Memoria histórica inolvidable…
-La ocultada historia de la esclavitud en España
En la actualidad nuestras calles están repletas de reconocimientos en forma estatuaria o en placas nominales a grandes nombres asociados a la trata de esclavos en los siglos precedentes.
-Hace 83 años, Muskiz fue bombardeado por aviones fascistas en la última batalla aérea en Euskadi
A las 16:53 del 5 de Junio de 1.937, siete bombarderos italianos se colocaban en la vertical del campo de aviación de Somorrostro a 3.000 metros de altura lanzando 5.460 kg de bombas. Destruyeron el último campo de aviación que quedaba activo en el norte.
En el corto espacio de doce días, dos incursiones más de la aviación fascista, una de ellas nocturna, dejaron caer su mortífera carga sobre Muskiz.
Hubo que lamentar la muerte de cinco vecin@s causada por los tres ataques:
Antonio Delgado, Josechu Terreros, José Abraguín. Francisco Incio y una mujer forastera que cruel paradoja, se encontraba en este pueblo por alejarse de zonas de guerra más calientes.
*Derribo avión fascista en la playa de la arena ️
También ese 5 de junio, justo cuando los Chatos (cazas rusos que utilizaba la aviación republicana) se disponían a despegar de Muskiz, el jefe de la patrulla italiana, el Teniente Ricci, que al terminar su misión en el bombardeo de Bilbao, percibió actividad en Somorrostro, y decidió atacar.
Los Chirris (cazas italianos que servían de escolta para los bombarderos) se abalanzaron sobre los Chatos aún en tierra, incendiando a 5 de ellos. Uno que consiguió elevarse fue abatido, pero dos consiguieron tomar altura. El piloto republicano Rafael Magriña Vidal, plantó batalla y tomó por sorpresa la cola del Chirri del Teniente Ricci.
Al percatarse el Sargento Mayor Guido Pressel acudió en su ayuda y Ricci consiguió evadirse de su oponente mientras que Magriña, aprovechando la mayor maniobrabilidad y velocidad de su Chato, derribó el Chirri de Pressel sobre la playa de La Arena.
#Muskiz1937 #Bombardeo #Memoria
-Poema que Rafael Alberti dedicó a Franco en 1938.
«Tú todavía, general botijo,
caudillo cantimplora sin pitorro,
liliputiense, hijo
de zorra cabezorra y cabezorro.
Di, Francisco, ¿hasta cuándo,
con tus bordados camisones nuevos,
de cara al sol y caraculeando,
nos tocarás la yema de los huevos?
Contempla, rebozado cochifrito,
la desgraciada Italia de Benito,
la Alemania de Adolfo destrozada.
Pero siendo tan chico de estatura
para contemplar nada,
sube a admirarlas, paticuesco enano,
desde la interminable sepultura
de tanta España muerta por tu mano.
¿Qué ves? Verde te veo,
no de aquel bello azul, azul de Prusia,
que la Falange (luego Falangeta
cuando se le encogió y heló el respiro
traseramente en Rusia)
viera desvanecerse en la puñeta.
¿Duermes tranquilo, Franco?
Cómo son al sentarte tus mañanas,
si atacado de espaldas y de flanco
por tus erectas guardas africanas
velas sin vela, ¡oh Canco, Canco, Canco!
Arriba ya, paneque! baila, andorga;
peonza que al final democratizas;
baila, culo hecho trizas,
baila, Generalismo pandorga,
sieso manido, sieso
patibulario, tieso y patitieso!
Muerto estás ya, Paquita la Católica,
Isabel del Ferrol y de Castilla.
Tu España carajólica
te despide: ¡Presente!,
mientras en los luceros, amarilla,
sube tu gloria de mojón caliente».