Libro
‘El marxismo y la cuestión femenina’
Editado por Cierzo Rojo. Noviembre 2019. 234 páginas.
En la mesa de solidaridad, todos los domingos a la mañana en Tirso de Molina, Madrid. En mesas de colectivos solidarios, y del SRI. 8 €.
ÍNDICE del libro
- PRÓLOGO
- PRIMERA PARTE
- Capítulo I
- ANÁLISIS CIENTÍFICO DE LA OPRESIÓN DE LA MUJER
- -F. Engels: La situación jurídica de la mujer y las condiciones de su liberación
- -Lenin: Esclava del hogar
- -Karl Marx: La división social del trabajo y sus consecuencias: la propiedad privada, el Estado y la «enajenación» de la actividad social
- -Auguste Bebel: La cuestión de la mujer es un aspecto de la cuestión social
- -Auguste Bebel: La historia de la mujer es la historia de su opresión
- -F. Engels: ¿Qué influencia ejercerá el régimen social comunista en la familia?
- -Marx y Engels: La familia burguesa
- -Auguste Bebel: Feminismo burgués y lucha de clases
- Capítulo II
- EL PAPEL DEL TRABAJO DE LA MUJER EN EL CAPITALISMO
- -Karl Marx: El trabajo de la mujer y del niño
- -Karl Marx: Mujeres en vez de caballos
- -Jeannette Vermeersch: La explotación de la mujer en la sociedad capitalista
- -Marx y Engels: El trabajo de la mujer y del niño desplaza al del hombre
- -F. Engels: Las modistas y las costureras
- -Karl Marx: La explotación de las mujeres casadas
- -Karl Marx: Condiciones de trabajo de las obreras
- Capítulo III
- NINGUNA CUESTIÓN QUE AFECTE A LA MUJER HA SIDO AJENA AL MARXISMO
- -Karl Marx: La emancipación de las mujeres y la crítica crítica
- -V.I. Lenin: La lucha por el derecho a voto
- -V.I. Lenin: La guerra imperialista y las mujeres
- -V.I. Lenin: Cómo lucha la burguesía contra la prostitución
- -V.I. Lenin: La clase obrera y el neomaltusianismo
- -V.I. Lenin: El derecho al divorcio
- 53 Alejandra Kollontai: El Día de la Mujer
- Capítulo IV
- UN ANÁLISIS HISTÓRICO SOBRE LA LUCHA DE LAS MUJERES TRABAJADORAS EN EL MOVIMIENTO PROLETARIO Y EN LOS PARTIDOS SOCIALISTAS
- -Clara Zetkin: Contribución a la historia del movimiento proletario femenino alemán
- SEGUNDA PARTE
- -Manuel Pérez Martínez (Arenas): Marxismo y feminismo
- -Isabel Larguía y John Dumoulin: Hacia una ciencia de la liberación de la mujer
- -Claude Meillassoux: El trabajo que se realiza en el interior del hogar es considerado, legalmente, como no producido
- -Angela Davis: El trabajo doméstico toca a su fin: una perspectiva de clase
- -Carmen Jiménez Castro: La mujer en el capitalismo.
PRÓLOGO
Algunos de los textos marxistas sobre la explotación y la opresión de la mujer que presentamos a continuación fueron escritos hace más de un siglo, a pesar de ello siguen teniendo plena vigencia; otros son mucho más recientes y vienen a demostrar que el marxismo sigue investigando y profundizando en todo lo relativo a la lucha de las mujeres por su liberación. Los objetivos de este recopilatorio son varios, el más importante de ellos, dada la confusión ideológica que existe en torno a esta cuestión, es que sirvan para el debate y la formación, a la par que nos doten de las herramientas necesarias para abordar la cuestión femenina desde el socialismo científico.
Hemos dividido esta selección en dos partes. En la primera, los textos elegidos dan una visión general, empezando por el análisis científico de la opresión de la mujer; dedicando otro apartado al análisis de su incorporación al trabajo en la producción industrial, sin olvidar la labor de denuncia de las condiciones de sobreexplotación y miseria a la que eran y son condenadas las trabajadoras; otro apartado viene a demostrar que ningún tema relativo a la mujer ha sido ajeno al marxismo: el divorcio, la prostitución, el aborto, el infanticidio, su situación en la familia, el papel del matrimonio…
También hemos dedicado un apartado importante a la lucha que tuvo lugar dentro de los sindicatos y organizaciones obreras por el reconocimiento de la incorporación de las mujeres al trabajo y para que fueran recogidos todos sus derechos. Fue una lucha entre los reformistas que veían el lugar de la mujer en el hogar y los revolucionarios que la veían como una compañera de lucha, igual e independiente; para que esto ocurriera había que partir del reconocimiento de todos sus derechos, tarea para la que no se escatimó ningún esfuerzo tanto en el plano teórico como práctico. A menudo se obvia un dato de suma importancia: fueron las organizaciones obreras y los partidos socialistas los primeros en la historia que tuvieron a mujeres en sus organismos de dirección; fueron los primeros partidos que en sus programas y estatutos reconocieron los derechos y la igualdad de la mujer; fueron hombres y mujeres los que, unidos, llevaron a cabo esta batalla.
