Repaso a la historia:
-Cómo occidente se repartió África en 30 años:
En 1884, 13 naciones europeas se reunieron en Berlín con un curioso objetivo: repartirse un continente entero. Como si de una jugosa tarta se tratara, los allí presentes negociaron para decidir qué parte se quedaba cada uno, obviando claro está a los pobladores de dicho continente, sus naciones, historia, raíces o cultura. El resultado fue un siglo entero de saqueo de los recursos naturales y guerras sin fin que provocaron millones de muertos. Hoy esos mismos países que se repartieron y destrozaron África, levantan muros para que sus empobrecidos habitantes no puedan escapar de la ruina que provocaron.
–Reparto a sangre y fuego:
*Zambia y Zimbabwe
Los países hoy llamados Zambia y Zimbabwe se denominaron a partir de 1894 y durante muchos años posteriores Rhodesia del Norte y Rhodesia del Sur. Los nombres se los puso el racista, imperialista, esclavista, fanático cristiano, comerciante sin escrúpulos y mayor traficante de diamantes y oro de la historia, Cecil Rhodes (1855-1902), en su propio honor y gloria. En su empeño, contó con el beneplácito y apoyo de Gran Bretaña, su cuna ideológica y civil.
En 2002, la presidencia de Zimbabwe propuso de forma no oficial en la ONU eliminar de la historia de ese país al racista Rhodes, y como hecho ejemplarizante, destruir su tumba en Bulawayo. Gran Bretaña se negó, pues forma parte fundamental de la historia de Zimbabwe. El Gobierno de este país respondió: Sí, como el del mayor ladrón de riquezas, tierras y ganado; y esclavista de la historia de toda África.
*Namibia
Los hereros se sublevan contra los colonialistas alemanes en África del Sudoeste (la que hoy se llama Namibia). El genocidio de los hereros y namaquas ocurrió desde 1904 hasta 1907, durante la repartición colonial-imperialista de África.
El 2 de enero de 1904, los hereros se rebelan contra el dominio colonial alemán. En agosto, el general alemán Lothar von Trotha derrotó a los hereros a sangre y fuego en la Batalla de Waterberg y los persiguió por el desierto de Omaheke, donde la mayoría de los hereros murieron de hambre y sed. En octubre, los namaqua también se levantaron en armas contra los alemanes y fueron tratados de manera similar. En total, 65.000 hereros (aproximadamente el 70% del total de la población herero), y 10.000 namaquas (50% del total de la población namaqua) fueron exterminados.
En 1985, la ONU reconoció el intento de Alemania de exterminar a los pueblos herero y namaqua como el primer genocidio del siglo XX.
*1909. Rif
El 9 de junio, se inicia una insurrección, popular y armada, en el Rif marroquí. Al mes exacto, el gobierno español llama a filas a los reservistas, para enviarlos allí. Dos días después, los socialistas abarrotan el mitin en Madrid contra la guerra. En Barcelona, el 18 de julio cientos de obreros se enfrentan a las fuerzas represivas para impedir que el Batallón Cazadores Reus embarque hacia Marruecos. El 26, comienza la Semana Trágica, como huelga insurreccional en Barcelona, Sabadell y otras poblaciones industriales y el 28 se decreta el Estado de Excepción en todo el Estado español. El Partido Radical de Lerroux, se aprovecha del odio del pueblo hacia la Iglesia, e instiga la quema de iglesias y conventos. La represión se desata. El 1 de agosto termina la Semana Trágica, con cien obreros muertos, juicios sumarísimos y condenas a muerte y a perpetuidad. Se inician los fusilamientos el 4 de agosto, siendo el primer asesinado el obrero barcelonés José María Baró y se ordena el cierre de 34 centros culturales obreros de toda Barcelona. Como respuesta, en septiembre se forma la Conjunción Republicano-Socialista. El 13 de octubre, fusilan a Francesc Ferrer i Guardia, firme defensor de la exclusión de la religión en la enseñanza. Al día siguiente, en París, Londres, Roma y otras siete ciudades europeas, se celebran grandes manifestaciones contra el fusilamiento, contra Maura y contra la monarquía que lo ejecutó. Mal, muy mal tuvieron que ver las cosas los gobiernos europeos, para que el 1 de noviembre, los diputados derechistas franceses pidieran la creación de un ejército colonial de 100.000 negros para poder intervenir en un conflicto europeo. El 28 de noviembre, en Madrid, se inaugura la Casa del Pueblo, con sentidísimo recuerdo a todos los compañeros catalanes. Aquel era otro PSOE, está claro. Otra enseñanza, los obreros catalanes dieron la espalda al oportunista Lerroux y viraron hacia el anarco-sindicalismo.
La anécdota infamante la pusieron las damas de la burguesía, que el 18 de julio, en el puerto de Barcelona, regalaron cigarrillos y medallitas a los soldados obligados -todos pobres, pues los ricos se libraban del Ejército pagando una redención en metálico-. Éstos arrojaron las medallas al mar, y cientos de obreros, que estaban allí para despedirles reivindicando, empezaron a gritar al unísono: “¡Tirad los fusiles!, ¡Abajo la guerra!, ¡Que vayan a ella los ricos!”. La chispa fue encendida.