Muro de solidaridad y denuncias:
Represión:
-Entrevista con David Budria, militante antifascista catalán.
David Budria, junto a su compañera Clara, es una de las 12 personas de los Comités de Defensa de la República (CDR) que están acusadas por la Guardia Civil y la Audiencia Nacional de “terrorismo”. Fue detenido en setiembre de 2019 en lo que se llamó ‘Operación Judas’, pero todavía están a la espera del escrito formal de acusación de la Fiscalía. “Estarán esperando el momento político adecuado para ir hacia unas acusaciones u otras”, exclama.
Hablamos con él de todo ese “montaje” y de la situación en Catalunya y el Estado español. Admite que aquella denominada ‘Operación Judas’ tenía un denominador común: “causar miedo y desmovilizar” frente al movimiento independentista. Todo aquello ahora está “desactivado”, mientras que hay en torno a 4.500 personas encausadas por los hechos que derivaron del referéndum del 1 de Octubre de 2017, mientras que a los ‘jefes’ les indultaron. “Somos la militancia y la gente de la calle quienes pagamos esos indultos, que evidentemente no salen gratis”.
David Budria llama “a no dejar la calle, a organizarse en asambleas de vecinos, en movimientos por la vivienda, movimiento social, sea donde sea, donde cada uno se sienta cómodo, pero organízate, fórmate e intenta que cuando lleguen esos momentos tengamos todos unas relaciones estrechas y podamos hacer cosas en la calle con cara y ojos”.
-Por empezar, ¿en qué situación os encontráis, tú y tus compañeros, los trece encausados de pertenecer a ‘organización terrorista’ (CDR), creo que es esa la acusación?
Exacto. Nos acusan de terrorismo. El día que nos detienen el 17 de setiembre de 2019 el informe que viene de la Guardia Civil y de la Audiencia es una acusación de terrorismo por pertenecer a los CDR. Ahora mismo hay un compañero fuera, solo quedamos doce. Por temas médicos, ha alegado indefensión y está fuera. La situación de los doce es que estamos esperando el escrito formal de acusación de la Fiscalía, a partir de ahí tendrán que fijar fecha de juicio.
Estamos a la espera. Ya sabemos como funciona esta gente. Estarán esperando el momento político adecuado para ir hacia unas acusaciones u otras. Esto es lo que suponemos de otras causas. Los abogados han presentado algunos recursos por algunos temas porque no les dejaban acceder a unos informes, y ahora mismo, hasta que no se resuelvan esos recursos, sabemos que no habrá escrito, pero bueno el juez ya se ha pronunciado y está desestimando casi todos los recursos, y no confiamos en la legalidad de este Estado.
-¿A qué te refieres?
Ya sabemos como funciona. En el momento que ellos organizan alguna operación de este calibre ya sabemos la intención cuál es: causar miedo y desmovilizar. No confiamos mucho, a los hechos me remito. Si miramos un poco atrás, estas operaciones lo que han querido siempre es causar miedo. Entendemos que después de todo el ‘show’ que montaron, toda la parafernalia y de llamarnos ‘terroristas’ todos sus medios de propaganda: Tele5, Antena3, Ana Rosa, etc entendemos que van a justificar eso y no creemos que vayamos a un juicio justo. Al final, vas allí, vas al centro, vas a la Audiencia Nacional y te enfrentas a un juicio político, porque pruebas poquitas y explosivos, ninguno. Por lo tanto, si siguen con las acusaciones es porque tienen una intención política y es lo que deberemos defender allí.
-¿La represión y el miedo siempre son los métodos que tienen para combatir el sentimiento de independencia de los diversos pueblos del Estado español?
Exacto. Sí, sí. Ellos funcionan siempre igual. De hecho, la historia se repite. En el País Vasco lo sabéis de sobra y, entonces, aquí si te vas fijando como aplicaron el guión a raíz del 2017 y todo el movimiento de independencia que se generó en Catalunya, al final es una pauta, un guión, van haciendo lo mismo. Van intentando ilegalizar cualquier organización que se organice fuera de las instituciones o fuera del reglamento que ellos tienen pactado. Todo lo que se salga de ahí, cualquier disidencia política seas independentista, anarquista, comunista lo mismo da, ya sabes que vienen con el ‘a por ellos’. Nos lo dejaron claro.
