Memoria histórica imprescindible:
-Fosas y más fosas.
Galicia: Otras 24 fosas. Cientos de represaliados asesinados.
En Galicia se localizaban hasta 2021, 461 fosas comunes con fusilados por el franquismo y sólo se había intervenido en 27 de ellas. Tras la reiniciación de trabajos tras el parón de la pandemia, han vuelto a ser localizadas nuevas o más cuerpos en las ya situadas.
Sólo en Ferrolterra se hayan las de Serantes, la gran fosa común de Ferrol: «Aquí hai 175 fusilados e paseados», la de Aranga, cuando en 2018 fueron dignificados 37 cuerpos de represaliados, o la de O Val.
-Exhumación en la fosa común del cementerio de Bañugues, Asturias.
El 2 de junio de 1938, cuando la guerra ya había finalizado en Asturias, 8 mujeres, Áurea, Balbina, Daría, María, Plácida, Rosaura, Rita y Secunda fueron arrojadas al mar Cantábrico desde el cabo Peñes, tras ser torturadas y violadas.
Sus cuerpos fueron hallados días después en la costa de Bañugues y los vecinos de la zona las enterraron en una fosa común del cementerio.
-Otro año más…
Un año más se extingue sin poder recuperar los restos de mi abuelo de la fosa común del cementerio de Las Palmas donde sigue enterrado como basura junto a 59 fusilados por el fascismo español.
Un año más en soledad tras la muerte de mis padres estafados por Cabildo y Ayuntamiento capitalino. Después de dejarnos tirados personas que estuvieron implicadas por intereses políticos.
Abandonados por todos: partidos de la izquierda y sindicatos que beben de la misma agua podrida de la versión oficial del brutal genocidio.
Esta foto se tomó por parte de la empresa arqueológica responsable y favorable a la excavación tras la cata realizada en la Navidad de 2018. Probablemente es una niña con una botella de identificación entre sus piernas habitual en muchas fosas del franquismo.
Todo fueron ruedas de prensa masivas a pie de fosa, mensajes políticos y técnicos a la sociedad de que era posible exhumar pero era una farsa, un cambalache con fines electorales.
Pero luego todo era mentira nos utilizaron a las familias vergonzosamente en este montaje. Otras Asociaciones de Memoria guardan en la actualidad el mismo silencio cómplice de cuando sacaban de sus casas a miles de personas para asesinarlos tras el golpe del 36.
La particular “Noche de los cristales rotos” canaria.
Se repite la historia echando más tierra y mentiras sobre el vertedero de huesos heroicos acribillados a balazos ocultando la verdad y pisoteando la justicia.
Ahí seguimos solos un año más sin apoyo pero con las mismas fuerzas y esperanzas del día del fusilamiento allá por el 37.
Nuestra fuerza radica en nuestros principios.
De: Francisco González Tejera
-Los cadáveres de las fosas comunes, los únicos cuerpos analizados sin presencia judicial.
Hasta la aprobación en 2022 de la Ley de Memoria Democrática, los fiscales tenían orden de oponerse a cualquier investigación en torno a los crímenes del franquismo. La judicatura también archivaba los casos, a pesar de tratarse de crímenes de lesa humanidad.
Los únicos cadáveres con signos de violencia que se podían encontrar y analizar en España sin presencia judicial eran aquellos enterrados en fosas comunes, aquellos cuerpos de personas víctimas del franquismo. En la gran mayoría de ocasiones, los arqueólogos se veían en la situación de tener que trabajar en escenarios de un crimen que la judicatura desechaba investigar. Que ni siquiera se iniciaran unas pesquisas alrededor de los sucesos echaba por tierra la posibilidad de que las exhumaciones se llevaran a cabo bajo la presencia de un juez o la policía judicial. ¿Por qué esta anomalía en la justicia española? ¿Sigue sucediendo?
Paco Etxeberría, médico especialista en medicina forense que ha participado en la exhumación de miles de personas tanto en España como en otros países del mundo, antes de comentar por qué no solía presentarse la policía judicial en las fosas, prefiere ir a la génesis de todo: “La cuestión está si en los juzgados se iniciaban diligencias de instrucción investigativa. La inmensa mayoría de los casos lo denegaban amparándose en que los delitos prescriben si ya habían pasado 20 años desde que se cometieron”.
En cambio, otras lecturas del derecho argumentan que se trata de delitos contra la humanidad, es decir, imprescriptibles y sujetos al derecho internacional, no al interno de un Estado en particular. Tomando como válido este análisis, también se superaba otro de los argumentos defendidos por la judicatura para no investigar los crímenes: sus perpetradores están amnistiados desde 1977.
*Orden de no intervenir a jueces y fiscales
Hay que remontarse a la resolución del Tribunal Supremo de 2012 mediante la cual quedaba claro que las fosas comunes en España eran un asunto que debía tramitarse de manera administrativa y no necesariamente judicial, ya que en el momento de cometerse los crímenes, estos no estaban penados por la ley. Dicha resolución vino motivada por el caso que sentó en el banquillo de los acusados al juez Baltasar Garzón tras su empeño en investigar los crímenes del franquismo. “A eso se le añadió un escrito de la Fiscalía General del Estado enviado a todos los fiscales de España que defendía actuar en la misma dirección, la no intervención”, añade Etxeberría.
La situación parece haber cambiado en los últimos tres años, comenta este médico forense: “Cada vez es más habitual que venga la policía judicial a las exhumaciones. Vienen, toman nota, instruyen un atestado y lo entregan en el juzgado. En los juzgados no llegaba muy lejos. Con base en la ley de Memoria Histórica de 2007, los jueces permitían continuar con la exhumación, pero ahí quedaba la cosa”…