Cartas desde prisión:
Manuel Pérez Martínez
Aranjuez, 30 marzo 2021
(…/…) Es cierto que nuestra correspondencia se va “normalizando”. Ayer me entregaron tres cartas, entre ellas la tuya del 1 de Marzo.
Pero con las cartas me dieron a firmar una “diligencia de notificación” (que no firmé), en la que se me comunica que “se ha recibido una carta para Ud. (…) una vez abierta en el interior de la misma se encuentran textos de publicaciones ‘fotocopiadas’ que carecen de pié de imprenta y no de depósito legal, lo cual incumple la normativa al respecto, por lo que la misma queda retenida en el Dpto. de objetos retenidos hasta su puesta en libertad”.
La notificación tan solo se refiere a las “fotocopias”, y como las fotocopias, como es bien sabido, no salen de ninguna imprenta, no pueden tener, por tanto, “pie de imprenta”. En todo caso debería tener “pie de fotocopiadora” ¿no te parece? En cuanto al depósito legal ¿cómo hacer entrega de unas simples fotocopias en el depósito legal? ¿Cómo “legalizarlas”? En fin, la cosa es que he sido condenado a tener que esperar hasta el año 2031 para poder leerlas.
Bueno, ya tengo varias notificaciones como esa para entregárselas a mis abogados, a ver qué se puede hacer con ellas. De poco ha servido tratar de convencer por mi parte a los funcionarios responsables de la “Seguridad” que no se trata de libros o de otras publicaciones “ilegales”, sino de unos simples “papeles” para mi uso privado; que soy “publicista” y que necesito esos papeles para hacer mi trabajo.
Digo de “poco ha servido” mis quejas, pero la verdad es que sí que me han servido para que me hayan entregado la mayor parte de esos papeles fotocopiados y tus cartas.
¡Al fin he podido ver la portada de mi último libro!* Ha quedado muy bien. Aunque a primera vista parece un garabato, esas espirales es como un muelle de acero que impulsa el movimiento hacia arriba.
También ha quedado muy bien la carátula de “Partido y Movimiento”. Por cierto, que como este otro libro tiene “depósito legal” no he tenido ningún problema en la recepción. El problema aparece cuando trato de hacerles comprender que para que un libro pueda ser publicado con su correspondiente pie de imprenta y el depósito legal, antes tiene que ser escrito y “pulido” y esa labor necesaria no es pública. Es decir, tiene un carácter personal o privado. Claro que como en este bendito país eso de pensar, escribir, opinar o cantar se está poniendo cada día más prohibido…
Manuel
*“El proceso de transición del capitalismo al comunismo”. De enero 2021.