Muro de solidaridad y denuncias:
Solidaridad con Pablo Hasel:
-Pepita Seoane, madre solidaria y sus hijos Paco y Suso, ex presos políticos del PCE(r) y de los GRAPO
Hacen un llamamiento a organizar la solidaridad en todos los puntos del Estado para evitar el encarcelamiento de Pablo Hasel.
–https://www.facebook.com/llibertatpablohasel/videos/2975403725904453/
-Continúa la solidaridad desde México con Pablo Hasel y Susana Prieto.
–https://www.facebook.com/Frente-Poblano-por-la-Libertad-de-Expresi%C3%B3n-112774830479339/
-Tuit de Pablo Hasel
“Bajar a la calle cada día sabiendo que la Guardia Civil puede estar esperando para encarcelarme por haber hecho canciones, siento el progresismo del gobierno en cada esquina, es maravilloso este cambio”.
Tirso de Molina no se toca
-En el muro de un antifascista
En Tirso de Molina compré con 15 años mis primeros discos de Andanada o Kortatu, mis primeros parches o chapas antifascistas. También en Tirso es donde después te encontrabas los domingos con toda «la peña» tras las locas noches de los 90, en las que no había móviles ni Internet para comunicarse y quedar. También allí me informe de lo necesario para poder hacerme insumiso al servicio militar fascista y así lo hice. Después fue donde conseguí mis primeros libros de Marx, Lenin o el PCE(r), etc. Fue la plaza por la que surgió la mani del 20N y por la que tanto hemos peleado, incluso expulsando de allí a los putos nazis en sus actos provocadores. Es la plaza de todos los Antifascistas madrileños.
En definitiva, no sólo tiene su defensa un carácter político,también sentimental, es la puta plaza que nos ha visto crecer en todos los sentidos y no vamos a dejar que el puto carapolla nos la robe aprovechando el fenómeno COVID.
Cada domingo hay concentración, no nos cuesta nada pasarnos un rato a devolver un poco de lo que nos ha dado.
¡TIRSO NO SE TOCA! ¡NO PASARÁN!.
Fascismo:
-29 ultras imputados, la mitad de Yomus, por los ataques fascistas de València en 2017
Tras dos años y medio de investigación, la Policía sólo ha identificado a tres personas más de las casi 500 que participaron en la oleada de violencia ultraderechista contra los participantes en la Diada del País Valencià de 2017, después de que 26 de esos agresores fueran detenidos e identificados en ese mismo día. El último imputado atacó al fotoperiodista José Jordán.
El miembro de España 2000 Antonio Alemany Solsona, de 66 años; Alejandro Fuertes Martínez, que cumplirá 24 años el próximo septiembre y es vecino de la localidad valenciana de Mislata, está imputado en esta causa tras ser identificado por la Policía Judicial como otro de los participantes en la agresión grupal del fotoperiodista del diario El País, José Jordán, en la terraza del café-bar El Sol, cruce con la avenida del Oeste de Valencia; y el abogado de corruptos del PP y con 21 causas judiciales abiertas por amenazar a jueces, Luis Miguel Jiménez García, de 43 años, se incorporan al listado de imputados por las agresiones de la ultraderecha ocurridas el 9 de octubre de 2017, a lo largo del recorrido de la manifestación con motivo de la Diada del País Valencià.
Torturas:
-Joan Mari Torrealdai
El 31 de julio falleció Joan Mari Torrealdai, un importante escritor y activista defensor y estudioso del euskera. En el año 2003 fue detenido por la Guardia Civil por ser presidente del Consejo de Administración del diario ‘Euskaldunon Egunkaria. Le torturaron brutalmente. Tanto, que el propio Joan Mari y su médico afirmaron siempre que el cáncer que le ha matado fue desarrollado como secuela directa de las torturas.
«Es
que han torturado a Juan Mari Torrealdai, que es un prohombre en la
cultura vasca, que es el bibliógrafo vasco por excelencia. Sería
como torturar a Buero Vallejo en España, y en el País Vasco han
torturado a nuestro Buero Vallejo». La frase corresponde a Martxelo
Otamendi, actualmente director de ‘Berria’, y de ‘Euskaldunon
Egunkaria’ por allá entonces, cuando hizo esa denuncia de la
tortura sufrida también por él mismo tras el cierre del periódico
euskaldun por parte de la Guardia Civil.
Varios de los detenidos
en la operación que en febrero de 2003 provocó el cierre definitivo
de ‘Euskaldunon Egunkaria’ denunciaron haber sufrido salvajes
torturas a manos de la Guardia Civil durante el periodo de
incomunicación. Fue otro de los oscuros episodios del «todo es
ETA». También ‘Egunkaria’ era ETA, aunque unos años después
todos los acusados quedaron absueltos.
En aquellos primeros días
fue la voz de Martxelo Otamendi la que sirvió para amplificar la
denuncia. Habían torturado a un director de periódico, nada menos,
y a otros de sus cargos más importantes. Habían torturado, como
dijo Otamendi, a «nuestro Buero Vallejo». La denuncia dejaba de
manifiesto una realidad terrible: si habían sido capaces de aquello,
qué no se habían atrevido a hacer ya con personas mucho menos
conocidas y con menor relevancia social. Qué no estarían dispuestos
a hacer.
Reacio a hablar de todo aquello en un principio, el
maltrato y la humillación padecidas dejó una profunda huella en
Torrealdai, hasta el punto de que consideró aquel tormento y sus
secuelas determinantes para desarrollar la enfermedad que finalmente
ha terminado con su vida.
Lo dijo de forma explícita en el
simposio sobre ‘Tortura, Memoria e Impunidad’ organizado por la
Facultad de Baiona en abril de 2015. En perfecto francés, Torrealdai
explicó lo sucedido durante su detención en la operación contra
‘Euskaldunon Egunkaria’. Lo hizo como no lo había hecho nunca
hasta entonces, y explicó que su decisión de hacerlo tan
pormenorizadamente se había visto favorecida por «el marco
académico y el carácter internacional del foro». La carga del
maltrato lo había ahogado.
Al final de su intervención reveló
que sufría un cáncer de médula ósea, a la vez que ponía de
manifiesto su «convicción personal», así como la de su siquiatra,
de que la enfermedad era «secuela directa de las torturas» que
padeció.
En: Naiz.