Muro de solidaridad y denuncias:
–La ley mordaza digital
Artículo extraído de la revista «Amnistía» número 3 del Movimiento Antirrepresivo de Madrid.
Poco antes de formar gobierno, el PSOE se apresuró a sacar adelante el “Decretazo Digital”, que permite echar el cierre a cualquier espacio en internet que el Estado considere que pone en peligro el orden público o los intereses “nacionales” (es decir, los de la oligarquía). El pretexto utilizado ha sido tumbar la aplicación de Tsumami Democràtic, que era capaz de convocar a miles de personas en Catalunya para bloquear el aeropuerto de Barcelona o la frontera con Francia, por ejemplo, para responder a la sentencia del Procès. Cuando las formas de protesta del pueblo evolucionan, el Estado rápidamente se adecúa a los nuevos tiempos con tal de mantener bajo control cualquier espacio, físico o incluso virtual si es necesario.
Por ello el PSOE, haciendo gala de su papel represivo (que ya hemos visto en el artículo anterior), y aun habiendo criticado públicamente la Ley Mordaza y habiendo dicho en su momento que la derogaría, no perdió el tiempo y sacó adelante esta Ley Mordaza Digital, esta nueva forma de censura más adecuada a los tiempos que corren, que trae los ataques a la libertad de expresión al mundo digital. ¿Y qué hicieron desde Unidas Podemos, sus actuales socios del “Gobierno Progresista”, que tantas veces habían bramado contra este tipo de leyes? Dar su apoyo tácito mediante la abstención.
Está claro que estos “demócratas” querían mandar un mensaje de tranquilidad a quienes de verdad mandan en el Estado español. Dejar claro que, llegado el momento, serán fieles perros guardianes del régimen, que son chicos de fiar y no dudarán en ensuciarse y en atacar cuantos derechos y libertades democráticas haga falta con tal de mantenerse en las poltronas.
Si de verdad queremos aumentar nuestros derechos y libertades, debemos arrancárselos al Estado mediante la lucha decidida, no nos los va a otorgar ningún gobierno, se pinte del color que se pinte.
Porque, no lo dudemos, esta vuelta de tuerca la han sacado contra el pueblo catalán, pero una vez ya la tienen a mano, no dudarán en usarla contra cualquiera que moleste mínimamente al Estado. Medios de información alternativos y de contrainformación, webs que publiciten convocatorias, debates políticos, de difusión de ideas democráticas… todos somos susceptibles de padecer el cierre gracias a esta nueva ley. Ya hemos permitido durante décadas, mediante nuestro silencio, que repriman a incontables organizaciones y militantes, a pueblos enteros, sin saber ver que luego vendrían a por nosotros con los mismos métodos represivos. No repitamos el error. La Ley Mordaza Digital va dirigida contra la libertad de expresión e información de cualquiera que moleste al Régimen y debemos oponernos resueltamente a ella.
–https://www.lahaine.org/est_espanol.php/la-ley-mordaza-digital
-Policía y Guardia Civil avisa al Gobierno de un otoño caliente de movilizaciones
Prevén un aumento de la conflictividad social tras el verano debido a los efectos de una crisis económica que será más profunda y duradera de lo que se esperaba. Además, seguirán las reivindicaciones laborales y una nueva “ofensiva secesionista”.
“Aún es pronto para saber lo que ocurrirá, porque la gente no está en la calle. Todavía estamos en la fase de la enfermedad y por ahora es lo que más preocupa. Pero el malestar empezará a notarse cuando las consecuencias económicas de esta situación sean más evidentes”.
De la prensa burguesa.
Solidaridad con los presos políticos
–Debuxos Pola Liberdade
Solidaridad presos políticos independentistas gallegos.
Láminas dibujadas por los presos políticos. 10 euros envío incluido. Ganancias movimento antirepressivo.
Info:
–https://www.facebook.com/100051102220774/posts/105717831141624/
Recuperando materiales:
-Ellas laboran, la solidaridad lo valora
Boleto del sorteo de un cuadro realizado en arena por la presa política Arantza Díaz. Año 2008.
Reproducción del Guernica elaborado con arena. 1000 boletos a 2 euros. Grupo de Solidaridad con Arantza Díaz Villar.