Memoria histórica imprescindible:
-Juan Antonio Codes Rodríguez, de carácter anticlerical y librepensador, murió en 1939 en la cárcel de Badajoz, a los 77 años.
Codes Rodríguez: republicano, masón, librepensador y ateo… enterrado bajo una cruz.
El 10 de enero de 1938 Juan Antonio Codes Rodríguez (1863/1938), natural y vecino de Montijo (Badajoz), fue detenido en su domicilio por los franquistas Francisco Fuentes Casilda, entonces brigada comandante del puesto de la Guardia Civil, Benito Feijoo Mateo e Isidoro Hervella Urdániz, ambos falangistas y este último hijo del notario del pueblo, implicado en una denuncia por violaciones de la que salió impune.
Juan Antonio Codes fue llevado primero al depósito municipal de Montijo y después trasladado, con fecha del 28 de febrero de 1938, a la cárcel de Almendralejo. Apenas un mes después, el 21 de marzo, fue juzgado en un consejo de guerra en Badajoz. Tenía 76 años de edad.
Juan Antonio Codes murió el 21 de mayo de 1939 en la prisión de Badajoz.
La sentencia, que no tiene desperdicio, es muy interesante para conocer el espíritu reaccionario y vengativo de las nuevas autoridades impuestas por los golpistas:
“Resultando: Probado y así se declara que el procesado JUAN ANTONIO CODES RODRÍGUEZ, de 76 años, natural y vecino de Montijo, de mala conducta, sin antecedente penales, y de ideología marxista, afiliado a la secta masónica en una logia de Mérida, en la que ingresó como aprendiz con el nombre simbólico de Pericles, quedando después en calidad de durmiente, y que se había distinguido en todo tiempo en el pueblo de su vecindad combatiendo a la Iglesia, siendo el primero que contrajo matrimonio civil, dejando de administrar a sus hijos el Sacramento del Bautismo, grabando en la lápida que cubrió la fosa de uno fallecido signos masónicos, al proclamarse la República arreció en sus combates contra las ideas religiosas pidiendo expulsión de las monjas del convento, culminando la campaña de propaganda disolvente y revolucionaria al iniciarse el Glorioso Alzamiento Nacional, aconsejando a los marxistas y alentándolos a cometer desmanes y atropellos, y practicando un registro en su domicilio. Una vez liberado el pueblo le fue intervenida la biblioteca en la que existía gran cantidad de volúmenes, antirreligiosos, pornográficos, marxistas, masónicos, disolventes y revolucionarios por cuya tenencia le fue impuesta por la Autoridad Militar la multa de 10.000 pesetas, siendo detenido y trasladado a la Prisión de Almendralejo, en la que continuó haciendo campaña revolucionaria y propaganda marxista, viéndose obligado el Jefe de la Prisión a apartarle de los demás reclusos. (…). Se decreta el comiso de los libros, folletos, papeles intervenidos al procesado los que serán destruidos en forma establecida por la Ley… (…)”.
-Nuevo libro del CSIC. ‘Tragedia en tres actos’.
Los procesos sumarísimos del franquismo.
Durante la guerra civil y la posguerra, las causas ‘sumarísimas’ se saldaron con miles de sentencias a muerte y fueron el principal mecanismo para reprimir al enemigo vencido.
Tras el golpe de estado fascista de julio de 1936, las tropas sublevadas iniciaron un proceso sistemático de represión, una “amplia limpieza de indeseables”, como la definió el entonces comandante de la Guardia Civil de Cáceres. Los asesinatos extrajudiciales fueron la norma en los primeros meses de la contienda y se extendieron hasta la posguerra, pero a partir de marzo de 1937 los juicios sumarísimos, regidos por el Código de Justicia Militar, se convirtieron en el principal mecanismo del franquismo para reprimir al enemigo vencido.
Así lo explica el antropólogo Alfonso Villalta Luna en «Tragedia en tres actos», un libro publicado por Editorial CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en el que reconstruye la dinámica de estos procesos.
os juicios sumarísimos se caracterizaron “por su brevedad, la ausencia de derechos y el predominio de la fiscalía sobre la defensa”. Villalta Luna explica en el libro que las personas procesadas no contaban con garantías procesales: la mayoría entraban en prisión al abrirse la causa, sufrían malos tratos y torturas durante los interrogatorios y no eran informadas de qué se las acusaba hasta la celebración del consejo de guerra. Además, el abogado defensor era un militar que se les asignaba concluida la fase de investigación y que solía limitarse a pedir una rebaja mínima a la pena solicitada por el fiscal.
Aún se desconoce el número de juicios sumarísimos celebrados durante la guerra civil y el franquismo, pero, al ser preguntado al respecto, el investigador de la UNED señala que “podríamos hablar como cifras iniciales de más de un millón de consejos de guerra”. Precisar la cantidad de personas que fueron ejecutadas tras ser condenadas en ellos se hace aún más difícil porque “no todos los consejos de guerra tenían como resultado la pena de muerte (muchos deparaban condenas de varios años en prisión) y algunos presos condenados a la pena capital lograron redimirla o que se revisara su sentencia”.
