Movimiento obrero. Su brutal situación:
-Sobre la lucha en Tubacex
AL PUEBLO TRABAJADOR DE EZKERRALDEA
Los trabajadores y trabajadoras de Tubacex cumplen hoy 200 días en huelga indefinida. Desde el 11 de febrero se mantienen en lucha para conservar los 129 puestos de trabajo que la empresa quería destruir con la excusa de la pandemia. Aunque los jueces les han dado la razón y han declarado nulo el ERE que querían aplicarles, la empresa sigue sin readmitir a los trabajadores. Todavía esperan conseguir en Madrid lo que no han conseguido en el Tribunal Superior del País Vasco. Una situación que es exactamente la misma que están padeciendo los trabajadores de PCB en Sestao y Barakaldo. Aunque los 87 trabajadores despedidos tendrían que haberse reincorporado tras la sentencia del 4 de mayo, cinco meses después siguen sin poder ir a trabajar.
Esta destrucción de puestos de trabajo que pretenden las empresas con la excusa de la pandemia es un ataque directo a la clase trabajadora. Pero no se queda ahí. Lo que buscan los empresarios es destruir los escasos empleos de calidad que quedan para volver a contratar trabajadores en peores condiciones laborales, con peores sueldos y contratos más precarios. Con menos derechos y más dificultades para organizarse. Creando castas y enfrentando a los trabajadores entre sí. Que la solidaridad obrera se convierta en un “sálvese quien pueda” y mirar para otro lado. Algo que conocen muy bien los estibadores eventuales del Puerto de Bilbao…
Además de estos ataques directos, estamos asistiendo en las últimas semanas a una serie de medidas que profundizan en el empobrecimiento de la clase trabajadora. La subida desorbitada del precio de la luz (y también de la gasolina) va a provocar una subida de precios generalizada, por lo que con el mismo dinero tendremos acceso a menos bienes de consumo. Y si se dispara la inflación, las que más perjudicadas saldremos seremos las trabajadoras y los trabajadores. Los empresarios aprovecharán para especular todavía más, como ya están haciendo las compañías eléctricas vaciando embalses ahora que la luz está más cara. La ambición no tiene límites…
Por mucho que nos indignemos, no vamos a parar esta ofensiva capitalista sin organizarnos y tomar las calles. Todo esto que está pasando está siendo posible por la pasividad de la clase trabajadora, y por la confianza en que con pequeñas reformas se pueda mejorar el sistema. Pero no es así. O reaccionamos cuanto antes, o en muy poco tiempo nos preguntaremos como pudo atraparnos esta pesadilla.
Llega setiembre y los medios de comunicación intentarán estirar “el chicle del Covid” todo lo que puedan. Quieren tenernos paralizados y atemorizados. Que no pensemos en otra cosa y seamos más fáciles de domesticar. Pero ahora que lo peor de la pandemia ha pasado, nos toca espabilar y superar nuestros miedos. No solo a la enfermedad, sino también a la policía cuya presencia en las calles se ha normalizado, o a una democracia podrida que encarcela hasta a cantantes. Es hora de construir nuestras propias alianzas, en cada barrio, en cada centro de trabajo. O pensamos y actuamos como clase obrera, o nos seguirán pasando por encima con absoluta facilidad. Nos vemos en las luchas…
LANGILEON EZKERRALDEA PIZTERA GOAZ!
Burbuja inmobiliaria:
-La banca infla una nueva burbuja inmobiliaria con el dinero del BCE
Las entidades financieras disparan gracias a la liquidez que les inyecta el Banco Central Europeo a niveles desconocidos en una década la concesión de créditos para la compra de viviendas, un sector que al consolidarse como refugio de inversores particulares y fondos de inversión está desatando una espiral inflacionista que comienza a acercar los precios a los del anterior ‘crash’ con los riesgos de generar otra crisis habitacional que eso entraña.
Corrupción:
-Las instituciones vascas gastan casi 40.000 euros en un restaurante del presidente del Athletic Club.
El alcalde de Bilbao y su gabinete son quienes más veces han acudido al restaurante. Han desembolsado de media unos 2.000 euros anuales.
Viñetas son mazazos:
-Derecho a…
*Todo el mundo merece acceso a internet.
-Comer también “Me gusta”.