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“Aún me sigue enamorando aquel invencible grito”
Relato Paco Cela Seoane
Ya volcado en esta web en 14 capítulos, ahora ofrecemos la descarga de este relato precioso:
PRÓLOGO
Decía alguien que, si vuelves la cabeza atrás para contemplar el camino recorrido, ya todo empieza a quedar, como mínimo, a veinte años. ¡Y la de agua, ríos y hasta océanos que no ha corrido debajo de esos puentes! Pero, de tan absortos en el combate, de no levantar cabeza de tanto picar piedra en el desierto ¡ey, que ni cuenta nos hemos dado de que nos íbamos haciendo viejos!
Que sí, que medio cojos, que medio tuertos y por completo descangallados, pero me sigue enamorando que un mundo y parte del extranjero aquel grito de guerra tan nuestro ¡¡¿No querías revolución?, pues chavalín, ¡Toma Revolución¡¡ O aquel otro de: ¿Tristes? ¡Anda ya¡ Los tristes que se jodan y se tiren del primer puente que encuentren a mano.
Este es el espíritu que me gustaría transmitir a las nuevas generaciones de revolucionarios que ya asoman. El espíritu que a nosotros nos ha permitido cruzar las más bravas tormentas de la lucha de clases sin que se nos haya caído ni una sola de las banderas que nuestra clase depositó en nuestras manos.
Porque la Revolución es -Arenas dixit- ante todo y en primer lugar, una cuestión de actitud. De forma que si se produjese un cataclismo cósmico que nos devolviese al pasado y mañana, al despertar, nos encontrásemos con que habíamos regresado al Egipto de los faraones o a la Roma de los césares, pues, así y todo, con todo, nosotros ya no podríamos ser otra cosa distinta de lo que somos: ¡Comunistas y Antifascistas revolucionarios!
Agarrar con los puños, con las uñas y hasta con los dientes y, pase lo que pase, no soltarte jamás del cabo de la confianza ciega en la clase obrera y en los pueblos que es lo que te permite Arder y que el que se te acerque y te toque no pueda evitar prenderse en esas mismas llamas.
Ese mismo espíritu que tan magistralmente supo dibujar el camarada Julius Fucik en su soberbio: “Reportaje al pie de la horca”. Cuando dos comunistas se juntan, así sea en las mismas calderas del infierno, aunque no puedan dirigirse ni una sola palabra, basta que sus miradas se crucen para que, de inmediato, se constituya la Comuna que celebra la Vida, el Amor, la Fraternidad y la Lucha.
Éste es el espíritu que realmente nos hace invencibles porque bebe directamente de los manantiales del optimismo histórico de saber a ciencia cierta que el capitalismo, más pronto que tarde, será sepultado por el proletariado en el Basurero de la Historia.
Y que nosotros no lo lleguemos a ver no es impedimento alguno para Vivir, Luchar, Soñar y Amar en Comunista y para atisbar, tras un horizonte cada vez más próximo, la sociedad sin clases, sin propiedad privada y sin Estado. Como tampoco hay nada comparable a la formidable emoción de sentir a pleno pulmón que has sido el dueño absoluto de tu propio destino, que nunca te has puesto de rodillas y que jamás le has pedido permiso a autoridad alguna para llevar a cabo todo aquello que tu conciencia de clase te ha dictado.
Por eso, cuando haces un recorrido por las cárceles y ves a dirigente como Manuel, Victoria, Juán, Lucio, Arango, con más de 70 años de edad, con décadas y décadas de crudas clandestinidades y de durísima trena a sus espaldas, con más de 45 años de militancia revolucionaria y siempre en la primera línea de combate, condenados en la práctica a morir en la cárcel… Y compruebas que conservan intactas sus energías revolucionarias, la ilusión y el entusiasmo por conseguir un mundo sin explotadores y sin explotados, sin oprimidos y sin opresores, entonces, ¡buf!, cuando pronuncias en alto la palabra ¡CAMARADA! es tan bárbaro el Orgullo que… ¡El universo entero podría caberte en el pecho!
NOTA: Este relato está basado en experiencias propias, en experiencias ajenas que he tomado “prestadas” combinadas con otras que son de ficción. Así el relato de la huelga de la construcción de 1976, está basada en la huelga de la construcción de ese año y en la del sector de la madera y en la de la Central Térmica de Meirama de 1977. Y está escrito en primera persona para darle mayor agilidad narrativa y hacerlo más directo.
*Enlace descarga:
–https://drive.google.com/file/d/1Hh5vU9zg8x1mlLxfJCFCEJsyChZT9ss6/view?usp=sharing