-De los últimos acontecimientos que aparecen con Villarejo, la pruebas falsas que pactó con el ex ministro Interior del PP, etc ¿Esta acusación a la que os enfrentáis es parte del complot de Villarejo, que fue parte de la represión franquista?
Sí, sí. Aquí está la discusión de cuando hablamos de regímenes. Para mí, es el régimen del 39, porque todo lo que hubo por medio fue una farsa, un paripé para que los mismos siguieran ostentando el poder que, al final, es la oligarquía, el poder financiero, que es el que controla a toda esta comparsa de fascistas y de titiriteros que tienen a su cargo.
Sí, sí, lo de Villarejo no deja de ser otra pata más de como funcionan las cloacas del Estado que le llaman. Todo viene a lo mismo, a este régimen caduco y fascista que no deja de funcionar como funcionaba hace 40 años y que no van a dejar de funcionar, así lo entiendo. Porque todo lo que les haga desestabilizar un poco o cualquier otro discurso que haga reflexionar a la gente, ellos van a tirar de todo lo que puedan: de ‘villarejos’, de ministros, de jueces. Al final, ellos son la peor banda, las más organizada y la más criminal de todos. Ellos están organizados a nivel judicial, policial, institucional… tienen todo ese poder. La única arma importante que tenemos es la organización popular.
Al final, la clase trabajadora de este país se tiene que organizar. Tiene que hacerse fuerte y tiene que ver que todo esto. Al final, seas independentista o no lo seas, es igual, es clase trabajadora y toda esta gente lo que quiere es chafarnos y ahogarnos todo lo que puedan para ellos hacerse más ricos y más poderosos. Siempre digo, ¿este caso es contra los independentistas? Sí, porque aquí en 2017 arrancó el movimiento y lo hizo fuerte en las calles, da igual que en otros años aquí se ha ido contra los anarquistas, también contra los comunistas, por eso digo, al final, da igual la ideología que tu proceses si estás en contra de este Estado y estas leyes con las que avalan y montan para poder chafar el movimiento social, van a seguir haciéndolo. No nos queda otra que organización, formación y la lucha contra ellos con todas las armas que tengamos.
-He leído hace unas semanas que una parte de los jóvenes de Arran se han escindido con Horizó Socialista, ¿por qué crees que se está produciendo esa realidad?
No sé exactamente lo que ha pasado en el seno de Arran. Esto ha ocurrido ya otras veces en la izquierda independentista de Catalunya. No es la primera vez que hay separaciones, escisiones. Supongo que en los momentos en que no hay movilización en la calle es cuando vienen las disputas internas no solo de la izquierda, sino en otras muchas organizaciones y movimientos. Cuando no hay actividad en la calle, no estás luchando en la calle, llegan las discrepancias. Al final, ellos (me refiero al Estado, al Régimen) están encantados de que nos partamos la cara entre nosotros, seguro que sí.
Nosotros, por eso, participamos mucho en la Plataforma Antirrepresiva de Barcelona, una plataforma recién creada, precisamente para combatir esto. Para combatir esta separación, esta disgregación que hay. Nosotros apelamos a que todos, de cualquier ideología, si luchan contra este Estado eres bienvenido y lo que tenemos que hacer es estar organizados entre nosotros. Si nos hostiamos entre nosotros… otra vez nos remitimos a la historia, todo pasa igual. Ellos aplican sus mismas leyes represivas, y nosotros caemos en las mismas trampas de siempre, de pelearnos entre nosotros por detalles ínfimos. No te puedo hablar exactamente de lo que ha pasado, pero supongo que son pequeñas discrepancias políticas. Si no estás en la calle, está bien lo de las asambleas, lo de las uniones… a veces nos convertimos en clubes de debates que, en ocasiones, te llevan a malos entendidos y lo que hay que hacer es organizar la respuesta en la calle. Y si estás luchando en la calle, estás ocupado.
