‘Instrucciones para leer ciertos periódicos’ de Uwe Wandrey; Libro de Alexandr Fadéiev: Emocionarse con los jóvenes soviéticos; ‘Muchacha’ de Daniel Viglietti.

Foto. «La máquina de escribir», de J.A. Mella, 1928.

La otra historia

Cultura, antagonismo de clases:

-Instrucciones para leer ciertos periódicos

Uwe Wandrey (1939).

Poeta perteneciente al grupo Hamburg linksliterarisch. Tiene una producción agitprop muy importante.

Aprendamos a leer los periódicos:

leamos «sí» si pone «no»;

leamos «no» si pone «sí».

Si pone «excesivas exigencias salariales»

leamos «excesivas exigencias en los beneficios empresariales».

No creáis las informaciones que os quieren hacer creer

que os va bien porque ganáis dinero.

Sabed que os compran

para que les calléis sobre la injusticia.

Sabed que el dinero con el que se os hace callar

es vuestro propio dinero.

Cuando se publica, (por escrito y además con foto):

«policía herido por manifestante»

añadiremos

«después de que este policía había derribado a porrazos a otros diez manifestantes indefensos».

Si oís que en Asia

niños inocentes caen víctimas, como ellos dicen,

del “monstruoso hado de la guerra”, si eso oís

no creáis que existe un hado, sino buscad las causas

y buscad los culpables.

Planean vuestras víctimas en tantos por cientos.

Mas buscad las causas no sólo en las personas.

Buscadlas, ante todo, en el sistema que les alienta

a oprimir y matar a los otros.

En su sistema siempre podéis elegir entre la crisis o la guerra.

En vez de «se teme el estado de excepción» leamos

«se desea el estado de excepción».

Y si está escrito que ayer, día en que nos visitó el Sha,

fue «un día negro»

leamos «fue un día diáfano porque nos mostró que

nos aguardan días negros».

Y si se os cuenta que hay que velar

por la tranquilidad y el orden,

preguntad por los intranquilos y descontentos,

preguntadles qué es lo que les pone tan intranquilos.

Si leéis mañana en vuestro periódico

que vuestra libertad y vuestra democracia están amenazadas

(y que se os ordena empuñar las armas),

preguntaos seriamente si libertad y democracia

alguna vez habéis tenido. Preguntaos si no será que aquellos

que declaran vuestro Estado amenazado

os inculcan ese peligro

para que les cedáis a ellos

vuestra voluntad y vuestra ciega confianza y

para que no necesiten ya inculcaros la desgracia sino

regalárosla a vosotros mismos.

Tratad de ver en los acusadores a los culpables.

Leed los artículos de los periódicos al revés,

los titulares al final,

las últimas páginas primero.

No os dejéis engañar por las fotos: nada prueban.

Las últimas noticias son casi siempre medio mentira:

A letra más grande, verdad más pequeña.

Preguntaos cada día lo que en los periódicos echáis en falta.

Desconfiad de toda noticia. No es verdadera porque esté impresa.

No lo olvidéis:

la verdad se vende.

Y vosotros sois aún demasiado pobres para poder conocer toda la verdad.

Preguntad en el quiosco más a menudo

por periódicos totalmente diferentes

(antes de que ya no los haya).

Si buscáis en ciertos periódicos noticias

sobre mejoras en vuestro entorno,

las más fiables siguen siendo

las predicciones meteorológicas diarias.

Portada libro Fadéiev.

-Biblioteca Revolucionaria

Emocionarse con los jóvenes soviéticos.

No me considero ni mucho menos un experto en literatura, ni tampoco sabría hacer un comentario de texto, pero no creo que haga falta ni lo uno ni lo otro para recomendar la lectura de un libro que he leído hace poco y que, sinceramente, me ha impresionado. Se titula «La Joven guardia» y el autor es Alexandr Fadéiev. Ya os digo que, al no ser un entendido en la materia, no sabría deciros si está bien escrito o no, pero da igual, es de esos libros que, si comienzas a leerlo, te empiezas a sentir identificado con los personajes, con su historia, con su lucha… y no puedes dejar de leerlo hasta el final.

Es una historia que transcurre durante la ocupación alemana de la URSS, una historia llena de amor y compromiso con una causa que los personajes llevan hasta las últimas consecuencias en una lucha ejemplar. Desde al principio hasta el final, el libro es entretenido e interesante, pero tiene, sobre todo, tres pasajes que me han puesto los pelos de punta.

El primero es cuando una serie de amigos están reunidos semiclandestinamente en una cabaña y, por una emisora de radio, escuchan hablar a Stalin llamando a la resistencia contra los nazis. A lo mejor parece una tontería, pero de verdad que en ese momento estaba tan metido en la historia, que tuve la sensación de estar escuchándole yo mismo en directo.

Otro es cuando el autor explica de una manera clara y contundente el significado que tuvo para la historia la gran batalla de Stalingrado -tan vergonzosamente denigrada, por cierto, en una película-, cómo se llevó a cabo y su repercusión en la lucha del pueblo soviético.

El último pasaje que os comento no voy a decir cuál es, porque desvelarla el final de la historia, pero de verdad que para mí fue especial; no me avergüenza decir que casi se me saltaron las lágrimas, que me emocioné como nunca me había ocurrido con ningún otro libro, que apreté los dientes, cerré los puños y no me puse a cantar la internacional porque ya era bastante tarde.

En fin, que es un libro que hay que leer. Recomendable 100%.

*Recuperado, de la revista Antorcha.

-Descarga del libro «La joven guardia», de Alexandr Fadéiev:

http://www.presos.org.es/index.php/2020/08/22/descarga-del-libro-la-joven-guardia-de-alexandr-fadeiev-historia-real-de-jovenes-comunistas-contra-el-ocupante-nazi-apasionante-dura-mortal-como-la-lucha-contra-el-fascismo/

Texto, canción ‘Muchacha’

-Daniel Viglietti Cantautor uruguayo

MUCHACHA

La muchacha de mirada clara

cabello corto

la que salió en los diarios

no sé su nombre…

Pero la nombro: primavera.

Estudiante que faltaba a clase

yo la recuerdo

la que dijo la radio

dijo su sombra, dijo su sombra…

Pero la veo: compañera.

Caminante que borra sus pasos

yo no la olvido

la que no dijo nada,

dijo mi patria, dijo mi patria…

Pero yo digo: guerrillera.

La qué sabe todas las esquinas

parques y plazas

la que la gente quiere

aunque no lo digan…

Pero yo digo: mujer entera.

Pero la nombro: Primavera.

Pero la veo: Compañera.

Pero yo digo: Mujer entera.

Pero yo grito: Guerrillera.

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