Manuela la Parrillera, la maquis que lo perdió todo menos su espíritu rebelde / El asesinato de las 17 rosas de Guillena / España, refugio de los fascistas perseguidos en el mundo entero.

Foto. Manuela Díaz Cabezas.

Memoria histórica imprescindible:

-Manuela la Parrillera, la maquis que lo perdió todo menos su espíritu rebelde

Fue enlace de la guerrilla cordobesa hasta que las palizas para que delatara a los suyos la forzaron a echarse al monte, donde tuvo un bebé que falleció. Perdió a su padre, a su pareja, a un hermano y, cuando estaba en la cárcel, a otro hijo.

«Ese sueño de libertad mereció la pena», dijo antes de morir.

https://www.publico.es/politica/manuela-parrillera-maquis-guerrillera.html

Fotos de varias de las Rosas de Guillena.

-El asesinato de las 17 rosas de Guillena

Hoy no vamos a contar la historia de una sola mujer, si no que hoy traemos la historia de 17 mujeres. Ellas son Eulogia, Ana María, Antonia, Granada Garzón, Granada Hidalgo, Natividad, Rosario, Manuela Liánez, Trinidad, Ramona Manchón, Manuela Méndez, Ramona Navarro, Dolores, Josefa, Tomasa, Ramona Puntas y Manuela Sánchez. Todas, menos Antonia, que era de Loja, habían nacido en Guillena, una pequeña población sevillana.

Todas ellas estaban criando a sus hijos, la mayoría en edades que comprendían entre los dos años y los diez años, aunque también alguna era más mayor, como Granada Hidalgo, que tenía 70 años cuando fue fusilada, cuando varios hombres irrumpieron en sus hogares.

Ana María contaba con 29 años y dos hijos, y era madre soltera. Sacaba adelante a sus hijos como podía, cosa que no era fácil en aquellos tiempos, con una hambruna que se cebaba con los más pobres. Además, ambos tenían el apellido de la madre, algo que no se pasaría inadvertido en el pueblo.

Trinidad había parido ocho hijos y cuando los hombres entraron en su casa para llevársela, una de sus hijas se ofreció a ir en su lugar, pues sabía el destino que correría su madre. De hecho, estuvo en la puerta del cementerio hasta que su madre fue asesinada. Manuela Méndez tenía dos

hijos, de cinco y tres años, y ella solo contaba con 24 años, la misma edad que Ramona Navarro, solo que esta tenía dos hijas. Tomasa tenía 61 años y cinco hijos criados gracias al sueldo que podían conseguir en el campo. Antonia había nacido en Loja y muy jovencita conoció a su marido, que era de Ronda, luego marcharon a vivir al pueblo sevillano, esperando una vida mejor, junto con sus tres hijos. A Granada Garzón la conocían como “la gitana” y había tenido a sus nueve hijos en el mismo pueblo donde ella había nacido, en Guillena. Granada Hidalgo era la más mayor, y también la única que sabía leer. Natividad y Rosario eran vecinas, ambas vivían en la c/ Pablo Iglesias. Manuela Liénez, ‘la esterona’, se quedó en Guillena cuando su marido huyó debido a la entrada de las tropas franquistas en el pueblo. A Ramona Manchón le asesinaron a su marido, igual que al de su tocaya, Ramona Puntas, pero ellas salían adelante por sus hijos. Dolores tuvo nueve hijos, mientras que Josefa solo dos. Gracias a Manuela Sánchez, su marido pudo sobrevivir a la guerra y nunca fue represaliado por el bando nacional.

Todas ellas vivían en Guillena cuando, en el otoño del 37, la columna del bando nacional de Sevilla entró en el pueblo, deteniendo a 19 mujeres. Allí no encontraron resistencia ninguna, y no fue difícil apresarlas, a pesar de los gritos de los niños y las niñas, de las hijas o de los bebés.

