Guerra sucia:
Covid-19 y manipulación de cifras
Estos números los sabe Fernando Simón, pero los guarda.
Por Eder Mitxelena Foronda
Tras empollarme los datos del MoMo (Sistema de monitorización de la mortalidad diaria, vinculado al Centro Nacional de Epidemiología) y cotejar los desfases que muestra entre los datos estimados de mortalidad en una situación «normal» y la que el Covid 19 nos ha traído, con el número de fallecimientos que da el Ministerio de Sanidad, cosa que he hecho para con cada comunidad entre las fechas para las que apunta ese desajuste (del 17 de marzo al 27 de abril, con alguna diferencia entre territorios según llegó antes o después la fase de incidencia más grave), hay cosas que reafirman lo que ya opinaba y otras que chocan frontalmente con lo que pensaba, pero sí que tengo más claro que nunca que nos engañan como a ovejas y que lo hacen todos. Desde el primer día dije que la herramienta más fiable para saber hasta que punto el dichoso coronavirus está matando era la comparación con lo habitual en años pasados. No es algo infalible ya que hay muchas variables que distorsionan esa realidad y el mismo MoMo admite que sólo llega al 81% de los registros civiles en que basa su metodología, resultando además que a alguien como yo, ajeno a dicha institución, le resulta imposible saber a qué 19% de registros se corresponden los no estudiados. Aún así y siempre de forma aproximada, la información que puede extraerse de lo cotejado reflejaría lo siguiente:
A nivel Estado y en el periodo de confinamiento hasta el 27 de abril, el excedente de mortalidad respecto a la estimación según los parámetros de normalidad sería de 30.384 personas. Si aplicamos la lógica de que en ese 19% de los muertos de registros que se quedan fuera de estudio el excedente de mortalidad pueda ser proporcionalmente similar, estaríamos hablando de unos 36.000 muertos de más, de tal forma que teniendo en cuenta que en el periodo examinado los datos oficiales de muertes por Covid19 eran algo más de 23.300, estaríamos hablando de entre 7.000 y 13.000 muertos más de los que nos ha ido dando el Ministerio, en cualquier caso muy lejos de lo apuntado hace unos días por Pablo Casado, que soltó que venían a ser 45.000 los muertos por Covid 19, casi 22.000 más de lo que decían las cuentas oficiales en ese momento.
Si nos vamos a cada uno de los territorios el descontrol es mayúsculo, dado que los hay en los que se están ocultando números que ponen los pelos de punta, otros que teniendo una incidencia del virus muy baja, estarían incluso inflando los números y una mayoría de ellos en que se estarían ocultando muertos bajo la alfombra, aunque no en gran medida. Y esto sería atribuible al Gobierno Central más que a nadie, ya que fue su Ministerio quien llamó al orden a los territorios que incluían en sus informes a personas muertas, en su casa o en residencias, sin haberles hecho previamente el test mediante PCR. Al no saber en los registros de qué lugares corresponden ese 19% no incluidos en el sistema MoMo, en el caso de las CCAA se hace más complicado aún hacer el cálculo aplicando esa variable, ya que habrá lugares en que los registros civiles no estudiados serán algo más de ese 19% y otros en los que serán menos, así que hay que estimar siempre ese margen de error, a pesar del cual hay datos que ofrecen pocas dudas.
CASTILLA LA MANCHA; Casi triplica la mortalidad «normal» en el periodo referido, con un excedente de 4.270 muertos durante el mismo, en el cual se reportaron oficialmente 2.379 muertes por Covid, así que la triste realidad nos dice que se han ocultado aproximadamente 1.900 muertes, que podrían acercarse a las 2.700 si aplicamos al excedente el 19% de los registros que quedan fuera del estudio. Gobierna el PSOE allí, pero su sanidad fue tremendamente desmantelada por la pepera Dolores de Cospedal durante el anterior mandato pepero en la comunidad.
