Cartas desde prisión:
Lucio García Blanco
Topas, 20 septiembre 2019
«Respecto a los artículos que me has enviado, me han gustado, sobre todo, los que hablan de la situación de Bolivia y Catar. De la primera cabe reconocer que con Evo Morales ha mejorado ligeramente las cosas allí, pues ha admitido su plurinacionalidad y el respecto a la diversidad étnica y a las minorías, ha establecido una explotación de la tierra más equitativa y justa, así como una orientación económica y social que ha disminuido la pobreza y el desempleo, y ha elevado las tasas de alfabetización y escolarización. En el marco internacional, también vienen sosteniendo una posición antiimperialista estableciendo relaciones estratégicas con el bloque de paises liderados por China y Rusia; y apoyando consecuentemente a Venezuela y Nicaragua en estos momentos difíciles para ambos.
Catar estuvo muy ligada y supeditada a Arabia Saudí, y comenzó a distanciarse de ella a partir de 1991, aunque no sería hasta la última etapa de la guerra en Siria como cortó con ella y entabló relaciones con Turquía e Irán, orientándose asimismo hasta el bloque chino-ruso.
La cuestión es que en estos momentos, bolivianos y cataríes, por su posición política están en el punto de mira del imperialismo yanqui, que desde tiempo atrás viene atacando a Venezuela e Irán. En ese sentido son significativos las recientes amenazas de Trump a este último país acusándole del ataque con drones a las refinerías de Arabia Saudí el pasado 14 de septiembre; aunque esa operación militar ha sido reivindicada por los huties yemeníes. Mas anteriormente los yanquis ya habían pasado de las sanciones económicas a las provocaciones y agresiones militares contra los iraníes, que en respuesta anunciaron la producción intensiva de Uranio para desarrollar la bomba atómica.
La mayor tensión se produjo el 20 de junio, al derribar el ejército iraní, un dron de los EE.UU. que había entrado en su territorio. Según el relato de Trump, en ese momento ordenó atacar militarmente a Irán aunque poco después señaló que no lo hiciesen. Y la tensión continuó con las retenciones de petroleros de una y otra parte en el estrecho de Ormuz y Gibraltar, interviniendo Inglaterra. Pero asimismo, hay que tener en cuenta que Irán ya ha sido admitida en la Organización de Cooperación de Shangai (OCS) de carácter militar; en la que también están integradas China, Rusia, India, Paquistán y cuatro repúblicas del centro de Asia.
Por otra parte, los norteamericanos han pasado a la acción terrorista contra Venezuela, entre otras cosas, por ser uno de los primeros países que exigió el pago de su petróleo en yuanes. Su último ataque se dio el seis de agosto con la congelación de todos los activos (robo), que tenía el gobierno venezolano en EE.UU. lo que agravará la situación del pueblo. Con anterioridad ya habían realizada allí sabotajes financieros, así como al suministro eléctrico y otros espacios; y apoyaron los dos últimos intentos de golpe de Estado impulsados por la burguesía venezolana con Guaidó a la cabeza.
Sin embargo, China y Rusia vienen apoyando al pueblo venezolano, y a primeros de año han enviado allí seis mil millones de yuanes y rublos respectivamente, así como asesores financieros. Y Maduro han comprado importantes sistemas de armas a Rusia. Como misiles S-300, cazas sujoi, lanzacohetes, etc; alcanzando así mismo un acuerdo para que aviones y barcos de combate rusos hagan escala en Venezuela.
La situación internacional se viene calentando gravemente desde tiempo atrás por el desarrollo de las contradicciones interimperialistas y, sobre todo, por las que enfrentan al imperialismo encabezado por los yanquis con el bloque de países liderado por China y Rusia.
Claro que para entender estas últimas es necesario tener en cuenta las características de estas dos nuevas potencias capitalistas con un pasado socialista, que les ha dejando unas huellas económicas, políticas, sociales y culturales bastante peculiares; y que les marca su evolución y su política internacional. Estamos ante países industrializados desde su etapa socialista, aunque gran parte de su aparato productivo y bancario está en manos del Estado; por lo que aún no ha llegado a la etapa monopolista e imperialista, en la que una oligarquía financiera controla el aparado productivo y bancario así como el propio Estado. De ahí que las economías rusa y china se basen en la producción de mercancías y su comercio, y o en la exportación de capitales ligada a las guerras de rapiña imperialistas.
Esos dos países emergentes intentaron acceder al mercado mundial controlado por los EE.UU., pero estos les exigían unas abusivas condiciones; como poner determinados precios a sus productos agrícolas y mercancías industriales, permitir las inversiones extranjeras sin límites, etc. Así que partiendo del desarrollo de sus relaciones comerciales optaron por impulsar una vía independiente con la formación del grupo de países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Y es muy significativo que en estos momentos el 80% del proletariado industrial se encuentre hoy fuera de las antiguas potencias capitalistas.
La
cosa es que, además, China y Rusia vienen impulsando con los paises
en desarrollo unas nuevas relaciones financieras, económicas y
comerciales sin aplicar la ley del valor capitalista; basadas en
precios y réditos reducidos y en un intercambio justo y equitativo,
que favorece el avance económico y social mútuo. Por ello, sus
relaciones se han
extendido por gran parte de África, América
Latina y Europa, desplazando de algunos de esos mercados a los EE.UU.
El camino principal por el que se viene ensanchando su comercio es la Nueva ruta de la Seda por ferrocarril con algún tramo marítico, desde China pasando por Rusia hasta el conjunto de Europa y África; construyéndose grandes infraestructuras. Y ya son dieciseis países europeos los que han declarado su adhesión sumándose recientemente Italia.
En cuanto al ámbito monetario es significativo el pulso que el yuan le viene echando al dólar desde diciembre de 2015 que el primero fue admitido como moneda reserva. Y es bastante probable que la moneda china pueda desplazar al dólar en una década.
Claro que la reacción amenazante del imperialismo yanqui no se ha hecho esperar y, en un momento que Trump presentó un año después de su llegada a la Casa Blanca, señala a Rusia y China como sus enemigos principales. Una amenaza que además vienen acompañada por el aumento de su presupuesto militar en un 23%, así como del anuncio el pasado tres de agosto, de la ruptura del Tratado sobre Armas nucleares, firmado por Gorvachov y Reagan.
Así que es muy necesario que se vaya promoviendo un movimiento antiimperialista que denuncie al imperialismo yanqui y sus aliados, y apoye al mismo tiempo al bloque antiimperialista que le viene haciendo frente.
Respecto a la situación política española, ayer mismo se convocaba una nueva farsa electoral. ¡La cuarta en menos de cuatro años! Lo que sin duda conllevará una gran abstención y boicot consciente; así como un agravamiento de la crisis política del Estado; creándose buenas condiciones para el despegue de las luchas de los trabajadores, y del movimiento de resistencia. Es importante que en la última encuesta de el CIS la gente haya señalado como su segundo problema (detrás del paro), a los partidos políticos y la política oficial.
¡Hai qu’armarla!
Lucio.