Ayer es hoy:
-El mural de la maestra republicana Justa Freire, restaurado tras su vandalización.
La Plataforma Calles Dignas ha denunciado que quienes «se dedican a fomentar el odio llenaron el mural de pintadas y mensajes contrarios».
El mural dedicado a la maestra republicana Justa Freire en el barrio madrileño de Las Águilas (Latina) ha vuelto a ser restaurado tras su «enésima» vandalización, según ha informado la Plataforma Calles Dignas.
El rostro de la maestra ha vuelto a amanecer intacto en la calle que en la actualidad se denomina General Millán Astray. «Quienes no entienden de respeto a los valores humanos y la educación y se dedican a fomentar el odio llenaron el mural de pintadas y mensajes contrarios»,
«Pero, una vez más, y cumpliendo la promesa de mantener con dignidad el mural, se ha procedido a su restauración», ha explicado la plataforma. Esta acción se enmarca, relatan, en la reivindicación de «calles dignas en la ciudad de Madrid, que todavía mantiene vestigios de exaltación del golpe militar y la posterior dictadura franquista, contrarios a la vigente ley de Memoria Democrática».
…Los vándalos fascistas odian a una maestra republicana y aman a un genocida como Millán Astray. El democrático callejero español, en 2023…
Manipulación de la historia:
-La única oposición a Franco la hizo… Juan de Borbón.
Como correctora de Historia de España en las pruebas de EVAU en Madrid constaté los errores graves y carencias, aparte del sesgo ideológico, de la mayoría de los exámenes, sobre todo con respecto a nuestro siglo XX.
Los alumnos se aprenden los contenidos como si fueran una papilla que luego repiten recurrentemente, atendiendo a los apuntes de sus profesores y/o los libros de texto. Por tanto, algunos de los errores y mitos que reproducen en los exámenes son más atribuibles a sus docentes, algunos poco actualizados o condicionados por los estereotipos extendidos hasta la saciedad en la sociedad española. No olvidemos el enorme peso de colegios concertados y privados, en su mayoría católicos, en todo el país y, en particular en Madrid. Además, debido a la extensa materia que debe impartirse en un curso académico, renuncian a explicar el siglo XX español dado el carácter traumático de nuestro pasado reciente, optando sólo por explicar el XIX dentro de la historia contemporánea, etapa que tiene más peso en la materia y en los exámenes.
En este sentido los profesores facilitan las diez líneas de las preguntas cortas que corresponden a los períodos de la prehistoria, historia antigua, historia medieval e historia moderna. Mientras que de la etapa contemporánea ven preferentemente el siglo decimonónico. Algunos estudian también el siglo XX, pero, en muchos casos, plagado de historias de Blancanieves. De esta manera, cuando yo imparto Historia de España del siglo XX en tercero de Grado de Historia tengo que desbrozar todo lo que han aprendido, lleno de mitos y mentiras, y empezar de cero. Por este motivo casi prefiero que no hayan visto nada en bachillerato.
Estas circunstancias explican los errores graves y carencias, aparte del sesgo ideológico de la mayoría de los exámenes. A continuación, señalo algunos de ellos. En el tema de la oposición al franquismo no señalan ninguna hasta 1945 con Juan de Borbón —caracterizado como Don Juan— y el manifiesto de Lausanne, que fue pacífica y muy intelectual, mientras que el PCE o la oposición universitaria ni se mencionan. La constitución de 1931 contemplaba la expropiación de casas, como si la publicidad de alarmas y el histerismo mediático de los programas televisivos hubieran calado entre los estudiantes. Casares Quiroga y Felipe González fueron los líderes del partido comunista. Unamuno estuvo en las protestas contra la dictadura franquista. También sitúan el secuestro de Ortega Lara y el asesinato de Miguel Ángel Blanco en la oposición al régimen dictatorial.
Del movimiento obrero en España apenas saben nada, desde su aparición en el siglo XIX, salvo que fue clandestino y violento o muy violento. O afirmaciones como que la Segunda República fue un período muy inestable política y socialmente que provocó la Guerra Civil, justificando el golpe de Estado de julio de 1936. Como existe un grave problema de comprensión lectora, la gran mayoría afirma que Alfonso XIII dimitió y/o abdicó en abril de 1931 en vez de exiliarse. La historia que aprenden es muy nacionalista, de marcado carácter político y centrada en las elites, protagonizada únicamente por reyes y militares, y las mujeres que aparecen sólo si son reinas. Se incide en conceptos cuestionables y un tanto desfasados como la Reconquista, y la dictadura de Franco en el temario se sitúa en 1939 en vez de en 1936…
…¿Empieza a entenderse que críos de 15 años canten ¡Viva Franco! en colegios de España en 2023?…