Memoria histórica imprescindible:
–Localizada otra fosa con cuerpos de víctimas de la Guerra Civil en Cabeza la Vaca
El hallazgo se enmarca en la continuación de los trabajos efectuados en el verano de 2021, cuando ya se localizó y exhumó una fosa con los restos de tres personas asesinadas.
Cabeza la Vaca es una de las muchas localidades pacenses que sufrió la represión a manos de partidarios franquistas en aquel fatídico verano de 1936 y en los años que siguieron. El listado preliminar de víctimas arroja un balance de unas cuarenta personas asesinadas por los seguidores del llamado “bando nacional”, entre las que se encuentran, al menos, cuatro mujeres. La mayoría de las víctimas procedía de la propia localidad, aunque también se tiene constancia de víctimas procedentes de localidades cercanas, como Calera de León. El grueso de los asesinatos en Cabeza la Vaca se concentra entre el 26 de agosto —día de su ocupación por las tropas franquistas, en el que se asesina a tres mujeres, siendo éstas las primeras víctimas del pueblo— y octubre de 1936.
–Así mintió El Diario Vasco sobre el bombardeo de Gernika y trató de engañar sobre la autoría de la masacre fascista contra civiles.
¿Cuándo pedirán perdón por colaborar con el franquismo?
Cuidado, los manipuladores siguen en los quioscos. No olvidamos Gernika 1937.
*Saludo a Franco: ¡¡Arriba España!!
Tomado Guernica, más de la tercera parte de la provincia de Vizcaya ha vuelto a ser para siempre española.
*Noticia
La destrucción llevada a cabo por los rojos en el barrio más rico de la villa de Guernica es semejante a la producida por las hordas rojas antes de abandonar Eibar. La indignación de las tropas por tan bárbaras destrucciones aumenta su espíritu para liberar al pueblo vasco de sus verdaderos verdugos.
Guernica ha sido destruida por los rojos, al servicio de los separatistas vascos. Está probado ya, y se probará todavía mejor (…) el incendio de esta villa concienzudamente proyectado y realizado (…) por los que se disponían a huir. Ningún avión nuestro voló aquel día sobre Vizcaya.
(…) (Lehendakari) Aguirre: ¡sigues mintiendo como el más vulgar de los delincuentes!, ¡como un quincenario cualquiera! Pero eres un asesino en pie, ridículamente erguido. (…) Nos debes Guernica, que no era tuya sino del País Vasco, que no eres tú, y de España, que somos nosotros.
Debes también las vidas de todos esos hombre, engañados por ti, que has conducido y conduces al sacrificio y a los que no les cuentas -gran criminal, pequeño miserable- más que mentiras. Sigues pidiéndoles resistencia, heroísmo, tenacidad, sacrificio absoluto, tú, que has enviado ya a tu familia a San Juan de Luz y que preparas una fuga de mujerzuela.
-Una cruz llamada franquismo.
Libro.
Las cruces no son historia, son propaganda. Y retirarlas tampoco amenaza la historia, pero sí depura y acaba con una visión del pasado que no se puede honrar en el presente, defiende Miguel Ángel del Arco Blanco.
Este profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Granada, autor de Cruces de memoria y de olvido. «Los monumentos a los caídos de la guerra civil española» (1936-2021), publicado por Crítica, cree que a pesar de todas las modificaciones que se hayan podido hacer para reconvertirlos, “son monumentos que deben ser eliminados del espacio público”.
¿Quedan muchas? “Muchísimas. Hay tantas cruces casi como pueblos hay en España”, sostiene Del Arco, que cuenta que bajo el pretexto de honrar a los caídos en la Guerra Civil se construyó un relato del pasado con el fin de definir qué debía ser España. La memoria de la República fue usurpada por la dictadura “para legitimación de un poder omnímodo y arbitrario”.
Señala al arquitecto Pedro Muguruza como ideólogo de la estética de los caídos. Él y sus discípulos impusieron una línea clasicista y severa “con la que se perseguía transmitir sobriedad, espiritualidad y a la vez sobrecogimiento”. El mensaje que había que ilustrar era terrible: España se había salvado y había sido redimida por la sangre derramada de sus verdaderos hijos, que debían ser recordados en su nombre y mostrarse como ejemplo para las generaciones venideras. Se impuso una tipología explícita y clara, sin variaciones. Un mensaje unívoco, comprendido y asumido por la población. Así, indica Del Arco, fraguaron los monumentos a los caídos una memoria y una identidad nacional cuya raíz está en la Guerra Civil.
–https://www.lavozdelarepublica.es/2022/04/una-cruz-llamada-franquismo.html