Memoria histórica imprescindible:
-Severino Rivas Barja. Alcalde republicano de Castro de Rei (Lugo) y Socialista.
En 1936, sicarios falangistas lo asesinaron en Portomarín (Lugo)
Severino Rivas Barja nació en Loentia (Lugo) en 1875. Era labrador, enviudó a finales de la década de 1920, y envió a su hijo menor, Darío Rivas, con 8 años, a Argentina, donde ya residían sus hermanas mayores. Hombre de extensa cultura y vinculado al PSOE, tuvo una destacada vida política, que incluye su militancia contra la dictadura del general Primo de Rivera a favor de la II República Española. En 1931 fue elegido presidente de la Agrupación Socialista Agraria de Castro de Rei.
Compartía los ideales del Frente Popular (febrero de 1936), y fue elegido democráticamente alcalde de su pueblo, Castro de Rei, el 9 de mayo de 1936. Producida la insurrección de un sector del ejército rebelde en julio de 1936, en pocos días los sublevados ocuparon Galicia y específicamente la provincia de Lugo, siendo preponderante allí la actuación de los mercenarios de falange.
El 29 de julio del mismo año 1936 se personó la guardia civil en las dependencias municipales de Castro de Rei para destituir y detener al alcalde Severino Rivas, junto a los demás miembros de la corporación municipal, cumpliendo una orden de la Falange, acusados de traición a la patria y tenencia ilícita de armas. Severino estuvo apenas 3 meses en el cargo.
El expediente procesal de Severino Rivas menciona su ingreso a la prisión provincial de Lugo el 26 de Agosto de 1936, y su liberación el 29 de octubre de ese año, por orden del gobernador militar de Lugo. Lo habían pedido los vecinos y el sacerdote del lugar.
Ese mismo día Severino fue asesinado junto a la capilla de Cortapezas, en la localidad de Portomarín, junto con un combatiente de las guerrillas Republicanas. La partida de defunción fija su deceso “por hemorragia profunda por proyectil de arma de fuego en la margen derecha de la carretera que va de Lugo a Portomarín”. Fue enterrado anónimamente en una fosa común en lo que hoy es el cementerio de Cortapezas.
Durante más de 50 años, Darío Rivas intentó por todos los medios encontrar los restos de su padre. En 1994, durante un viaje de Darío a España, un antiguo vecino de Portomarín le proporcionó los datos que le permitieron hallar el lugar de enterramiento. Después de largas gestiones, y con la intervención de la ARMH, los restos de Rivas Barja fueron finalmente enterrados en el panteón familiar de Loentia en agosto de 2005. Su hijo, de 85 años, pudo finalmente completar una búsqueda que le había llevado más de 2 tercios de su vida.
-Ramiro Armesto Armesto. Presidente de la Diputación de León
Asesinado por las hordas franquistas en 1936.
Formó parte de la lista de Unión Republicana en las elecciones de febrero de 1936 que ganó el Frente Popular
Ramiro Armesto Armesto, abogado de profesión, nació en Villafranca del Bierzo en 1903 y posteriormente fue alcalde de Sobrado, donde se casó con Sofía Pérez. En las elecciones de 1936 formó parte de la lista de Unión Republicana por León y, tras la victoria del Frente Popular, formó parte de la Comisión Gestora de la Diputación. El 20 de marzo asumió la Presidencia de la institución.
Cuatro meses después del golpe de Estado franquista del 18 de julio de 1936, los sublevados detuvieron en el Gobierno Civil de León al gobernador Emilio Francés, al presidente de la Diputación Ramiro Armesto y al alcalde de León Miguel Castaño. Junto a ellos, una docena de políticos, militares y simpatizantes republicanos, sindicalistas y periodistas, entre ellos Nicostrato Vela, padre del pintor José Vela Zanetti, fueron encerrados en el campo de concentración establecido en San Marcos.
Después de varios meses de cárcel, el 4 de noviembre se celebró un juicio sumarísimo en el que todos ellos fueron condenados a muerte, sentencia que se ejecutó en la madrugada del día 21 del mismo mes en el muro del campo de tiro de Puente Castro, lugar de innumerables ejecuciones durante la Guerra Civil.
La lista de ejecutados ese 21 de noviembre, recogida en el libro “Asesinaron la democracia” de Carlos J. Domínguez, estaba formada por Emilio Francés, Ramiro Armesto, Miguel Castaño. Además, Félix San Pedro, presidente del Frente Popular; Lorenzo Martínez, presidente del comité local de León del Partido Sindicalista; Manuel Santamaría, miembro del comité local de Izquierda Republicana; Lorenzo Martín, diputado provincial por Unión Republicana; Modesto Sánchez “Cadenas”, secretario del Ateneo Obrero; Atanasio García y Onofre García, periodistas; Jesús González y José María de Celis, vinculados al Partido Comunista; Isidoro Álvarez, sargento jefe de serenos del Ayuntamiento de León; Antonio Fernández, miembro del Sindicato Minero Castellano Leonés; y Orestes Vara, oficial de Correos.
La figura de Ramiro Armesto, último presidente republicano de la Diputación de León, permaneció en el ostracismo durante la dictadura franquista y no fue hasta bien entrada la ‘democracia’ cuando recuperó, al menos en parte, el lugar que le corresponde en la Historia. En 1977, José Vela Zanetti (cuyo padre, Nicostrato Vela, jefe de los servicios veterinarios del ayuntamiento de León fue fusilado pocos días después que Armesto), entregó el retrato que cuelga en la galería de presidentes provinciales en el Palacio de los Guzmanes.
En 1989 la propia Diputación, presidida entonces por el socialista Alberto Pérez Ruiz, restituyó el honor de Ramiro Armesto en un acto de homenaje que se llevó a cabo en su casa familiar de Sobrado y en el que estuvieron presentes su viuda, Sofía Pérez, y el propio Vela Zanetti, entre otras autoridades. En este homenaje, Pérez Ruiz hizo entrega a Sofía Pérez del bastón de mando y la medalla de presidente de la Diputación que correspondían a Ramiro Armesto, así como de un pergamino que reflejaba el acuerdo alcanzado por unanimidad por todos los grupos políticos para llevar a cabo el acto.
-El Gobierno autoriza 54 exhumaciones en el Valle de los Caídos, pero no ejecuta ninguna
Patrimonio Nacional reconoce el derecho a la exhumación de los restos a 54 familias de represaliados en la sublevación y la dictadura mientras la Administración acumula ya un retraso de casi cinco años en ejecutar la orden judicial para exhumar a los hermanos Lapeña.
«Seguimos igual, en espera. No sabemos nada en concreto. Nos llamaron, pero les dijimos que si no era para decirnos qué día empiezan los trabajos no íbamos a ir; no para que se hicieran una foto, y menos con la pandemia».
Pura Lapeña se cansa de esperar al día en que los restos de Antonio y Manuel Lapeña, su abuelo y su tío, sean exhumados del Valle de los Caídos, algo que sigue sin ocurrir a pesar de que el Juzgado número 2 de El Escorial lo ordenó en mayo de 2016, hace ya casi cinco años.
–https://www.publico.es/politica/gobierno-autoriza-54-exhumaciones-valle-caidos-no-ejecuta.html