CASTILLA Y LEÓN; De una previsión de mortalidad de 2.570 personas en el periodo examinado, la mortalidad real se disparó a los 6.026 muertos, nada menos que un excedente de 3.456, que podría pasar de 4.000 si se aplica la corrección de los registros no controlados. Sin embargo en ese periodo, el Ministerio «sólo» reportó 1.698 muertos por Covid, con lo cual se estarían ocultando cerca de 1.750, que podrían ser incluso cerca de 2.300 si la corrección del 19% fuese aplicable en este caso. La Junta de Castilla y León, del PP, sí ha reconocido que hay más muertos de los que se están dando, pero es el Ministerio el que no los suma. Como ejemplo vemos como a fecha del 25 de abril, cuando el Ministerio daba para la comunidad un total de 1.639 muertos, la Junta ya había reportado 2.165 sólo en residencias. Es muy descarado el asunto…
MADRID; La comunidad presidida por la pepera Ayuso triplica, en el periodo analizado, la estimación de fallecimientos, yéndose de los 5 492 a los 16.889, resultando un excedente de 11.397 muertos. Si tenemos en cuenta que en dicho periodo se contabilizaron oficialmente 7.693 muertos por Covid en Madrid, la conclusión es que se han ocultado unos 3.350 fallecimientos, que aplicando el corrector del 19 % al excedente de mortalidad podrían ser unos 5.600. Es otro caso muy descarado de como todos mienten, ya que tras ser culpado el Gobierno de la Comunidad de ocultar las muertes en residencias, a mediados de abril el vicepresidente Aguado (CS) reconocía casi 5.000 muertos por Covid en residencias, mientras que una semana después la propia Ayuso apuntaba a los 13.911 muertos por coronavirus, que en ese momento suponían 6.334 más de lo que marcaba el Ministerio en la Comunidad. Esto supone una nueva muestra de cómo todos mienten, ya que tras ser Ayuso acusada de ocultar muertos, cuando ésta sale y reconoce una cifra aún mayor de la que dicen los registros civiles, todo se acaba diluyendo y pasadas dos semanas más, nadie ha sumado a las cuentas oficiales ni 6.000 ni 500 de esos supuestos muertos.
ARAGÓN (entre 45 y 150 casos), ASTURIAS (50-110), EXTREMADURA (130-240), NAVARRA (200-340), o COMUNIDAD VALENCIANA (220-500) son territorios gobernados por el PSOE en los que también se habrían ocultado casos, a tenor de lo que dicen los registros civiles. Lo que habría que saber es si esa ocultación se hace desde la propia comunidad o es el Ministerio quien lo hace. La orden dada por el Gobierno Central a las comunidades, en la que se les instaba a no reportar los datos de muertos en residencias o domicilios si no habían sido testados previamente, apunta a lo segundo.
EUSKADI, donde a Urkullu le viene muy bien esas instrucciones de Madrid ya que así quedan en el cajón unos 270 casos (podrían llegar a 500 si entre los registros vascos están aquellos a cuyos datos no llega el MoMo).
También en la GALICIA del pepero Feijoo los registros dan una más que posible ocultación de entre 90 y 190 casos. Como curiosidad, apuntar que en Galicia, en ese periodo de claro excedente de mortalidad, sin embargo murieron menos menores de 74 años que en otro año cualquiera, lo cual nos da pistas de la escasa incidencia de consecuencias graves que el Covid presenta en la gente no anciana.
La CANTABRIA del populista Revilla sería la comunidad en que menos descuadre se ve entre los datos oficiales y los registros, clavando los datos con ligera tendencia a la ocultación de unos 30 casos a lo sumo.
En cuanto a la Ciudad Autónoma de CEUTA, gobernada por el PP, dobla las muertes habituales durante el periodo de tiempo analizado, dando un excedente de 32 muertos sobre lo previsible. Dado que sólo se han reportado 4 muertos por Covid, todo indica que se han ocultado nada menos que 25-35 muertes, la inmensa mayoría mujeres. En MELILLA la incidencia en muertes parece haber sido casi nula, por lo que no adjunto gráfico al respecto.
Pero también hay datos de comunidades en las que es en sentido contrario en el que no cuadran los datos oficiales del Ministerio con lo que los registros civiles nos muestran, de tal forma que se estarían inflando los datos de muertos por Coronavirus. Es el caso de las 3 que de por sí presentan menos incidencia del virus de marras en relación al número de habitantes, como es el caso de BALEARES, que con un excedente en mortalidad de sólo 62 fallecidos (unos 75 aplicando la corrección), en cambio daba a fecha de 27 de abril 180 muertos por Covid, algo bastante raro, ya que apunta a que se estarían inventando más de la mitad de sus muertes . Lo mismo ocurriría, en menor medida, con CANARIAS, la otra comunidad insular, también gobernada por el PSOE, que con un excedente de mortalidad que iría entre los 90 y 110 fallecidos en el periodo en cuestión, daba sin embargo 131 muertos por Covid, entre 20 y 40 más de lo que dicen los números. LA RIOJA, donde saltaron todas las alarmas al inicio de este asunto, habría pasado de los 177 muertos estimados como normales a los 392 reales, lo cual supone un excedente de 215 (unos 255 aplicada corrección) que no se corresponden con los 321 muertos que fue sumando el Ministerio entre las fechas estudiadas, ya que todo parece indicar que se ha aumentado la realidad en torno a los 75-105 muertos.
