Caídos en la lucha contra el fascismo
45 aniversario de la caída en acción armada de los guerrilleros José López Ragel y Fausto Peña Moreno
-José López Ragel, 31 julio 1976
Gaditano y vecino de Jerez, José apenas tuvo ocasión de aprender a leer y escribir, lo que no le impidió adquirir una amplia cultura por sus sus propios medios. Trabajaba por temporadas como jornalero en la vendimia, lo que alternaba con el de peón en una modesta bodega jerezana.
Había militado en organizaciones comunistas de izquierda en los años setenta y estuvo unos meses en la cárcel por su lucha política.
Perseguido por la policía española, en 1974 se exilió en Portugal donde luchó en la Revolución de los Claveles para acabar con el régimen salazarista.
En el verano de 1975 ingresó en el PCE(r) procedente de la OMLE, que había conocido un mes antes tras entrevistarse con Isabel Llaquet.
Con él ingresaron en la organización un amplio círculo de obreros de las bodegas jerezanas y jornaleros del campo de Jerez y San Fernando.
A los pocos meses solicitó su entrada en los GRAPO, pues sus compañeros destacaban su gran seriedad y profesionalidad revolucionaria. Intervino en el comando que expropió un importante alijo de 40 rifles en una armería sevillana, así como en varios bancos. Participó en el operativo de explosivos del 18 de julio del 76.
Cuando contaba con 29 años de edad, murió en el transcurso de una acción armada el 31 de julio de 1976 en Sevilla, cuando le explotó encima la bomba que iba a colocar junto con el también fallecido camarada Fausto Peña Moreno en la sede de los juzgados.
-Fausto Peña Moreno, 31 julio 1976
Vecino de Sevilla, Fausto era un obrero metalúrgico que había trabajado como soldador en la emigración en Alemania. Tras ser un adnegado militante revolucionario en varias organizaciones comunistas de izquierda, se hartó de los charlatanes. A través de su inseparable compañero y amigo José López Ragel conoció a el PCE(r) y empezó a militar en sus filas en el verano de 1975.
Entonces trabajaba como obrero soldador de la empresa ISA. Pero por su experiencia anterior, estaba convencido de que al fascismo sólo se le puede hacer frente con las armas en la mano, así que pidió su ingreso en los GRAPO. Siempre en compañía de José López Ragel, intervino en el comando que expropió un importante alijo de 40 rifles en una armería sevillana, así como en varios bancos.
Más adelante participó en la oleada de más de 30 bombas colocadas el 18 de julio de 1976 para reivindicar la amnistía para los presos políticos y la continuación del régimen fascista.
Murió en un operativo militar de los GRAPO el 31 de julio de 1976 en Sevilla en la segunda oleada de bombas por la amnistía, cuando le explotó encima el artefacto que iba a colocar junto con el también fallecido José López Ragel en la sede del Palacio de Injusticia de Sevilla.
En el momento de fallecer tenía 32 años y dos hijos. Fue enterrado en el cementerio de San Fernando de Sevilla.
La prensa le dedicó un cómplice y represivo silencio.
*No así a la denuncia de sus fallecimientos:
ABC, 5 agosto 1976: “Una patrulla de la Policía Armada sorprendió ayer, sobre las dos de la tarde en Jerez, por los contornos de la zona de Picadueña Alta, a dos individuos que estaban distribuyendo propaganda de los llamados Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre. En las referidas octavillas, que habían sido arrojadas por todos los alrededores de la citada zona, se hacía una especie de cántico en “honor a los héroes del pueblo José López Ragel y Fausto Peña Moreno” -como se lee textualmente en la propaganda-, muertos en Sevilla “cuando se disponían a llevar a cabo una acción armada contra el fascismo” en la madrugada del 31 de julio, al hacer explosión el artefacto que portaban. En el instante en que la Policía Armada se disponía a identificar a los dos individuos que distribuían la propaganda, uno de ellos hizo fuego con una pistola contra el cabo de la Policía Armada don Miguel Ángel García Lobato, quien resultó ileso.
Fue detenido uno de los individuos que repartían la propaganda -un joven de unos dieciocho años de edad-, pasando a las dependencias de la comisaría de Policía… El agresor emprendió la huida hacia la zona de bodegas de este lugar, haciendo algunos disparos más, viéndose el policía armada obligado a usar su arma. Se refugió aquel en la entrada de las bodegas Zoilo Ruiz-Mateos y allí desapareció.”