrarrevolución.
En la guerra de clase, los gobernantes capitalistas aducen que sus soluciones anticrisis crearán empleo y solucionarán los problemas sociales: vivienda, educación, medio ambiente. La doctrina económica capitalista no beneficia a los trabajadores, pero amplía el desempleo, la migración, las enfermedades. Está política garantiza el saqueo de las riquezas de los países pobres por parte delos monopolios y alienta la especulación, reduce el poder adquisitivo del salario por el alto costo de la vida. Al Estado capitalista solo le interesa la ganancia de: banqueros, comerciantes, importadores, exportadores, industriales y terratenientes.
No se pueden comprender los problemas actuales de la lucha de clases sin analizar que pasó en el campo popular. Entre 1996 y 2006 la iniciativa y protagonismo popular puso en aprietos al frente de la patronal. Pero esas jornadas de lucha no reforzaron la política clasista de los trabajadores, su dirigencia social y política fue incapaz de aprender las lecciones de la crisis de los noventa, se sometió a una hipotética “burguesía progresista y de avanzada”, renunciando a vertebrar un frente único de los explotados y reforzaron a las derechas y su frente de “revolución” en libertad.
El gobierno progresista atacó al movimiento sindical, destruyó la organización de los maestros, domesticó a las universidades públicas y al movimiento estudiantil, enfrentó a los campesinos entre sí. Fue el gobierno de la revolución ciudadana quien inició la privatización, prolongó la congelación salarial, e hizo de la política antiobrera una tesis progresista. Por eso, al cambiar el jefe de Estado la balanza se inclinó aún más en favor de la derecha beneficiaria del feriado bancario, la devaluación monetaria, la dolarización, la flexibilización laboral.
Desde la emboscada burguesa se administra la sopa boba y echa arena a los ojos del pueblo, se impone el moralismo, se criminaliza la protesta social, se destruye la conciencia social de la juventud y de los trabajadores. La obra del socialismo de los patrones fueron los desalojos, quema de casas, juicios a dirigentes sociales, destrucción de gremios profesionales, desconocimiento del Código del Trabajo y endeudamiento masivo de los pobres.
El gobierno de la revolución ciudadana hizo posible que los patrones impongan el negociado, la coima y los sobreprecios de la obra pública. Pese a las evidencias, tribunales y administradores de justicia permiten la impunidad y esta práctica refuerza las ideas antidemocráticas entre el pueblo. Los empresarios acusan a este gobierno servil de haber destruido el país y reclaman se profundice el endeudamiento y la venta de la nación.
Sin la lucha de la clase obrera y el pueblo ya se habría privatizado toda la economía nacional, el endeudamiento fuera mayor y la corrupción de la patronal haría aún más putrefacto al cuerpo social. Fue esta lucha la que impidió que los patrones eliminen el subsidio a los derivados del petróleo, saqueen los fondos del seguro social. El pueblo defendió su derecho al trabajo, la educación, la vivienda y la salud. Y hoy debe detener la elevación de los fletes y pasajes producto de la elevación del diésel y la gasolina, y evitar el alza del precio del gas.
Las políticas económicas de la patronal profundizan la flexibilización laboral, bajan los salarios e imponen un día de salario como “aporte patriótico” de los trabajadores. La respuesta de los trasportistas paralizó el país, poniendo al descubierto no solo el hambre y miseria del pueblo, sino también a la dictadura capitalista que militariza el país y retoma la criminalización de la protesta social de su antecesor.
Los trabajadores y campesinos aprovechan este momento de conflicto entre los capitalistas para recomponer sus fuerzas. Llaman a la huelga general del pueblo contra el terrorismo económico, el desconocimiento de los pactos internacionales de derechos humanos y garantías al trabajador, contra el colonialismo, el racismo y la minería depredadora.
Los trabajadores se oponen a la eliminación del subsidio de los derivados del petróleo (que es lo único que recibe de la riqueza del subsuelo). Vamos a la huelga usando toda forma activa y pasiva de lucha para evitar se apruebe la ley de esclavitud de los trabajadores.
Solo el pueblo trabajador puede luchar por el destino de la patria, defender su futuro, evitar la sobreexplotación de la naturaleza, defender la tierra cultivable y el agua para la producción y el consumo del pueblo.
Trabajadores de la patria, solo la unidad de los explotados y oprimidos es la divisa que logrará la unidad de pensamiento. Unidad para la acción, unidad para salvar a la patria de los traidores que permiten el saqueo y la destrucción de sus riquezas. Unidad para defender el futuro para la niñez y juventud.
Que la crisis la paguen los explotadores. Alza general de sueldos y salarios. Trabajo, tierra, vivienda y derechos. Libertad de todos los presos políticos. Con la fuerza de los trabajadores romper las leyes de los explotadores. Toda la creación de formas de lucha en la huelga anti-capitalista. Organizarse es comenzar a vencer.
Lucha a muerte por una patria nueva
Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Ecuador. Octubre de 2019