Estados Unidos: Así expolia y masacra
Agenda
México 1800-1930
Las impunes anexiones de su territorio
-I de III-
A principios de 1800 los EEUU se anexionaron la Florida, aprovechando que el pueblo mexicano libraba una guerra de liberación contra los colonizadores españoles. La mayor parte de los indios nativos que se resistieron a la nueva conquista fueron aniquilados y los sobrevivientes confinados en reservas.
A comienzos de los años 20, la expansión estadounidense se propuso la anexión del territorio fronterizo de Texas. Se recurrió al método del caballo de Troya. México había permitido a colonos norteamericanos establecerse en esas tierras. Estos colonos, ante todo latifundistas esclavistas, poblaron a ritmo acelerado grandes áreas de tierra. Aunque la parte mexicana anuló esta ocupación, los colonos continuaron llegando un año y medio después, hasta ser más de 30.000. Tras la revocación de México, los Estados Unidos decidieron anexionarse Texas empleando al ejército y sublevando a los colonos. El ejército mexicano fue derrotado y Texas quedó separada de México. En 1845, el ya Estado esclavista de Texas pasó a formar parte de los Estados Unidos.
Continuando con sus planes de expansión, casi la mitad del ejército yanqui fue concentrado en la frontera de México; fuerzas de la Marina fueron llevadas al Golfo de México y a las costas californianas, al tiempo que nuevos colonos norteamericanos afluían a California y otras tierras mexicanas. En 1846, las tropas yanquis se estacionaron en la rivera del Río Grande. “Fuimos enviados a provocar la contienda, –en palabras de un general yanqui– pero era importante que comenzara México”, para que se le pudiera declarar agresor y presentar a los EEUU como víctima de los “indígenas mexicanos”. No obstante, las unidades norteamericanas sin declarar la guerra, penetraron en territorio mexicano y ocuparon un enorme territorio entre los ríos Nueces y Grande. Para el presidente de los EEUU “México ha violado la frontera de los Estados Unidos, ha invadido nuestro territorio y vertido sangre estadounidensesobre tierra estadounidense”. Mientras que el presidente del Congreso, ante la mentira evidente decía: “Yo sé que todas las naciones nos ven, al llevar a cabo esta guerra, actuando con espíritu de rapacidad, movidos por un desorbitado deseo de expansión territorial.” Los tratados fronterizos de paz y amistad, firmados por los EEUU y México eran papel mojado.
Meses después fueron los colonos norteamericanos de California los que se alzaron en armas tomando las ciudades de San Francisco y Los Ángeles proclamando a California “república independiente”, paso previo a la unión. Le siguió la ocupación de Nuevo México y su incorporación a los Estados Unidos.
En 1847, en la ciudad portuaria de Veracruz, se concentró una gran escuadra norteamericana de 150 buques de guerra y transporte, con 13.000 efectivos del ejército. La ciudad fue sometida a bombardeos durante tres días. Se prohibió salir de la ciudad a mujeres y niños, y los atacantes hicieron saber que nadie saldría vivo hasta que los habitantes depusieran las armas. “Por todas partes se ven charcos de sangre, huesos, y pedazos de carne de las infelices víctimas del fuego enemigo” –informaba el periódico El republicano– después de ser ocupada Veracruz.
La lucha popular no cesaba. Gracias a los esfuerzos de hombres sencillos, fueron creadas unidades de voluntarios. … /…
*Continúa el domingo 14 de enero…