Cartas desde prisión:
-Pablo Hasel.
C.P. Ponent. Noviembre 2023
LA RAÍZ DEL PROBLEMA ES EL SIONISMO
Como con cualquier otro asunto, los medios de intoxicación hacen todo lo posible para que con Israel y Palestina no se analice la raíz del problema. Es decir, la criminal y fascista -valga la redundancia- ocupación de Palestina por parte del sionismo supremacista. Su colosal poder económico internacional les permite el control y la influencia en incontables plataformas. Como bestias imperialistas, saben que ganar la guerra de propaganda es fundamental para justificar las atrocidades de la guerra militar y topar con menos oposición. De ahí que se hayan inventado violaciones de mujeres o decapitaciones de bebés e incluso culpen a Hamás del hospital bombardeado por el ejército sionista. Estamos asistiendo a otro blanqueo de un genocidio en el que presentadores y tertulianos sin escrúpulos llegan a decir que Israel intenta que no haya víctimas civiles. Otros lo critican tímidamente pero señalan que “tienen derecho a defenderse”. He ahí la repetida omisión intencionada de la raíz del problema que necesita ser recordada: ¡Es Palestina quien tiene derecho a defenderse por sufrir una bárbara ocupación que la desangra en todos los ámbitos! Puestos a hablar de terrorismo, qué menos que denunciar su terrorismo desinformativo.
Si partimos de la base objetiva de la ocupación que incluso reconocen organismos internacionales nada implicados en la resistencia palestina, resulta evidente que ante la ocupación militar y el cruel apartheid, la autodefensa no solo es legítima sino una necesidad. Están ocultando todo el inmenso territorio que Israel lleva décadas saqueando a sangre y fuego, basta echar un ojo a un mapa de hace 80 años. A ello hay que sumarle una larga lista de agresiones y humillaciones, torturas, encarcelamientos, bloqueo, miseria, falta de infraestructuras básicas, boicot de ayuda humanitaria, etc. Pero vaya, que aún hay quienes desde la comodidad dicen que los palestinos tienen que quedarse de brazos cruzados mientras les hacen la vida imposible. “Curiosamente” los mismos que apoyan que se arme a los fascistas ucranianos sicarios de la OTAN que provocaron la guerra masacrando el Dombass y acosando-amenazando a Rusia. La diferencia es que Ucrania tenía la posibilidad de vivir en paz en su territorio, pero su gobierno aliado de Israel eligió servir a los intereses imperialistas de los yanquis y sus socios. A Palestina llevan muchas décadas negándole la posibilidad de vivir en paz en su territorio.
Poniendo el foco en Hamás y no en la ocupación que provocó su surgimiento pretenden vender que sin su existencia reinaría la clama. Sin explicar que Hamás toma protagonismo muchos años después y que dirigentes sionistas reconocían preferir su hegemonía a la de organizaciones cercanas al comunismo como el Frente Popular para la Liberación de Palestina que años atrás tenía mucha más fuerza. Esconden que la resistencia palestina va mucho más allá de Hamás. Podemos tener -y las tenemos- numerosas discrepancias con esta organización o con alguna acción, pero eso es lógico que no sea relevante para los palestinos que llevan décadas siendo masacrados con la complicidad de potencias occidentales aunque Israel incumpla sistemáticamente el derecho internacional con impunidad. Muchos de esos milicianos de Hamás son quienes fueron niños supervivientes de los bombardeos sionistas que en 2014 asesinaron a miles de personas en Gaza. Cuando ocupan tu tierra, te empobrecen, te niegan hasta el agua, te encarcelan por defenderte incluso sin lucha armada y asesinan a tu familia, la desesperación y el instinto de supervivencia no se andan con chiquitas. Pero la hipocresía condena más la reacción que las causas. Es indiscutible que hay unos opresores invasores y unos oprimidos invadidos, y más allá de todo matiz, o se está con unos o se está con otros. O se denuncia alto y claro el genocidio o se ayuda a los genocidas. Sadam Husein y sus acólitos tampoco eran un modelo ideológico y no por ello blanqueamos la invasión de Iraq por parte de quienes hoy arman a Israel.
El amplio territorio ocupado por los sionistas está poblado por colonos que además tienen formación militar para garantizar la ocupación. No son los “civiles sin culpa alguna” que apuntan los medios. Quienes no dan voz a los judíos que en Israel u otras partes del mundo se oponen tajantemente a la limpieza étnica. Que ahora quieren agravar con el desplazamiento forzoso de más de un millón de palestinos. ¿Cabe muestra más explícita? Revelan que si odio destructor es hacia todo el pueblo palestino. Algo que tampoco ocultan las declaraciones del gobierno abiertamente fascista de Netanyahu. Pero los llamamientos a exterminar a todos los palestinos llevan décadas siendo habituales en el parlamento de Israel, que tiene de democrático lo que Estados Unidos de altruista.
Hace tiempo que Israel superó contra Palestina la barbarie que los nazis cometieron contra los judíos y que fue frenada por el ejército soviético. Esta se cebó con los judíos pobres, muchos de ellos revolucionarios. Pues está probada la colaboración de sionistas ricos con el nazismo, entre otras cosas para atacar a la URSS. Hoy, bajo el pretexto de combatir el antisemitismo y el terrorismo, se está criminalizando, censurando e incluso prohibiendo la solidaridad con Palestina en la misma UE que tolera el genocidio. Precisamente por eso silencian a los judíos que denuncian al Estado sionista de Israel, ya que con ellos no les vale esa acusación. Israel es un modelo reconocido por fascistas de numerosos lugares, basta ver el apoyo que recibe de VOX, del trumpismo, de Bolsonaro, de los líderes más reaccionarios de la Europa del este como Orbán, etc. Pero no solo la ultraderecha menos enmascarada va de su mano, el PSOE los ha armado hasta los dientes y ha contado con destacados sionistas entre sus filas. Igual que el processisme de ERC y Junts que siempre han sido cómplices y colaboradores. Los vínculos de la burguesía nacionalista catalana con el sionismo son estrechos y vienen de largo.
Cabe recordar la enorme relevancia de que Palestina ha sido y es un laboratorio de represión. Una represión que se exporta y de la que aprenden numerosos Estados, incluido el español. Los cuerpos represivos del régimen, como los Mossos, han recibido asesoramiento, entrenamiento, armas y tecnología por parte de Israel. Sin ir más lejos, una empresa sionista se encargó de la seguridad de esta cárcel. Pegasus, uno de los sistemas con el que espían los móviles de quien se opone a esta forma de Estado, es de fabricación israelí. Un claro ejemplo más de cuánto nos afecta lo que sucede a miles de km. Hoy que cunde la impotencia ante el genocidio, mucha gente se pregunta qué hacer. Porque es lógico plantearse que manifestarse y denunciarlo por redes es necesario pero insuficiente. Lenin argumentó y demostró que “la muestra de internacionalismo más efectiva es entregarse al desarrollo del movimiento revolucionario en el propio país”. Así que ayudar más a Palestina requiere organizarse y luchar contra el Estado español, la UE y la OTAN que perpetúan la criminal ocupación sionista. Avanzando hacia la conquista de una República Popular que se oponga al imperialismo y otorgue una gran importancia a la solidaridad internacionalista entre pueblos.