Alientos de lucha
Agenda
Imprescindibles:
-Miquel Martí i Pol (Barcelona 1929 – 2003)
Orden de fabricació
*Amb cotó egipci
filarem angoixa;
amb cotó espanyol
filarem paciencia
amb cotó americà
filarem prosperitat.
*Con algodón egipcio
hilaremos angustia;
con algodón español
hilaremos paciencia;
con algodón americano
hilaremos prosperidad.
-Xu Lizhi (China 1990 – 2014)
Así es cómo de pie me duermo
Al papel que tengo delante, amarillento,
Con la pluma le estampo descuidados trazos
/ negros
rebosantes de léxico de empleo.
Taller, línea de montaje, maquinaria, cartilla,
hora extra, sueldo…
Yo nada más obedezco,
no puedo luchar, ni resistir
no puedo denunciar, ni maldecir
solo extenuarme sin hacerme oír.
Desde el día en que llegué,
ansío cada día 10 el cheque gris con mi
/ estipendio
tardío solaz que me otorga mi dueño.
Por esta paga limé asperezas, discursos limé,
decliné la huelga, olvidé la baja, permisos
/ rechacé,
ni irme un poco antes ni llegar tarde juré.
Aquí clavado junto a la línea de montaje, manos
al vuelo, cuántos días claros, cuántas noches
negras, así tal cual, de pie me duermo.
*Obrero y poeta. Se suicidó debido a las condiciones de esclavitud en la fábrica de componentes electrónicos FOXCONN. Fue uno de los 16 suicidios que se han producido en esta empresa a partir de 2010.
-Miguel Hernández (1910 – 1942)
De la extensión de Rusia, de sus tiernas ventanas,
sale una voz profunda de máquinas y manos,
que indica entre mujeres: Aquí están tus hermanas,
y prorrumpe entre hombres: Éstos son tus hermanos.
-Federico García Lorca (Granada 1899 – 1936)
Romance de la guardia civil española
Los caballos negros son.
Las herraduras son negras.
Sobre las capas relucen
manchas de tinta y de cera.
Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras.
Con el alma de charol
vienen por la carretera.
Jorobados y nocturnos,
por donde animan ordenan
silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.
Pasan, si quieren pasar,
y ocultan en la cabeza
una vaga astronomía
de pistolas inconcretas.
¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas, banderas.
La luna y la calabaza
con las guindas en conserva.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Ciudad de dolor y almizcle,
con las torres de canela.
(…)
¡Oh, ciudad de los gitanos!
En las esquinas, banderas.
Apaga tus verdes luces
que viene la benemérita.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Dejadla lejos del mar,
sin peines para sus crenchas.
Avanzan de dos en fondo
a la ciudad de la fiesta.
Un rumor de siemprevivas
invade las cartucheras.
Avanzan de dos en fondo.
Doble nocturno de tela.
El cielo se les antoja
una vitrina de espuelas.
La ciudad, libre de miedo,
multiplicaba sus puertas.
Cuarenta guardias civiles
entran a saco por ellas.
Los relojes se pararon
y el coñac de las botellas
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.
Un vuelo de gritos largos
se levantó en las veletas.
Los sables cortan las brisas
que los cascos atropellan.
Por las calles de penumbra
huyen las gitanas viejas
con los caballos dormidos
y las orzas de monedas.
Por las calles empinadas
suben las capas siniestras,
dejando detrás fugaces
remolinos de tijeras.
En el portal de Belén
los gitanos se congregan.
San José, lleno de heridas,
amortaja a una doncella.
Tercos fusiles agudos
por toda la noche suenan.
… /…
La Virgen cura a los niños
con salivilla de estrella.
Pero la Guardia Civil
avanza sembrando hogueras,
donde joven y desnuda
la imaginación se quema.
Rosa la de los Camborios
gime sentada en su puerta
con sus dos pechos cortados
puestos en una bandeja.
Y otras muchachas corrían
perseguidas por sus trenzas,
en un aire donde estallan
rosas de pólvora negra.
Cuando todos los tejados
eran surcos en la tierra,
el alba meció sus hombros
en largo perfil de piedra.
¡Oh, ciudad de los gitanos!
La Guardia Civil se aleja
por un túnel de silencio
mientras las llamas te cercan.
¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Que te busquen en mi frente.
Juego de luna y arena.