-Eso, que también lo hemos vivido y estamos viviendo en Euskal Herria, ocurre cuando se abandona la calle tienes razón. Esta escisión y creación de de Horizó Socialista se parece mucho a lo que pasó en Ernai -con la aparición de Bultza, GKS, Jarki…- que de alguna manera abandonan la calle y terminan avalando a las instituciones, o como decía Periko Solabarria apoyan a quienes prefieren pisar alfombras rojas, ¿la calle se ha quedado vacía?
O, digamos, poco activa.
-¿Cambian de rumbo y se dedican a pasear su culo por los parlamentos y dejan la calle, el motor de la reivindicación y la lucha, a un lado?
Exacto. Ni más ni menos. Aquí, que lo digo a nivel particular, hablas con la gente en la calle, con mucha gente que no milita en estas organizaciones en sí, y lo que estamos viendo es esto. Al final, todo se está llevando a la política institucional y, de hecho, es hasta incongruente. Porque mantenemos ese discurso de que no creemos en esta política, en sus leyes, en su régimen, pero participamos y avalamos estas instituciones y este régimen participando en el Congreso, en los Parlamentos y haciendo, incluso, pactos con ellos. Aquí hemos tenido como Esquerra (ERC), el Govern, que ha dicho que no se retira de las causa contra los independentistas. Un Gobierno, en principio, independentista, un gobierno que pactó con la CUP una línea roja en el programa, y que se haría sí o sí para avalar la investidura, y ahora se lo pasan por el forro.
Lo que cada día queda más claro es que la política institucional está más corrompida. Corrompida hasta los cimientos y todo lo que se intente luchar por ahí, puedo entender que a veces tienes que intentar como partido político cambiar algo, pero no se ve que vas a cambiar nada. Si de verdad se pudiera cambiar, los partidos que de verdad quisieron cambiar esto y quisieron luchar y enfrentarse a todo esto están ilegalizados.
Realmente si pensáramos que Bildu, en este caso, allí o aquí, la CUP o Esquerra (ERC) realmente úson partidos rupturistas y el Estado pensara que van a hacer daño, ya estarían ilegalizados, más que ilegalizados. Estarían todos desarticulados. Al final, son partidos que le están haciendo el juego, que mantienen un discurso de ruptura, pero a la hora de la realidad participan en estas instituciones y es lo que no tiene sentido, entonces entramos en lo que la gente, la militancia de base, no llega a comprender.
-Con el 1 Octubre de 2017 (referéndum independentista de Catalunya) hay unas 4.000 personas encausadas todavía. ¿Qué pasa?
Sí, la gran ola de encausados vino a raíz del 1 octubre de 2017 con el referéndum. Seguro que hay decenas y decenas de encausados y encausadas más que probablemente no estaban organizados. En aquellas manifestaciones pasaba eso, que había muchísima gente que bajaba a nivel individual porque simplemente creía en esto, muchos porque sí, otros porque iban con el amigo o la amiga y gente que no estaba politizada, sobre todo, los chavales jóvenes de última hora. Muchísimas personas seguro que no sabemos que están encausados. Contabilizadas por encima hablamos de unas 4.500 personas imputadas, encausadas, un poco de todo y sabemos que hay grandes multas por movilizaciones. Al final, todo para coartar el derecho a manifestación.
-¿Cuándo se va a saber lo que ocurre con todas estas personas porque algunos quedarán libres y otros irán a la cárcel? ¿cuándo se sabrá porque hay una Espada de Damócles que pende sobre esas personas?
Exacto. Es su juego. Tienen a 4.500 personas pendientes de juicio, de acusaciones, de entrar en prisión como es el caso del compañero Adrián Sas, que tiene ya una condena firme de 3,5 años por la acusación ejercida por la Generalitat, que prometió retirarse de su caso, pero nunca lo hizo.
Adrián Sas entrará a prisión y será la primera persona de base, no hablamos de los políticos, que entre en prisión a raíz del 1 de octubre por las movilizaciones. Ves que tienes a más de 4.000 personas, y las más concienciadas seguimos en la lucha, seguimos en la calle, porque quizá entendemos que es la única manera que tenemos de afrontar esto. Seguir en la calle movilizados y organizados, pero hay muchísimas personas que evidentemente han cogido miedo y se quedan en su casa y probablemente costará mucho que vuelvan a reivindicar sus derechos.
Esto es lo que han conseguido, al final. Han conseguido desmovilizar un movimiento que lo teníamos, que hubo ese momento en el que tendríamos que haber apelado a la solidaridad de todos los pueblos, no haber aflojado y haber intentado hacer daño. A pesar de todo, a pesar de que no sirvió para nada en cuanto legalmente a conseguir la independencia, sí sirvió para que mucha gente despertara, para que mucha gente saliera a la calle, gente que jamás había pensado que estaría en la calle defendiendo y hay muchos de ellos que siguen luchando, pero otros muchos que los han desactivado. Decimos esa palabra. Con estas cosas, al final te desactivan. Estás a la espera de juicio de aquí a cinco años y luego te absuelven, pero te han tenido cinco años como aquel que dice quieto, a ti y a tu entorno.
-Y hablábamos de los 4.500, pero en teoría a los ‘jefes’ les metieron en la cárcel, pero están fuera. ¿Cómo ves ese trato?
Evidentemente si hablamos de los famosos indultos (se ríe), la gente se ha dado cuenta que quienes estamos pagando los indultos, al final, somos la militancia de base y la gente en la calle. Ellos han conseguido esos indultos y evidentemente no eran gratis. Todos estábamos esperando cuál era el precio a pagar y el precio a pagar, de momento, es la aprobación de presupuestos, seguir siendo la pata izquierda catalana (entre comillas) que aguanta a la pata izquierda (entre comillas) española. O venos acusaciones contra independentistas que no se retiran… Todo esto es el precio que estamos pagando por sus indultos. Y sí aquí se habla de encausados o de represaliados y evidentemente son ellos, porque han pactado a espaldas de la ciudadanía para salvar su culo y a nosotros dejarnos tirados.
Nada nuevo porque, al final, es el poder contra gente de la calle, de la clase trabajadora. Sorprende en cuanto a que lo están haciendo con todo el descaro. Ya ni se esconden en que quede claro que ellos salvaron su culo con los indultos y a partir de aquí que cada uno se salve el suyo. Han dejado tirada a la gente y esperemos y deseamos que la gente se dé cuenta por lo menos de esto. No podemos seguir avalando esto.
-Vas a Madrid, apoyas los presupuestos que refuerza a los militares, a la Guardia Civil, a la Policía española, que son los que te reprimen, ¿cómo se entiende eso?, ¿lo entendéis en Catalunya?
No, no. No lo entendemos. Si vas un poco más allá y ves la lectura política es lo que hablamos, sí lo entiendes en cuanto que están pagando los indultos.
-Ya, ya, pero no tenéis independencia, no hay una fecha para un referéndum, aquí, tampoco; sí, están acercando presos, pero no hay una amnistía, como ellos mismos pedían hace unos años y que han hecho desaparecer de su lenguaje…
Aquí tampoco se entiende y esto es lo que te enerva. Y te saca de las casillas porque ves claramente que están avalando eso y además a veces piensas que ellos creen realmente que van a conseguir algo por esa vías. O sea, quieren vender, claro. Esto pasa también en el contexto cuando gobierna el PSOE, que ya sabemos que es el lobo vestido de corderito, que parece que esto es lo menos malo y el menos malo ese es lo que más preocupa. Estoy harto porque cuando hablas aquí con la gente, incluso con militantes de Esquerra Republicana (ERC), con gente que tenemos cercana y les decimos a ver si el PSOE es uno de los partidos más criminales de la historia, que lleva más muertes a sus espaldas que el PP. Dejémonos de vender la moto, pero no se entiende. ¿A cambio de qué? A cambio de nada.
-También nos dijeron que iban a derogar la reforma laboral, lo mismo con la ley mordaza, algunos artículos de la Ley antiterrorista y siguen igual y vigentes, ¿quienes pactan con ellos qué han conseguido?
Nos ponemos en la lectura más política de que han pactado los presupuestos y han conseguido no se qué, no han conseguido Bildu o Esquerra que con un pacto se derogue la ley mordaza, la ley de partidos, o se reduzca la represión en cuanto a otras leyes, pero es que no han conseguido nada. Lo que parece que no entienden es que no vamos a conseguir nada.
El Estado español y todos sus mecanismos no nos va a conceder nada. Dejémonos ya de arrastrar el culo por Madrid y por las alfombras rojas para vender motos, porque nos vienen a vender algo y no han conseguido nada. Las pruebas están ahí y seguirán avalando y poniendo en la silla a uno y a otro, pero al final lo único que vemos es un intercambio de sillas, pero para la ciudadanía no va haber ninguna mejora ni en el tema de la independencia ni en ningún otro tema. No van a cedernos ni una, porque saben que es la manera que ellos tienen de apretarte. En el momento que salte, otros sitios y otros lugares pedirían otras cosas…, y ellos no van a ceder ni una. Parece mentira que no se den cuenta. Bueno, ¿no se dan cuenta? Claro que se dan cuenta y ERC sabe que el PSOE no va a conceder ni una. Es por conservar su silla y su culo, no te queda otra que pensar en eso.
-Entonces ¿se engañan ellos y nos engañan a los demás, y algunos se dejan engañar claro?
Claramente. Se autoengañan diciendo que van a conseguir algo y luego a mentir sistemáticamente. Evidentemente la política institucional puede funcionar pero no en el Estado en que vivimos, con la ley en que vivimos o con quienes siguen ostentando todos los poderes. Hasta que toda esa basura no esté fuera de las instituciones y los centros de poder no vamos a poder hacer nada. Si estuviéramos en un país democrático y pudiéramos hablar realmente de una democracia real, entonces, sí me vale la política institucional, porque es ahí donde tienes que ir a actualizar leyes, derogar leyes, todo este tema. Sería en una democracia real donde el juego fuera limpio, pero cuando el tablero está trucado y las cartas están marcadas qué vas a jugar ahí, qué partida quieres echar con las cartas marcadas. Es inviable. No puedes. Retírate de la mesa, pega una patada, tumba la mesa y a partir de ahí podemos hablar de cómo hacemos las cosas de nuevo. Hasta que eso no pase, nada.
-¿Crees que el control está en la élite económica y empresarial y son quienes azuzan con el fascismo también para aplacar los movimientos de liberación?
Sí, sí. Al final, sabemos quienes son los que mandan, y es la oligarquía y el capital. Mandan ellos y todo lo que a ellos no les venga bien, los gobiernos corderitos del capital asumirán, agacharán la cabeza y reprimirán a la ciudadanía todo lo que haga falta para tener a esas élites contentas y con barriga llena. Es evidente y tremendo.
-¿Como ves el auge de los partidos de ultraderecha, los fascistas?
Evidentemente es una lectura que hay que hacer. Es preocupante que Vox haya conseguido 52 escaños en el Congreso, pero realmente si vas al meollo del asunto qué política puede hacer Vox mucho más reaccionaria de la que pueda hacer el PSOE o el PP en el gobierno. Si realmente te paras a pensar, su discurso es mucho más de frente, directo. Lo dicen, pero el PP se esconde y el PSOE también esconde sus carencias muy bien.
La ultraderecha va de cara y evidentemente preocupa. Si te paras a mirar desde el punto de movilización en la calle, igual es lo que nos interesaría. Mientras haya un Gobierno del PSOE no va a haber ni huelgas generales, ni movimiento en la calle realmente fuerte, porque hay mucha gente en la calle que dice que estos no son tan malos. No sé si al movimiento popular, a la gente que realmente queremos que se mueva y levante la conciencia de una vez por todas igual lo que nos falta es que nos expriman más. Igual hace falta que gobierne Vox con el PP y que la gente despierte de una vez por todas y se dé cuenta que da igual quien esté ahí, que van a aplicar una misma política. Lo que tenemos que hacer es intentar luchar contra todos ellos.
