Repasando la historia:
Las Olimpiadas 1936 de Barcelona que nadie recuerda
Cada celebración de los aniversarios de las Juegos Olímpicos del 92 une a nacionalistas catalanes y españoles bajo el mismo techo capitalista.
Las Olimpiadas Populares en Barcelona de 1936, que este año cumplen 85 años tuvieron un trasfondo más conmovedor del que nadie quiere acordarse.
Todo lo contrario al 92 aconteció en la Barcelona de 1936, donde la eclosión del movimiento obrero reproducía innumerables asociaciones sociales y deportivas. Los clubes deportivos jugaban un papel conciliador y eran canales de transmisión al servicio de la sociedad.
Por entonces aproximadamente en las mismas fechas, del 22 al 26 de julio se tenía previsto realizar las Olimpiadas Populares en Barcelona en contraposición de las XI Olimpiadas de Berlín que tendrían lugar un mes después en pleno régimen de Hitler. Las Olimpiadas Populares no tradicionales pretendían crear unos juegos internacionales para hacer frente al fascismo. Muchos de los países se negaron al principio a participar en los Juegos Olímpicos de Berlín, lo mismo que miles de atletas y deportistas, que veían en estos juegos paralelos el campo de batalla donde poder mostrar al mundo su oposición al avance del fascismo.
En las Olimpiadas Populares de Barcelona iban a participar unos 6.000 atletas de 23 países, aún más participantes que en las Olimpiadas de Berlín donde participaron 3.993 atletas de 49 países. Finalmente las Olimpiadas Populares tuvieron que suspenderse debido al levantamiento militar del 18 de julio. No obstante, muchos deportistas disgustados por los acontecimientos no se quedaron con los brazos cruzados ante la inminente guerra. Los que volvieron a sus países tuvieron un papel proactivo frente a la propaganda nazi y no pocos de los deportistas se quedaron a participar de las milicias en España. Para mucha gente esto era un tema muy serio que no podía dejarse de lado. Las Brigadas Internacionales, tal como se denominan, empiezan a llegar a España a mediados de octubre de 1936, así que técnicamente hablando estos deportistas fueron los primeros “brigadistas” que se quedaron a defender y a morir por la libertad.
Las otras Olimpiadas del 36 en Barcelona también fueron entonces un referente internacional del deporte además de un aliento popular frente al miedo y al racismo que venía. Deportistas de todo el mundo no solo vinieron a representar a sus países, si no que vinieron a dar la cara por el nuestro. Merecerían un mayor reconocimiento, quizá algún día…
Artículo completo, de 2017: