-Lo que no se dice en la tele sobre Fernando Simón
Por Eder Mitxelena Foronda
Vistos
varios artículos que nos hablan de los méritos de Fernando Simón e
incluso, en ese afán blanqueador del personaje, se llega a
presentarlo como adalid de la nueva masculinidad, el hombre bueno
porque trabajó en África y flipadas varias, yo voy a hacer el
camino inverso.
Fernando Simón Soria, zaragozano, estudió,
como sus 4 hermanos, en el colegio Montearagón, uno de esos del Opus
Dei al que van los niños bien. Lo de ir a África no es nada extraño
entre quienes estudian en los colegios más rancios de «la obra»
en Españita, que tienen programas caritativos y de colaboración y
son muchos los alumnos que se apuntan a iniciativas humanitarias que
les dan la posibilidad de sacarse fotos con «negritos», que
les permiten «demostrar» que no son racistas. No estoy
diciendo que el epidemiólogo lo sea, pero el argumento de «estuvo
años en África» como prueba de lo buena persona que se es, no
puede ser más ridículo y ñoño. Fernando, por cierto, estuvo allí
con Medicus Mundi, ONG creada en 1963, en pleno franquismo, por la
Asociación de Médicos Católicos. En 2015 recibió el premio Alumni
Montearagón. Ya sabéis cómo van estas cosas; recibes el premio y
sueltas un discurso de lo importante que ha sido para tu labor
posterior, haber recibido educación y valores en el cole opusiano.
Dicen que Simón y su mujer, tras muchos años en África y Latinoamérica, decidieron volver porque sus hijos se lo pedían… puede que algo tuviese que ver que sabían que ambos iban a estar colocados en buen lugar gracias al tío de Cristina María Romay-Barja Quiroga, la señora de Fernando Simón. Y es que el «tito» de María Romay no es otro que José Manuel Romay Beccaría, secretario general de Sanidad durante el franquismo y Ministro de Sanidad del PP entre 1996 y 2000. Había pasado a presidente del Consejo de Estado cuando, siendo ministra de Salud Ana Pastor, en 2003, el gobierno de Aznar propuso a Fernando Simón montar y liderar la Unidad de Alertas y Emergencias Sanitarias. Dicho y hecho. En 2012, justo cuando el «tito» José Manuel recuperaba el cargo de presidente del Consejo de Estado, Simón era nombrado, por Rajoy, director del Centro de Emergencias Sanitarias. Entonces, la ministra pepera de Sanidad era Ana Mato, que desde el primer momento mantuvo en su equipo de asesores a sus dos predecesores, Pastor y «el Tito Romay».
Mato,
que había manifestado su intención de reintegrar en la estructura
de su ministerio al Instituto Carlos III, donde casualmente está en
nómina tanto Fernando Simón como la científica especialista en
enfermedades tropicales María Romay, mujer de Fernando y
«sobrinísima».
Oye, que pueden ser todo
casualidades. Tan «casualidades» como todas las puertas
giratorias y enchufes varios que los seguidores del gran gurú Simón
si soléis percibir como más sospechosos.
Por último me
gustaría destacar que, si bien es cierto que todo el mundo erró con
el Covid de marras, no todo el mundo es epidemiólogo como bien os
encargáis de recordar, y éste en concreto, hablaba en febrero del
«muy bajo nivel de transmisión» y de que en España sólo
había «un caso y controlado».
(https://www.heraldo.es/…/fernando-simon-no-hay-razon-para-a…)
¿Su eminencia el epidemiólogo hablaba de oídas como el resto de
mortales? Preguntaos que pensaríais si hubiese sido otro quien
hubiese soltado esas dos frases tan contundentes como equivocadas.
–https://www.facebook.com/100003399969370/posts/2721297431326896/
Lo importante es que como técnico lo ha hecho todo mal. Por tanto, debe dimitir. Y eso al margen de dónde haya estudiado, si estuvo en África o si fue enchufado o no.
El artículo está plagado de prejuicios y generalizaciones, típicos de la sociedad española y de las dos Españas. No se trata de hacer juicios personales de gente que no conocéis. Se trata de valorar sus actuaciones como director de un organismo, al margen de otras cuestiones que parecen ser lo único que os importa para condenar o salvar a los políticos (según la afinidad).
A mi me parece que sí es importante saber de dónde viene y si está enchufado o no. De hecho, el enchufe esclarece por qué, un tipo que demuestra tal nivel de incompetencia, llega a ser responsable de algo en este país.
El hecho de que él y otros altos cargos del Ministerio de Sanidad pertenezcan al Opus, también podría traer luz al por qué se trajo a un cura infectado de ébola a España con el riesgo que eso suponía para el resto de la población.
Lo importante es el currículum, la formación, el estudio, el nivel profesional, los conocimientos, etc. De todo esto carece este sujeto.
Como Cirujano diré que en este tipo de cosas se pude decir y hacer de todo pero en la Cirugía (como en los toros) hay un momento en el que o vales o no vales a OJOS VISTA y un cirujano con la historia genito/enchufera de este elemento se notaría claramente que no vale para nada. Pero en los cargos políticos de bla bla bla no es tan evidente y así andamos con una panda de náufragos vendedores de humo diciendo unas cosas que epidemiológicamente es para desterrarlos. La plebe se ha acostumbrado a todo ¡un ministro de sanidad filósofo!, una ministra (ahí es nada, ni subsecretaria ni nada flojo) cajera a la que le coloca su marido, en fin. Verdaderamente es para pensar que el votante español es el mejor representado si es capaz de comerse todo esto y más. Amén
Este sujeto abyecto e inútil es un auténtico criminal. Y no tiene sentido que nadie lo haya cesado ni esté ya en la cárcel.
Ahora, ni es del Opus, ni el haber estudiado en un colegio religioso le convierte en el gañan en que ha devenido con el paso del tiempo.
Así que menos prejuicios cristianofobos.
Chati: a mi me parece un excelente profesional, dedicado a su trabajo y aguantando las críticas de los cabrones que le pusieron, hace tiempo, en este mismo puesto.
Si alguna vez me lo encuentro, me gustaría tomarme unas cañas o vinos con él, me parece una persona maravillosa.
Gracias por tu dedicación Fernando. Un abrazo.
España es la tierra del «Ése no tiene ni puta idea».
Lo que si parece cierto es que DIJO que solo iban a ver uno o dos casos de COVID, pero la realidad ha sido bien distinta, solo por eso debería dimitir.
Por qué va a dimitir? Porque no vino venir la pandemia como el resto de jefes de estado, ahí está Reino Unido y otros países del Norte de Europa. Creo que los prejuicios para valorar la capacitación de una persona sobran. Además, en esta España de sociología franquista, qué quieren los señores, que vengan del campesinado que no sabía ni leer ni escribir? Estáis un poco flipados. Casi todos los intelectuales de ciertas edades, vienen de familias acomodadas, o sea, cristianas, y si encima me los emparentas con alguien influyente, ya lo tienes.
Lo de decir que tenemos sociología franquista queda algo rancio. Podemos incluso tener la sociología que nos salga de la bolsa escrotal o de los cojones. La cuestión, ya, es si podemos pensar libremente sin que haya gentuza que nos dé la norma de cómo poder hacerlo.