Al final, sí preocupa el discurso, evidentemente, es un discurso mucho más a la ultraderecha, al nazismo casi en algunos discursos. Pero realmente si nos paramos a pensar en la política que podrían hacer institucionalmente, ¿podrían oprimir mucho más a la clase trabajadora de lo que lo hace ahora mismo el PSOE o lo ha hecho el PP en muchos años? Esa es la pregunta. Si nos paramos en esa pregunta no tengo tan clara la respuesta y si sirviera para que la gente todavía se calentara más, se movilizara y saliera a la calle a luchar por sus derechos, pues mira si tenemos que aguantar cuatro años para que la calle arda, bienvenido sea. Es mi pensamiento.
-Por último, ¿ves futuro para la independencia de Catalunya, de los pueblos del Estado español que quieren ser libres?
Ahora mismo tal y como estamos hay un ambiente derrotista quizá no te lleva a ser muy positivo en los pensamientos. Pero yo creo que sí y quiero confiar en que sí; si no lo veo yo, que lo vea mi hija, pero los que estamos tenemos que seguir apretando y tenemos que seguir demostrando a la gente que, al final, cuando estás luchando por la autodeterminación de estas naciones oprimidas, estás luchando por liberarte de este Estado. Si desde los movimientos independentistas conseguimos abrir esta mentalidad y hacer entender al compañero de trabajo, al amigo o al vecino de la escalera, que no es independentista, que estamos luchando contra estas élites económicas, contra este Estado que nos oprime a todos, sea o no independentista, lo conseguiremos. Al final, se han cargado la Sanidad, la Educación…, se han cargado las de todos, no solo la de los independentistas. Si consiguiéramos, esa es la labor que estamos intentando hacer entender de alguna forma a la gente, que esto que somos independentistas por sentimiento, por muchas cosas, pero si luchamos contra ese Estado es para mejorar de verdad la vida real de todas las personas, de los independentistas y de quienes no lo son. Entendemos que es la única manera, al final, de liberarte de este Estado.
Si consiguiéramos que España fuese un estado socialista y democrático de verdad, igual te podrías llegar a mantener una convivencia o una buena relación de vecinos, pero mientras España siga siendo lo que es, mientras este Estado siga gobernando en todas las instituciones, al final, no te queda otra de o te marchas o te hunden.
¿El futuro? Ojalá podamos llevar este mensaje para que cale en la gente y se vuelva a reactivar la calle porque, de verdad, creo que es la única manera. La única vía posible es la lucha en la calle y plantarle cara a ese Estado con lo que le duele. Sabemos que le duele mucho cuando se han hecho las cosas bien y se les ha tocado en el poder económico, de alguna manera, ahí es donde han tambaleado, donde de verdad han tambaleado. Llevemos este mantra a la calle, veamos como se puede hacer y hagámoslo, por lo menos para que se tambaleen. Porque cuando se tambalean cometen errores, el Estado tampoco está tranquilo. Si hace toda esta represión y todo este encarnizamiento es porque ve peligrar algunas veces su bienestar. Hagámoslo que tiemble más de vez en cuando y conseguimos sumar más gente, más gente, más gente para que ese tambaleo les haga caer.
-Si quieres añadir algo estás a tiempo.
Un llamamiento a no dejar la calle, a organizarse en asambleas de vecinos, en movimientos por la vivienda, movimiento social, sea donde sea, donde cada uno se sienta cómodo, pero organízate, fórmate e intenta que cuando lleguen esos momentos tengamos todos unas relaciones estrechas y podamos hacer cosas en la calle con cara y ojos.
Es lo único. Ese llamamiento a la calle y a no dejar de estar organizado. A veces es jodido cuando hay estos momentos tienes que chuparte muchas asambleas, muchas reuniones que a veces aburren, pero solo con esta organización y esta forma de tener claro contra quien luchas es la única manera que podremos conseguir la clase trabajadora nuestros derechos.
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