Internacional:
Palestina
-Israel asesina a otro prisionero palestino en la prisión de Megido.
Abdul Rahman Al-Bahsh es el cuarto palestino asesinado en Megido después del 7 de octubre.
La Comisión para Asuntos de Prisioneros y ExPrisioneros y el Club de Prisioneros Palestinos denunciaron el asesinato en la prisión de Megido de Abdul Rahman Bassem Al-Bahsh, de 23 años, procedente de la gobernación de Nablus, en Cisjordania.
En una declaración conjunta publicada el 1 de enero de 2024, las partes responsabilizaron a la Administración Penitenciaria de «Israel» por el martirio del joven, detenido el 31 de mayo del 2022 y condenado a 35 meses de privación de libertad.
Megido es escenario de frecuentes crímenes horrendos y operaciones sistemáticas de tortura contra los palestinos, reiteró el comunicado.
De acuerdo con lo divulgado, después del 7 de octubre murieron allí tres presos antes de Al-Bahash.
La declaración demandó a todas las instituciones internacionales de derechos humanos, encabezadas por las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja, ejercer el papel requerido frente a estos delitos interminables y presionar por todos los medios al régimen sionista para detenerlos.
Para el Frente Popular para la Liberación de Palestina, el asesinato de Abdul Rahman Basem Al-Bahsh constituye una vergüenza para la comunidad internacional.
A pesar de los llamados nacionales y de los familiares de los prisioneros a la Cruz Roja, el organismo mantuvo una actitud cómplice por su silencio ante el asunto.
Conforme al comunicado de la facción palestina, el crimen de Al-Bahsh y la continua violencia contra los prisioneros y el pueblo palestino en Cisjordania y Gaza no pasarán sin respuesta.
El primer ministro Benjamín Netanyahu y el titular de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, lamentarán la perpetración de estos crímenes, enfatizó la declaración.
Por su parte, el Movimiento de Yihad Islámica destacó la importancia del archivo de los prisioneros para la causa nacional y denunció los métodos criminales de la ocupación contra los cautivos.
Con Bahsh, el número de mártires del movimiento prisionero palestino ascendió a 244 desde 1967 hasta nuestros días. Seis de ellos perdieron la vida después del pasado 7 de octubre con el inicio de la batalla Diluvio de Al-Aqsa.
-Israel vuelve a detener a la diputada Khalida Jarrar en un operativo contra el FPLP.
El Ejército israelí ha detenido a 55 dirigentes y miembros de esta formación de izquierda palestina desde la última semana del pasado año.
Entre los arrestados está la diputada Khalida Jarrar, referente de la organización y que ya fue encarcelada varias veces previamente por el ocupante israelí.
Jarrar es investigadora en el Instituto Muwatin de la Universidad Birzeit. Estaba previsto que realizara una ponencia el 27 de diciembre, sobre el encarcelamiento en tiempos de genocidio, la detuvieron el día 26.
Jarrar, una histórica líder política de izquierda del Frente Popular para la Liberación de Palestina, ha sido encarcelada en múltiples ocasiones por el régimen de ocupación. En 2015 su detención sin cargos ni juicio provocó fuertes protestas. Es una defensora de la liberación de los prisioneros políticos y fue atacada por sus declaraciones y su defensa de los prisioneros palestinos.
En 2019, el régimen de ocupación volvió a secuestrarla. Mientras estaba encarcelada, su hija Suha falleció trágicamente. Se le negó el derecho a ver el cuerpo de Suha y asistir a su funeral. Liberada de nuevo en 2021, durante ambos tiempos de encarcelamiento, estableció programas educativos independientes para enseñar a las niñas menores encarceladas la educación secundaria que se les negó, así como a las mujeres adultas reclusas, sus derechos en virtud del derecho internacional.
-Opinión: Fayez Badawi / militante palestino
Publicada en la revista El Otro País, n.º 108.
Palestina resistirá hasta el último pulso de sus venas.
Al estado sionista no le queda futuro, porque un mercenario que lucha por dinero carece de la fuerza de aquellos que luchan por su vida, por su tierra, por sus raíces y su cultura. Que luchan por su libertad.
A día de hoy, Gaza está sufriendo una masacre. Es el mayor campo de concentración que ha existido jamás en la historia de la humanidad, y las evidencias no hacen más que crecer día tras día. Sin embargo, y a pesar de todos los asesinatos a civiles y niños, los bombardeos de escuelas y hospitales y el bloqueo de los corredores humanitarios, Gaza no se convertirá en la tumba del pueblo palestino, sino en la tumba del sionismo y del imperialismo occidental.
El día 7 de octubre, cuando la resistencia palestina (la Resistencia en plural, no solo Hamas), lanzó un ataque contra el cerco que rodea Gaza en la operación conocida como la Inundación de Al-Aqsa, marcó un antes y un después en la historia de la lucha del pueblo palestino.
En una embestida heroica que ni una inmensa red de espionaje financiada con capitales occidentales fue capaz de revelar, militantes de la resistencia fueron capaces de hacerse con altos cargos del ejército israelí, entre ellos coroneles y generales, haciendo temblar por primera vez la fachada de un sistema de defensa israelí que sostenía ante el mundo la imagen de ser invencible.
A raíz de este ataque, por el que el pueblo palestino está pagando tan alto precio, el llamado Estado de Israel se tambalea. Porque contra una fuerza invasora que arranca los olivos y quema una tierra que pretende anexionarse por la fuerza, el pueblo palestino se defiende y lucha por su legítimo derecho histórico a la libertad, la independencia y la autodeterminación. Y, contra eso, la respuesta sionista es el claro intento de la aniquilación de un pueblo, lo que revela su fragilidad como estado. El llamado Estado de Israel un estado fabricado, formado por colonos que expulsaron a los legítimos habitantes de la tierra y fingen formar parte de una nación que carece de cohesión, de cultura y de raíces.