Memoria Histórica imprescindible:
–Saqueos de las tropas moras a pueblos y muertos
El pago a las tropas moras que trajo Franco: derecho al saqueo de los españoles. Testimonio: robaron, violaron, hicieron latrocinio de todo lo que pudieron. Gracias al saqueo los marroquíes hacían transferencias a Marruecos muy superiores a su salario.
–https://www.youtube.com/watch?v=YzsSGsmqEw4
-Enrique Diego-Madrazo y Azcona, el cirujano progresista que murió preso por el fascismo, a los 92 años
La Biblioteca de la Universidad de Cantabria tiene en sus archivos desde 2017, para poder ser consultadas para labores de investigación, las 4.800 cartas datadas entre finales del siglo XIX y principios del XX escritas por el cirujano pasiego Enrique Diego-Madrazo y Azcona, que se enfrentó a la jerarquía católica y acabó encarcelado por el franquismo desde los 87 años de edad hasta el final de sus días.
Dentro de esta correspondencia, se encuentra una temática variada, reflejo de la actividad diaria del hospital, incluyendo documentos de gestión y consultas sobre cuestiones médicas, además de comunicaciones personales relacionadas con su actividad en Vega de Pas o su producción literaria. Entre estos últimos temas, destaca la la publicación de su libro ‘¿El pueblo español ha muerto?’ (1903), que le acabó enfrentando con la jerarquía eclesiástica. También es reseñable la localización de remites de personajes del momento como Nicolás Salmerón, Concha Espina, Benito Pérez Galdós o Santiago Ramón y Cajal.
Enrique Diego-Madrazo y Azcona nació en 1850 en Vega de Pas y en 1870 se doctoró en Medicina y Cirugía, accediendo a la cátedra de Patología Quirúrgica en Barcelona en 1881. Fue el precursor de la introducción en España de nuevas corrientes europeas médicas, pero sus ideas progresistas frenaron su acceso a la universidad. En 1894 fundó un hospital en su localidad natal y dos años después creó el primer hospital privado de la Santander, el Sanatorio Madrazo.
Cuando las tropas franquistas ocuparon Santander en 1937, Madrazo fue encarcelado acusado de anticlericalismo –tenía 87 años– y no salió de la cárcel hasta 1942, a los 92 años y por encontrarse gravemente enfermo. Falleció pocos días después.