Pero ¿Quiénes eran? ¿Qué delitos habían cometido? Fueron interrogadas y torturadas, pero ninguna supo o quiso contestar a las preguntas que se les hacía, sobretodo aquella en la que preguntaban por el paradero de sus maridos, hijos o amigos republicanos. La mayoría de ellas tenían a sus esposos en el frente, luchando contra el golpe de estado franquista, pero también había algunos resistiendo en la sierra sevillana. Granada Garzón tenía, además de a su marido en el frente, a un hijo de diecinueve años. Ambos fueron asesinados a lo largo de la guerra. Y Granada Hidalgo, a varios hijos. Buscaban con ahinco al marido de Manuela Sánchez, que había sido un miembro destacado de la Unión Republicana Local. A Ana María se la había visto con algunos soldados republicanos.

Pero ninguna de ellas era activista, ni participaba en ninguna organización política o de resistencia del pueblo. Nunca habían dado un mitin, ni se metían en esos temas.

Nada de eso les sirvió. Después de los interrogatorios, fueron condenadas por “ser sujetos peligrosísimos de afiliación marxista’, dado que, según un telegrama enviado al cuartel de Franco, habían aportado comida a varios huidos en la sierra.

Después del veredicto (del que dos detenidas más salieron inocentes) las mujeres fueron rapadas y humilladas, obligadas a hacer el paseillo por el pueblo, para que el resto de los habitantes aprendieran la lección. Tras eso, las subieron a un camión y las trasladaron a Gerena, un pueblo cercano, llevándolas directamente al cementerio. Allí, el comando de Falange de Genera, todos con nombres y apellidos, las apuntaron y comenzó la primera ráfaga de disparos. Los testimonios dicen que había una embarazada, cercana a dar a luz ya. Todas corrieron a intentar protegerse, pero no fue posible. Una a una, cayeron las 17 mujeres, las rosas de Guillena. Su único delito fue ser madres, esposas o conocidas de soldados del bando republicano.

El 23 de enero de 2011, se inició en el cementerio de Gerena la exhumación de los cuerpos de las personas fusiladas que allí había, que concluía en febrero de 2012. Fue posible recuperar los 17 cuerpos de las rosas de Guillena, proceder a su identificación y entregárselos a sus familiares. Se descubrió, además, que no había una, sino dos mujeres embarazadas. Aun no está cerrado el caso, pues en 2015, algunos familiares denunciaron los hechos en el juzgado de Sevilla, para que se investigue realmente qué ocurrió y quiénes fueron los culpables de todos estos asesinatos.

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=2815317698686180&id=100006239324007

Foto del criminal de guerra Ante Pavelic.

-Desde 1939 España ha sido el refugio de los fascistas perseguidos en el mundo entero por sus crímenes

Durante el franquismo, miles de criminales de guerra y colaboracionistas de regímenes de extrema derecha encontraron asilo en España u obtuvieron la ayuda del Estado para su marcha. Para decenas de nazis y colaboracionistas del régimen de Hitler, España se convirtió en un lugar seguro donde refugiarse y rehacer sus vidas. Además, personajes tan oscuros y macabros como el dictador genocida croata Ante Pavelic pasaron sus últimos años de vida en el Estado, bajo la protección de Franco. Por último, para una serie de criminales latinoamericanos de extrema derecha vinculados a las dictaduras de los años 70 y 80, el país ha actuado como un refugio seguro.

Pierre Laval, Abel Bonnard, Maurice Gabolde. Jan Buyse. Otto Skorzeny, Léon Degrelle, Reinhard Spitzy, Firedhelm Burbach, Johannes Bernhardt, Hauke Bert Pattist Joustra, Otto Remer… La mayoría de estos criminales nunca mostró ni un ápice de arrepentimiento y han sido intocables debido a las medidas adoptadas.

https://www.eulixe.com/articulo/reportajes/espana-refugio-criminales-guerra-colaboracionistas-extrema-derecha/20201029081100021272.html

Un comentario sobre “Manuela la Parrillera, la maquis que lo perdió todo menos su espíritu rebelde / El asesinato de las 17 rosas de Guillena / España, refugio de los fascistas perseguidos en el mundo entero.

  1. Elisabeth bertran martí Contestar

    NI QUIERO OLVIDAR,
    NI QUIERO PERDONAR.
    LA MALDAD HUMANA NO LA SUPERA NADA QUE EXISTA O HAYA EXISTIDO DESDE LA CREACIÓN……….. GRACIAS POR SUBIR TEMAS DE ESTA ÍNDOLE.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.