Mujeres luchadoras y sabias
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Rosa Luxemburgo
Polonia 1885 – Alemania 1919
En 1985 se trasladó a Alemania, adoptando la nacionalidad germana. Tras formarse en economía y derecho en Zúrich, trabajó como periodista y se inició en política. Su empuje y capacidad –hablaba once idiomas– fueron razones para que pronto se destacara como uno de los principales dirigentes de la socialdemocracia en Europa.
Su militancia socialista le llevó a intervenir en 1905 en la revolución polaca y a oponerse a los “socialpatriotas” en la I Guerra Mundial, hecho este último que le costó varias penas de cárcel.
Abogaba por una opción socialista internacional, esto es, alejada de nacionalismos, en la que las masas obreras, solidariamente, tomaran el poder al capital, lo cual le llevaba a negar el derecho a la autodeterminación de las naciones oprimidas, entre ellas la de su Polonia natal. Tal como explica Lenin en su obra ‘El derecho de las naciones a la autodeterminación’, Luxemburgo creía que, en las sociedades burguesas, no se podía aspirar a alcanzar la autodeterminación política, la independencia estatal, sin lograr la económica. Sin embargo, a pesar de sus errores teóricos, Luxemburgo fue una de las más destacadas representantes del marxismo revolucionario. Además de haber defendido el marxismo de los ataques y tergiversaciones del revisionismo, su mayor mérito fue poner al descubierto las causas por las cuales, a pesar de las previsiones de Marx, el capitalismo no había alcanzado la “crisis general aniquiladora”. Es decir, tuvo el mérito de haber sacado a la luz este importante problema teórico que se refiere a la aparición del imperialismo como fase superior del capitalismo, que más tarde desarrollaría Lenin.
Rosa Luxemburgo fundó en 1916,junto a K. Liebknecht, C. Zetkin y F. Mehring y otros socialdemócratas de izquierda, el Grupo Espartaco, que más tarde daría nacimiento al Partido Comunista Alemán. Los espartaquistas hacían propaganda revolucionaria entre las masas, dirigían las huelgas y denunciaban el carácter imperialista de la guerra mundial. Detenida en 1919, fue ejecutada durante un traslado policial el 15 de enero.
Clara Zetkin:
“Rosa puso al servicio del socialismo todo lo que era, todo lo que valía, su persona y su vida. La ofrenda de su vida, a la idea, no la hizo tan solo el día de su muerte; se la había dado ya trozo a trozo, en cada minuto de su existencia de lucha y de trabajo. Por esto podía legítimamente exigir también de los demás que lo entregaran todo, su vida incluso, en aras del socialismo. Rosa Luxemburgo simboliza la espada y la llama de la revolución, y su nombre quedará grabado en los siglos como el de una de las más grandiosas e insignes figuras del socialismo internacional.”