El viaje hacia la oscuridad falangista / Vientres del vacío, o robo de niños / Historia desaparecidos en Villadangos del Páramo, en un tribunal, pero argentino / Cuelgamuros, labores de recuperación asesinados.

Foto. Mitin de Falange.

Memoria histórica imprescindible:

-El viaje hacia la oscuridad.

«(…) Los que sacaban empezando la madrugada del campo de concentración de La Isleta ya no volvían a aparecer, todos lo sabíamos y esperábamos ese momento definitivo, teníamos muy claro que nos llevarían a un lugar oscuro y siniestro, donde nos darían un tiro en la nuca antes de arrojarnos a un pozo, a un agujero volcánico, al fondo del mar con una piedra al cuello

¿Quién podía imaginar que tipo de de «diversión» querían tener esa noche los chicos de Falange?

Cuando se llevaban a los compañeros se presentía en el silencio de aquel infierno mucho antes de llegar, de repente se oían los motores de los camiones, las risas de los fascistas, los comentarios jocosos que se dicen con varios pizcos de ron en el buche.

Yo los esperaba, estaba mentalizado de que podía tocarme, lloraba en silencio por los compañeros, me sentía un monstruo por no ser capaces de rebelarnos en esos instantes, plantarles cara aunque estuviéramos inmensamente desnutridos, enfermos de tifus o tuberculosis, con el cuerpo repleto de pulgas y piojos, alzarnos aunque nos acribillaran a balazos con sus mauser y pistolas.

Sentía vergüenza de ser un libertario y estar tan acobardado, el miedo nos podía. Por eso cuando se los llevaban me aferraba al camastro de la litera, notábamos el dolor de los amigos que se iban para siempre, los padres que pedían pos sus hijos, sabiendo que se quedaban solos y en la miseria. Con los años supimos donde los habían tirado después de darles el tiro de gracia, no son solo los sitios que alguna gente conoce, no es solo la Sima Jinámar o los pozos de Arucas y Tenoya, no es solo la Marfea, hay muchos más lugares de exterminio, los espacios de la muerte que seguramente quedarán para siempre impunes y en el más triste de los olvidos.

El camión se alejaba, el tintineo de sus motores parecía decirnos adiós para siempre, se perdían por la calle Faro, bajando hasta Albareda y luego al destino que aquellos borrachos vestidos de azul ya habían decidido en las casas de putas de los Arenales.

Nunca he podido quitarme de encima esta culpa, nunca he logrado liberarme de este dolor, al menos haber muerto luchando, no aferrados a una manta llena de bichos, rezando para no ser también asesinados…»

Testimonio de Emilio Redondo Herrera, empleado de Correos en Santa Cruz de Tenerife, miembro de la CNT, preso en los campos de concentración de La Isleta y Gando entre 1936-1940.

Entrevista publicada en el libro de Pako González Tejera, “Fragmentos de rebelión” (2021).

Imagen: Mitin de Falange en la Plaza de Santa Ana, Las Palmas de Gran Canaria, julio de 1937.

Pintura. Rapto. (le sacan al niño del vientre)

-Vientre del vacío.

(…) En el convento del Cister en Teror no le quitaban ojo por si intentaba escapar, las monjas sabían que era menor de edad, que con sus recién cumplidos quince años no tendría adónde ir, aún menos con aquella barriga en crecimiento que le limitaba tanto la movilidad.

Sor Patricia Sintes, la madre superiora, le hablaba de la conveniencia de una adopción por una familia pudiente, le llegó a decir hasta la procedencia de las candidatas: Tenerife, Madrid, Valencia, Sevilla, que a ella le darían una parte del dinero por la supuesta venta, que no le faltaría de nada si se decidía a tomar los hábitos, que el mejor lugar para una pobre desgraciada como ella sería la opción monacal de clausura rigurosa y vida contemplativa, bajo la protección de la Santísima Virgen del Pino…”

Fragmento de relato publicado en el libro de Pako González, “Señales del alba” (2022).

Imagen: “Rapto”, pintura de José Luis López «Kubi», exposición proyecto “Encontrarte”, arte en pro de conseguir despertar conciencias y visibilizar las Desapariciones Forzadas Infantiles

Foto. Vecinos de Villadangos. Tres de los hombres, asesinados.

-La historia de los desaparecidos en Villadangos del Páramo, León, es escuchada por primera vez ante un tribunal.

Pero en Argentina.

“En el simple hecho de la escucha por parte de la justicia en un tribunal hay ya una voluntad de reconocimiento a las familias de las víctimas. Y las familias de la fosa de Villadangos del Páramo lo hemos podido experimentar ahora”, reconoce la periodista Olga Rodríguez, que ha declarado ante el tribunal en Buenos Aires.

“A lo largo de más de 600 páginas se pueden leer los arrestos y las acusaciones contra estas personas que fueron detenidas en un lugar donde no hubo frente de batalla o frente de guerra, porque el golpe de Estado triunfó prácticamente de inmediato y donde lo que ocurrió fue que hubo arrestos y persecuciones y castigos a personas acusadas de intentar impedir el golpe de Estado, como aparece en la propia causa judicial contra ellas, o de tener determinadas ideas políticas. En muchos casos simplemente basta con que se acuse a alguien de ser rojo o marxista. Son algunas de las denominaciones que aparecen para que la causa contra ellos siga adelante”.

Durante la declaración de Olga ante el tribunal argentino, decenas de familiares de las víctimas de esa fosa situada en Villadangos del Páramo le pidieron que transmitiera “el sentimiento de reparación que han tenido al saber que, por primera vez, al fin en un tribunal, alguien iba a escuchar nuestra historia, la historia de nuestras familias, la historia de nuestros padres, abuelos, abuela, bisabuelos, bisabuela, tíos, etcétera, las nietas y nietos y sobrinos y sobrinas seguimos esperando una verdad y una reparación porque nos consideramos atravesados por por lo ocurrido y porque realmente hay consecuencias que llegan hasta nosotros. Consecuencias económicas, sociológicas y emocionales”.

https://www.eldiario.es/desalambre/historia-desaparecidos-villadangos-paramo-escuchada-argentina-primera-vez-tribunal_1_10283189.html?goal=0_10e11ebad6-40602c2634-64733153&mc_cid=40602c2634&mc_eid=741781b133

Plano de los restos y localizaciones.

-Los trabajos para exhumar a las víctimas de Cuelgamuros reclamadas por sus familias comenzaron el 12 de junio.

Tras décadas de espera y de lucha de los familiares de las víctimas de la guerra y la dictadura franquista, los técnicos empezarán la identificación de 128 personas enterradas en las criptas y reclamadas por sus allegados.

Unos días antes, siete descendientes de las víctimas firmaron una queja ante el Defensor del Pueblo por el retraso en sacar los restos de la cripta. En el escrito, denunciaban que se estaba incumpliendo lo que hacía ya siete años se le reconoció a los hermanos Lapeña, y por extensión al resto de las víctimas: el derecho a ser exhumados del mausoleo.

El proceso constará de diferentes fases. En la primera, se buscarán los restos de 18 víctimas enterrados en el nivel 0 de la cripta de la capilla del Santo Sepulcro, y posteriormente se continuarán las tareas en los niveles 1, 2, 3 y 4 de la misma capilla para encontrar los otros 59 cuerpos reclamados. Para el resto, los profesionales continuarán los trabajos en otras capillas de la Basílica.

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