Y por el lado de las comunidades del PP hay dos en las que siendo la incidencia por número de habitantes muy baja, todo indica que han inflado datos. En el caso de MURCIA el excedente de mortalidad sólo fue de 66 (80 a lo sumo aplicada la corrección), de tal forma que parece que podrían haber engordado el asunto hasta casi doblar las cifras reales. Es muy evidente en una comunidad en la que la incidencia del Covid ha sido tan escasa que han muerto menos menores de 65 años que lo que se podía estimar como normal en años anteriores. En ANDALUCIA, curiosamente hubo un excedente de mortalidad bastante acusado en enero, pero en febrero pasó lo contrario, así que no tendría mucho sentido que fuese a causa del Covid sino un brote muy fuerte de gripe severa. En el periodo analizado, el excedente sería de 890 a 1070 muertos, por lo que teniendo en cuenta que hasta el 27 de abril el Ministerio había reportado 1.157 casos, podrían haberse sacado de la chistera entre 80 y 260 casos. Teniendo en cuenta la orden ministerial de no contabilizar los muertos en residencias o domicilios que no hubiesen sido testados, es aún más evidente que estas 5 comunidades tienen que haberse inventado casos.
El caso de CATALUNYA merece un punto y aparte, ya que viene entrando en conflicto con el Gobierno Central desde que éste dio la orden de no sumar los fallecidos en sus domicilios o en residencias si no se les había hecho antes un test mediante PCR. Al contrario de lo que yo mismo pensaba, en dicho conflicto los números parecen acercarse más a los que da el Ministerio que a los que contabiliza la Generalitat, que vistos los datos que ofrece, queda claro que prácticamente está contando como muertos por Coronavirus a todos los fallecidos, cosa absolutamente absurda. En el periodo analizado, en el que la estimación de mortalidad era de 6.313 personas, murieron 10.761, arrojando un excedente resultante de 4.448, que incluso aplicando la variable del 19% de registros no controlados por el MoMo, podría llegar a pasar de 5.300. Pero es que en el periodo de mortalidad excedente el Ministerio reportó 4.790 muertes por Covid, con lo que podría ocultar por su fraudulenta contabilidad 500-600 muertos, nunca 5.000 como apunta Catalunya.
Esos son los números. Se podrá reprochar que son aproximados, pero siempre lo son. Aproximados son los que da el Gobierno y sin embargo son intencionadamente falsos. Aproximados son los que sugiere el PP y son aún más falsos. No pueden ser sino aproximados cuando es imposible saber exactamente quién a muerto de qué, pero tal y como llevo reclamando desde el primer día, creo que no hay nada que se aproxime más a la incidencia del Covid en la mortalidad en términos absolutos que el resultante de restar a la mortalidad del momento pandemia la mortalidad habitual en la misma época de los años precedentes con sus variables demográficas. Por tanto puedo decir sin ruborizarme que los números que he escupido aquí tienen un margen de error menor a los de cualquiera de los que nos los vende y empaqueta en los medios habituales.
El tiempo dará y quitará razones, pero mi conclusión es que todos mienten sabiendo que lo hacen, porque todos tienen interes en que los números refrenden sus medidas o las medidas que dicen que hubiesen impuesto en caso de tener el bastón de mando. No es conspiranoico no fiarse de ellos. No son dignos de tanta confianza.
Lo que vendrá después va a ser muy duro. La última fase del desconfinamiento será estrujarnos más y más. Y para eso no hace falta que se inventen ningún virus. El virus llega y usan los números, los testimonios o el dolor para sus intereses. Simplemente aprovechan el momento. Y según que dato les interese manipular o al menos destacar, son capaces de infundir un temor excesivo en unos y una incredulidad también excesiva en otros. Da igual si nos sentimos protegidos o engañados, van a sacar provecho de todo. Las grandes empresas y las grandes fortunas no van a perder. Perderán el tiempo que sea necesario para que asumamos que es que no nos pueden dar más y no hay más remedio que aceptar sus migajas. Y una vez asimilado que es con lo que debemos conformarnos porque «es menos que nada», sus ganancias volverán a ser las de antes o mayores, que para eso están los ejércitos de esclavos.
En cuanto al confinamiento que hemos tenido, casi extremo en comparación con otros, yo personalmente sí creo que se puede hacer menos rígido, pero para eso haría falta no ser un país de mierda en el que no hay camas de hospital ni medios materiales y humanos porque se dedican a asuntos que sobran. Si considero que podría confinarse sólo a los grupos de riesgo, porque sí es evidente que a la gente joven le afecta mínimamente salvo que se tengan patologías previas o en casos extraños que ocurren con cualquier enfermedad o incidencia. Pero para eso haría falta asegurar que no sólo hay una sanidad fuerte, sino un estado capaz de asistir en todas las necesidades básicas y también psicológicamente a todo persona que por su situación lo requiera. Y no es el caso. Por eso creo que uno puede «cagarse» en el confinamiento y al mismo tiempo entender que no hay más remedio que hacerlo, pero exigiendo que para ocasiones venideras existan las estructuras necesarias que nos permitan hacerlo de otro modo. Y no veo que se esté por la labor. No se vislumbran cambios sustanciales en lo que pueda aportar éste gobierno ni mucho menos en su oposición, de amplia mayoría fascistoide. Así que nos quedan la rabia y los sueños… a ver como los combinamos para escapar del mundo que nos viene.