Muro de solidaridad y denuncias:
Difundir la situación y opiniones de los presos políticos:
-Homenaje y tributo a Helin Bölek:
Paco Cela Seoane
10 minutos:
–https://www.facebook.com/100036425448012/posts/220886922468821/
-Cartel texto de Lucio García Blanco. Preso político del PCE(r)
Sobre la crisis capitalista, el negro panorama para la clase obrera y la necesidad de destruir el capitalismo e implantar el socialismo.
-Cartel frase de Nacho Varela Gómez, preso político de los GRAPO
Sobre cómo los golpes represivos van a ir dirigidos al Movimiento Popular en las nacionalidades oprimidas.
-Gabriel Pombo Da Silva: información, difusión y defensa. No debieran extraditarlo por el riesgo en la pandemia.
Secuestro de Gabriel Pombo da Silva por parte de las fuerzas armadas portuguesas y entrega al Estado español.
Compartimos información sobre el secuestro que está sufriendo Gabriel desde el 25 de enero así como la eminente entrega al Estado español para ser juzgado por la jueza Mercedes Alcázar Navarro del Juzgado Penal nº2 de Girona. Recordemos que con el asunto del coronavirus no se pueden hacer este tipo de traslados.
Toda
la información está detallada en el cartel y fanzine que se están
distribuyendo: animamos a imprimir y difundir esta información por
los confines del espacio para que se sepa lo que hacen las fuerzas
fascistas y antilibertarias y que la sociedad sepa de este nuevo caso
de terrorismo de Estado.
Más allá de la difusión, se está
llevando a cabo la recaudación de fondos para costear la defensa de
Gabriel. Para colaborar con los gastos de la defensa se
puede:
-Ingresar en la cuenta corriente abierta para la
defensa.
-Comprar su libro: ‘Diario e ideario de un
delincuente’. Su precio es de 10€. Para adquirirlo puedes
contactarnos en este correo o mediante el SOV-CNT Vigo.
-Por
último, organizar actividades, jornadas o cualquiera acción por su
defensa y poner sobre la mesa lo que sucede.
En Vigo vamos a
hacer unas rifas a 1€/nº bajo el lema: ‘Por los derechos humanos
de las personas bajo custodia’. Para el premio pensamos en una
cesta con material de diferentes
colectivos e
individuales.
Difusión! Acción! POMBO LIBRE!
Últimas noticias:
-Contra la criminalización
“El miedo no es excusa. Denunciar de manera infundada que está en la calle, puede ser delito. Pedir a alguien que se vaya de su casa debido al trabajo puede ser delito. Habla con las y los vecinos, no con la policía”.
-El lado amable de las catástrofes
Decía el general De Gaulle que, en tiempos de crisis, nada mejor que un cataclismo, un armaggedón, para cohesionar una sociedad. O una pandemia. Ello permite unir las clases sociales y, sobre todo, si no eliminar, que es imposible, suspender la lucha de clases. Un virus sirve para este objetivo. Un virus entendido y semantizado como un «enemigo» a juzgar por el lenguaje bélico utilizado por el presidente Sánchez, un enemigo «exterior» que ioniza y cataliza la unión y «resistencia» interior frente a su agresión. Cualquier problemática anterior a esta «misión» deja de serlo o pasa a segundo plano.
Con esta pandemia, que no esperaremos diez años para que nos digan que se trataba de una cepa aislada de la gripe común como arma bacteriológica aunque se cargue a algunos de su clase, precio asumible por un imperialismo desatado, se perseguía, primero, extender el miedo (a lo desconocido, el terror es otra cosa) en la población que, como diría un castizo, «no gana para sustos» (gripe porcina, vacuna, aviar, et allia), mediante un brutal masajeo -y mensajeo- mediático con un macabro y mórbido conteo de las víctimas, como quien mira si suben o bajan las acciones de la Bolsa, y un lavado de cerebro que permita, como una aguja hipodérmica, inyectar la idea -«es por tu bien»- del confinamiento como solución, al menos parcial, al contagio. El sueño dorado del fascismo: encerrar a todo el mundo en sus casas, paralizados, como en «El ángel exterminador» de Buñuel, sin derechos políticos de reunión, manifestación, etc.
No será para siempre, pero queda el experimento. Y ello sin declarar el estado de excepción -ya que estamos frente a un «enemigo» feroz-, con un estado de alarma basta y ejército, policía en la calle, un problema sanitario con partes militares y una población que dice -o no dice- mú. Alguien debió pensar que se estaban pasando algún pueblo y echaron algún freno.
Se empezó a adular al pueblo y pasarle la mano por el lomo: saetas en el balcón, bailes, muestras de solidaridad con ancianos (improductivos que mueren) y hasta humor fúnebre de un pueblo fantástico «heroico» (enfermeras y cuerpo sanitario), pero también fomentando el chivateo señalando a los desesperados que no quieren volverse locos solitarios y rompen el confinamiento a riesgo, por cierto, de ser multados y vejados en algunos casos. Manifestaciones populares plausibles -no iremos ni nos pillarán de y como aguafiestas-, pero que hacen olvidar que surgen a pesar de y no gracias a el coronavirus que, ayunos del sentido de la medida y proporción, aplican los mantras pareciendo, se diría, que tenemos que estar agradecidos al covid-19 por hacernos «descubrir» en nuestra persona otras facetas que desconocíamos, que somos otra persona, más humanos, vaya.
Ahora estamos en la fase empalagosa de la alienación en la cueva que ideara Platón para obnubilar al personal. Estamos -o seguimos- en el mundo de las apariencias (la «posverdad» –postruth– es una fase posterior demasiado mostrenca para un pueblo al que se quiere envilecer, pero que mantiene resabios todavía, mosqueos dicho en romance). Se nos interroga en cómo seremos (porque se da por hecho que cambiaremos y nada será igual) después de que pase -se le venza lanza en ristre- este desastre del siglo, desastre natural, por supuesto, o, como mucho, provocado por un culpable: China, y ya se nos adelanta qué tenemos que decir, esto es, mejores, seremos mejores, porque hemos visto la tragedia de cerca y eso hace que nos humanicemos y seamos almas bellas. Es el lado amable de la catástrofe. ¿Y cómo llevas el encierro, perdón, el confinamiento? «Pues aquí, cuidándome». Eso está bien, ¿y cómo matas el tiempo? «Pues hablando con el vecino desde el balcón». ¿Guardarás (dice la locutora ocurrente y original) la distancia, ¿no?, jajajaaaa… «Sí, claro, jejejejeeeee…» Ah, el pueblo español, en vez de mandarnos a tomar por el orto, muestra su gran sentido del humor en medio de la calamidad, somos los mejores. No hay más que ver a Joaquín, el futbolero.
Ya se habla de nulas relaciones sociales (en la calle) hasta no se sabe cuando matando la quintaesencia del ser humano: las relaciones sociales, el zoom politikon aristotélico. Pero seremos mejores. Y anulando un imposible metafísico bajo el capitalismo: las relaciones sociales de producción que posibilitan las plusvalías, o sea, su suicidio. De acabar con esta lacra, con ese virus, y cambiar las condiciones de vida y trabajo de las clases trabajadoras, entonces sí que seremos mejores.
–https://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com/2020/04/el-lado-amable-de-las-catastrofes.html