Mujeres luchadoras y sabias
Que quizás no conocías
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Wanda Wasiliewskaya
Polonia 1905 – Unión Soviética 1964
Escritora comunista polaco-soviética, poeta, autora de obras teatrales, tuvo un importante papel en el movimiento comunista polaco.
Desde 1921 se dedicó a la actividad literaria. En 1927 acabó sus estudios en la Facultad de Filología de la Universidad Jagellon. Durante varios años trabajó como maestra de secundaria en Cracovia. En 1938 se mudó a Varsovia, donde trabajó en la redacción de revistas infantiles editadas por la Unión de Maestros Polacos. En ese año fue despedida de su trabajo por organizar una huelga de maestros y colaboró en periódicos y revistas de izquierda. En 1939 se mudó a Lvov e ingresó en el Ejército soviético y adoptó la ciudadanía soviética. Desde 1941 fue miembro del Partido Comunista de la URSS.
Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en la sección de propaganda del Ejército Rojo y a la vez fue redactora en ucraniano de la revista “Por la Ucrania Soviética”. En 1942 se publicó su relato El arco iris, donde describe el valor de los ciudadanos soviéticos en la lucha, sobre el cual, en 1944, se rodó una película.
Entre 1943 y 1945 fue redactora jefa de la revista Polonia Soviética y presidenta de la Unión de Patriotas Polacos. En 1944 entró a formar parte del gobierno polaco provisional participando en la posterior formación de la República Popular de Polonia. Después de la guerra vivió en Kíev. Durante el periodo de 1940 a 1962 fue diputada del Soviet Supremo de la URSS.
Una de sus obras más famosas es Canción sobre las aguas (1940-52), trilogía donde se describe la lucha de los polacos por la independencia. Según los críticos, sus obras son “un acto de denuncia contra el capitalismo en Polonia”.
Su obra, considerada un clásico, fue lectura obligatoria en las escuelas. Sin embargo, tras la muerte de Stalin, su figura fue perdiendo influencia y fue prácticamente olvidada.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando le fue entregado el Premio Stalin, pidió que, los 100.000 rublos con los que estaba dotado, se destinaran a la construcción de un avión militar que fuera bautizado con el nombre de Varsovia, en memoria de los defensores de esa ciudad ante el ataque de las tropas hitlerianas.
