Luchas obreras rescatadas del olvido
Agenda
Irlanda -1913-
Huelga General en Dublín
El movimiento obrero irlandés se encaminaba hacia la mayor confrontación entre obreros y patronos que Europa hubiera visto jamás. En 1911 se creó la Federación Patronal para la protección mutua y la seguridad de todos los patronos de obreros de Dublín. Entre los fundadores estaba W. M. Murphy, cuyos grandes intereses empresariales incluían la Compañía Unida de Tranvías de Dublín y el Grupo Independiente Irlandés de Periódicos. En agosto de 1913, los patronos decidieron acabar con el sindicato ITGWU (Sindicato de Transporte y Unión General de Trabajadores Irlandeses) y, el 15 de agosto, Murphy tomó la iniciativa, anunciando a sus trabajadores que todos los miembros del ITGWU debían dimitir del sindicato, firmar una declaración de lealtad a la empresa y asegurar que no harían huelga o bien aceptar la carta de despido. En agosto, 700 empleados de los tranvías se bajaron de sus coches y los dejaron, allí donde estuvieran. Murphy celebró de inmediato una reunión de la Federación de Patronos, y 3.400 patronos se pusieron de acuerdo para realizar un lockout. En septiembre, el cierre patronal afectaba a unos 25.000 obreros de Dublín.
Los obreros estaban ofreciendo una feroz resistencia. Los patronos estaban intentando importar esquiroles y Connolly (dirigente socialista irlandés) ordenó a los piquetes una acción masiva sobre los muelles de Dublín, que acabaron cerrando el puerto por completo. Larkin y Connolly lanzaron un manifiesto a los obreros de Escocia, Inglaterra y Gales urgiéndolos a mantener el puerto cerrado y apoyar a los obreros irlandeses. Se rogó al TUC británico (Congreso de los Sindicatos) para que intentaran evitar llevar a Dublín a trabajadores no sindicados. Pero los sindicalistas ingleses estaban empezando a denunciar los métodos radicales del ITGWU. En diciembre se celebró la primera reunión especial con el TUC británico para discutir la situación. Connolly presentó el caso irlandés para ver cómo se podía alargar la resistencia. Para asombro general, B. Tillet, considerado el militante sindicalista y socialista más importante, promovió una resolución deplorando y condenando las tácticas de los líderes del movimiento obrero irlandés. El TUC británico se negó a seguir apoyando a los irlandeses, y era evidente que solo sería cuestión de tiempo que la situación se deteriorara. A los irlandeses ya no les quedaban más fondos para mantener la lucha.
En septiembre de aquel año, el capitán Jack R. White, se dirigió a la Liga Cívica de Dublín con la idea de crear una fuerza de defensa obrera para proteger a los obreros de los ataques policiales. La idea de una fuerza de autodefensa obrera prendió rápido. En octubre, se creó el ICA (Ejército Ciudadano Irlandés), que se ha descrito como la primera guardia roja del mundo, y que tuvo al capitán White como instructor militar. Connolly escribió:
“La creación de una organización armada de la clase obrera irlandesa es un fenómeno para Irlanda. Hasta la fecha los obreros irlandeses han luchado formando parte de los ejércitos dirigidos por sus amos, nunca como miembros de un ejército capitaneado, entrenado e inspirado por hombres de su propia clase.
Ahora con las armas en la mano se proponen dirigir su propio rumbo y forjar su propio futuro. Ni la Autonomía, ni la carencia de ella, harán que dejen las armas…”
Pero la lucha estaba sentenciada. En febrero, la caja de resistencia de Dublín se agotó. Connolly escribió:
“Y así nosotros, los obreros irlandeses, debemos volver a descender a los infiernos, doblegar nuestras espaldas ante el último de los esclavistas, dejar que nuestros corazones sean marcados por el hierro de su odio y, en lugar de la oblea sagrada de la hermandad y el sacrificio común, morder el polvo de la derrota y la traición.”