Otro aspecto que hemos querido recoger es el de recuperar la historia de las mujeres socialistas. Todos conocemos la historia de las sufragistas y las pioneras del feminismo, pero ni los propios antifascistas y comunistas conocemos nuestra propia historia, la lucha de las mujeres en el movimiento obrero durante todo el siglo XIX y XX, su participación en las luchas revolucionarias, de las que la Comuna de París y la Revolución de Octubre fueron sus hitos más importantes y que contaron con una participación destacada de las mujeres trabajadoras. Sin olvidar que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, fue un día de lucha aprobado en el II Congreso de Mujeres socialistas, a propuesta de Clara Zetkin, algo que “casualmente” ha sido borrado del imaginario feminista, así como las reivindicaciones que las mujeres socialistas enarbolaron en este día, hace ya más de un siglo, y que siguen teniendo hoy plena actualidad: la lucha contra la explotación capitalista, la igualdad de salarios, la eliminación de la explotación de los niños y de la prostitución, la reducción de la jornada laboral, la socialización de las tareas domésticas, etc. Solo una parte de su programa, las relativas a la igualdad jurídica, el derecho al voto, acceso a un sistema educativo basado en la coeducación, el derecho al divorcio y al aborto se han conseguido y no siempre de forma plena. Para las mujeres obreras este es el tope de mejoras que se pueden alcanzar dentro del sistema capitalista; es más, con la agudización de la crisis económica, las trabajadoras han visto cómo su situación ha ido empeorando, la explotación, la precariedad y las jornadas de trabajo han aumentado, mientras que los salarios se han ido reduciendo hasta unos límites que rozan la subsistencia.
En la segunda parte de la selección se recogen textos más recientes, principalmente centrados en analizar la participación de la mujer en la producción, tanto la relativa a su incorporación a la industria, como las labores que la mujer sigue realizando en el hogar, en tanto que reproductora de la fuerza de trabajo de todos los miembros de la familia, un trabajo que está completamente desligado del trabajo social y como no produce valor, se ha convertido en un trabajo invisible, considerado como una prolongación de la función biológica de la mujer en la reproducción; este trabajo resulta imprescindible para el mantenimiento del sistema capitalista, y aunque los capitalistas no tengan una relación productiva con él, sí lo explotan indirectamente. Si no fuera por las tareas que las mujeres realizan en el hogar, reponiendo todos los días las fuerzas de trabajo del conjunto de los miembros de la familia y que aseguran la reproducción de nuevas generaciones de trabajadores, los patronos tendrían que reducir las jornadas de trabajo para que cada cual realizara estas actividades y el sistema capitalista tendría que dotar a la sociedad de toda una serie de servicios o bien aumentar los salarios de los trabajadores para que pudieran costeárselos, todo lo cual es impensable bajo un sistema basado en la explotación y la obtención del máximo beneficio.
Debemos señalar que los artículos elegidos solo son una pequeña muestra de la labor de investigación tanto de militantes comunistas como de pensadores, antropólogos o sociólogos que, utilizando el materialismo dialéctico y las categorías marxistas, han realizado sobre este tema, análisis que llegan a conclusiones muy diferentes a las del feminismo “marxista”, ya que para todos ellos el problema radica en el sistema capitalista y, en consecuencia, la plena emancipación de la mujer pasa por la revolución socialista.
Por otro lado, estos textos vienen a demostrar una vez más que, al contrario de lo que viene propagando el movimiento feminista hasta la saciedad sobre que “El análisis marxista puso el acento en las contradicciones de clase y menospreció otras formas de opresión, particularmente la ejercida por los trabajadores sobre las trabajadoras y sobre sus esposas e hijos”, el socialismo científico siempre se ha preocupado por la cuestión de la mujer tanto en su aspecto teórico como práctico y la lucha por su emancipación siempre ha formado parte indisoluble de la lucha por el socialismo y del proceso revolucionario.
Esperamos que estos textos sirvan a los comunistas (mujeres y hombres), para aclarar posiciones, para armarnos ideológicamente contra las posiciones burguesas y plantear y analizar el tema de la mujer trabajadora desde el socialismo científico y desde una posición de clase.
Para terminar, solo señalar que la lucha por la plena emancipación de la mujer requiere de un prolongado combate que está intrínsecamente ligado a la construcción del comunismo. Todo paso adelante en este terreno será un paso adelante en la liberación de las cadenas que la explotan y oprimen. Y viceversa. Es aquí donde cobra toda su justeza la frase de Lenin: “el proletariado no puede alcanzar su plena liberación sin conquistar la liberación de la mujer”.