Movimiento obrero. Su brutal situación:
Morir en el tajo:
-Las muertes por accidente laboral se han disparado en Aragón y en lo que llevamos de año ya han perdido la vida 28 trabajadores.
Los accidentes laborales y las muertes siguen produciéndose ante la pasividad e ineficaz actuación de las instituciones a la hora de frenar esta sangría.
Las últimas muertes por accidente laboral se produjeron el 29 de septiembre. La primera se originó en una finca situada en Valareña (Exeya) cuando un empleado de una empresa de Luceni, moría al quedar atrapado bajo una paca de alfalfa de 700 kilos. El segundo accidente mortal ocurría en un viñedo situado en el Aladrén, cuando una vendimiadora volcó sobre el techo y el conductor quedó atrapado en el interior de la cabina.
Igualmente, la semana pasada perdían la vida en accidentes laborales un empleado del parque de maquinaria de Balbastro, que murió mientras estaba trabajando en la carretera autonómica 2214, entre Candasnos y Ontiñena y un trabajador de 29 años tras ser aplastado por el toro mecánico que conducía en la localidad oscense de Esplús.
Violencia estructural
Los accidentes laborales llevan cobrándose miles y miles de muertes sin que desde las instituciones se apliquen políticas de calado encaminadas a erradicar esta terrible sangría. Según cifras del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en el año 2022 fallecieron en el Estado español un total de 826 personas en accidente de trabajo. Dicho de otro modo: casi tres personas mueren al día por accidente laboral. Si vemos la trayectoria de los últimos 35 años, en el Estado español han fallecido más de 41.500 personas en el trabajo. Y a esta cifra habría que añadirle los accidentes con origen laboral que las mutuas -en un ejercicio de complicidad con la patronal- no han querido reconocer y aquellos accidentes invisibilizados de las personas más vulnerables: personas inmigrantes, sin papeles, sin contrato, así como todo el trabajo doméstico y en torno a los cuidados, que en muchos casos no se reflejan en las cifras oficiales.
–https://arainfo.org/la-edad-media-laboral-esta-a-tu-alcance/
Trabajo no, control total:
-Lanbide ha gastado 1,3 millones en un sistema biométrico para castigar a los perceptores de ayudas públicas.
El Servicio Vasco de Empleo cuenta con un software basado en reconocimiento facial y huella dactilar fabricado por la consultora Indra, multada por manipular contratos con esta entidad pública.
Los equipos para el control de huellas y rostros proceden de Gertek, firma manejada por varias personalidades del PNV y asistida legalmente por el polémico asesor del Gobierno Vasco, Joanes Labayen, casado con la presidenta del Parlamento Vasco.
A principios de este año, el colectivo bizkaino Berri-Otxoak denunció que la Ertzaintza se estaba personando en la totalidad de domicilios de las 50.000 familias perceptoras del Complemento de Pensiones, la Renta de Garantía de Ingresos y los Incentivos al Empleo. Y lo hacía “sin orden judicial o amparo legal”, con la excusa de revisar la “residencia efectiva” de “la persona titular de la solicitud o de la prestación”. El colectivo relaciona estas actuaciones policiales con la captura de datos biométricos para los receptos de ayudas públicas. El Proyecto de Ley Vasca de Empleo, aprobado por el Consejo de Gobierno en abril, menciona textualmente el proceso de datificación de los servicios sociales cuando se refiere a la incorporación de “procedimientos de autenticación” a través de “sistemas biométricos para la identificación de las personas usuarias de sus servicios y beneficiarias de sus prestaciones”…
Salud:
-Las bajas por salud mental entre hombres se disparan un 78%, pero son menos que las de las mujeres.
El año 2022, los hombres registraron 15 bajas por estrés, ansiedad o depresión por cada 1.000 ocupados, siete puntos más que en 2016. En el mismo periodo las mujeres elevaron su tasa de 17 a 33 bajas laborales cada 1.000 ocupadas.
A pesar de que las bajas son sólo un indicador más del estado de salud mental de la población, aportan claves acerca de las tendencias y las diferencias respecto a rasgos tan determinantes como el género. Quedan fuera de estas estimaciones todas aquellas personas sin un contrato laboral legal que les permita acceder a estos derechos.
Empleados de oficina, trabajadores no cualificados en servicios (empleados domésticos, personal de limpieza, ayudantes de cocina, etc), educadores y sanitarios son las profesiones que presentaron cuotas más altas de incapacidades por estrés, ansiedad y depresión.
Esta circunstancia también se da entre la población femenina, aunque, en el caso de ella, el ranking de profesiones con tasas más altas de bajas por salud mental coloca en el top tres a las trabajadoras de industrias manufactureras (soldadoras, trabajadoras de la madera, el textil, etc.), empleadas de oficina cara al público y las de los servicios de protección y seguridad.
–https://www.publico.es/sociedad/bajas-salud-mental-hombres-disparan-78-son-mujeres.html
Educación:
-Racismo en la escuela madrileña.
Racismo en la escuela, que el Consejero de Educación de Madrid niega contra los datos.
Mientras el máximo responsable de la Comunidad de Madrid niega la existencia de racismo en las aulas, las experiencias discriminatorias en el ámbito educativo han pasado del 13% al 20%, siendo el lugar en el que más se ha incrementado el racismo.
Apunta este informe que discriminación en el ámbito educativo se traduce principalmente en situaciones de burlas, insultos y acoso de otros estudiantes, así como la exclusión de juegos y actividades. Casos que ahondan en el malestar y la falta de autoestima de las víctimas, generando ansiedad, depresión e incluso intentos autolíticos.
“El consejero Emilio Viciana habla de casos aislados, pero debería darse cuenta que las tres sentencias son solamente la punta del iceberg. El sistema está hecho para desalentar a las familias en el proceso de denuncia”
–https://www.elsaltodiario.com/racismo/racismo-escuela-lo-consejero-educacion-madrid-niega
Alimentación:
-Buitres controlan el aceite de oliva.
El fondo buitre de capital de riesgo que se está forrando con el aceite de oliva a 10 euros.
El aceite de oliva sigue sin dar tregua. Su precio medio rebasa actualmente los 8 euros por litro, y su versión premium ya ha superado los 10, 11 o 12 euros en muchos supermercados.
La sequía ha echado por tierra un gran número de cosechas de aceituna, lo que ha reducido la cantidad de de aceite disponible. Y ya se sabe lo que sucede siempre: a menor producción, mayor precio. Sin embargo, cada crisis ofrece su oportunidad. La clave está en saber aprovecharla. Tal y como ha hecho una gestora de activos española, Beka Finance, que lanzó en 2020 un fondo de capital de riesgo especializado en la inversión en plantaciones de olivos con los más modernos sistemas de producción y ahora factura más que nunca, pudiendo ofrecer rentabilidades del 20% anual a sus clientes de banca privada.