Memoria histórica imprescindible:
Fosas y más fosas:
-Dignidad y reparación para las víctimas del Barranco de Víznar, Granada, y sus familias.
Las primeras Jornadas de Memoria Histórica de Víznar entregaron los restos de 2 de las víctimas identificadas, asesinadas durante la represión fascista, a sus familiares; “llevan 87 años esperando esto, ha llegado la hora”.
El pueblo de Víznar en Granada es un lugar de memoria, hay muchos otros lugares relevantes en la geografía granadina que también fueron escenario de ejecuciones en la contienda que siguió al golpe de Estado de 1936, la Guerra Civil y la dictadura franquista; pero Víznar fue y es un lugar especialmente significativo. Sus carreteras y barrancos, y muchos de sus edificios, formaron parte de un protocolo asesino que terminó con la vida de muchas personas de forma muy violenta y cruel durante ese periodo. El trabajo realizado en Víznar por especialistas y sociedad civil desde hace años trata de reparar las infamias en forma de exhumaciones, información, relatos, visibilidad, homenaje, para devolver a este mundo lo que había sido negado, perseguido, reprimido, matado, enterrado.
En junio, se celebraron las primeras Jornadas de Memoria Histórica, ‘Víznar lugar de memoria’. Una programación que comienzó el 14 de junio, el Día de la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, para compartir toda esa información recogida en forma de exposiciones fotográficas, películas, conferencias, teatro, charlas, homenajes, mesa redonda. El domingo 16 de junio, el “Espacio Mujer y Memoria Histórica”, organizado por la asociación feminista Víznar, contó con un emotivo homenaje a las mujeres asesinadas acompañado por la voz de la artista granadina Carmencita Calavera; charlas de Silvia González, documentalista especializada en mujeres represaliadas por el franquismo y Antonina Rodrigo, escritora biógrafa especializada en historia de la República, la Guerra Civil y el Exilio; mujeres que saben desenterrar el pasado para construir futuro.
Incluyen una sesión de puertas abiertas a las excavaciones de las fosas y el laboratorio donde se examinan los restos de las personas ejecutadas. El sábado 22 de junio se realizó un acto de homenaje a las víctimas y la entrega de los restos de las víctimas identificadas a sus familiares en un acto de dignificación, según el equipo que lleva trabajando en la exhumación, “un acto donde, con alegría, los familiares reciban a sus seres queridos y les den el entierro que deben tener, y no que estén tirados en una cuneta, en una fosa, en un barranco o en la fosa común de un cementerio. Ese es el objetivo de nuestro trabajo, nos debemos a los familiares. Llevan 87 años esperando todo esto. Ha llegado la hora”, declara a El Salto Andalucía el arqueólogo Paco Carrión.
Una puerta abierta al trabajo del equipo multidisciplinar de la Universidad de Granada liderado por Paco que ha trabajado en 17 fosas, exhumando los restos de 124 personas, 34 de ellas mujeres, en un barranco donde creen que pueden encontrar más restos y llegar por lo menos hasta 200 víctimas de las cuales, hasta ahora, sólo se han identificado a dos, “estamos hablando de personas identificadas con un 100% de seguridad” comenta el especialista, “tenemos otro número importante que se está cotejando en este momento y es que aquí no se pueden cometer errores de ninguna naturaleza. El proceso es complicado, hay que hacer muchos cotejos y hay que tener en cuenta que no tenemos tantos familiares de línea directa de primera generación para comparar ADN”.
La cuarta campaña de este equipo, y la más reciente, acaba de devolver a la superficie a 31 personas más encontradas en las tres fosas excavadas que escondían un estremecedor hallazgo. En la fosa número 2 hallaron los restos de 15 personas entre las que se encontraba un niño, que tenía entre 11 y 14 años y según Carrión, contaba “como único armamento: un lápiz de colores y una goma de borrar y murió por el impacto de dos disparos en la nuca, con dos orificios de entrada y uno solo de salida, quedando una de las balas albergadas en el interior del cráneo”.
En la última fosa número tres encontraron a 10 personas con las manos atadas a la espalda, “algo que nos hace suponer que cuando fueron o estaban detenidos opusieron resistencia y vinieron hasta Víznar atados; y así los mataron por la espalda, estamos presenciando conductas asesinas que van más allá de lo puramente humano y racional”.
“Los asesinatos aquí se hacían por parte bien de la Guardia de Asalto, bien de la Guardia Civil y sobre todo de las Escuadras Negras. Se les dejaba tirados donde morían y a las horas o al día siguiente los masones que estaban en la Colonia de Víznar eran los encargados de enterrarles”.
–https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/dignidad-reparacion-victimas-barranco-viznar-granada
Bebés robados:
– ‘Alumbramiento’, una película que recupera la tragedia de los bebés robados en España.
Pau Teixidor vuelve a este oscuro episodio de nuestra historia reciente desde la experiencia de una joven en los años ochenta trasladada por su madre a un reformatorio de adolescentes embarazadas.
En España, entre 1940 y 1990 fueron robados alrededor de 300.000 bebés. Así lo certificó por primera vez la justicia en 2018, mucho después de que sucedieran los delitos, en su inmensa mayoría ya prescritos. La iglesia católica fue la cómplice perfecta de los franquistas en el robo de niños durante la dictadura y luego algunos de sus miembros, confabulados con médicos y trabajadores de ciertos hospitales, continuaron con ello.
El director y guionista Pau Teixidor se puso en contacto con decenas de mujeres a las que les arrebataron sus hijos, y de sus testimonios nació Alumbramiento. Es una película que narra este episodio trágico, dolorosísimo, de la historia reciente de España, a través de la experiencia de una joven, Lucía, a quien su madre lleva a un reformatorio para adolescentes embarazadas hasta que nazca el bebé. La acción sucede en plena Transición. España, que comenzaba a abrirse al mundo y a modernizarse, abandonaba a estas mujeres.
Como en esta ficción, miles de jóvenes fueron trasladadas a la casa de Peñagrande, en el barrio del Pilar de Madrid. Aquel era uno de los muchos centros tutelados por el Patronato de Protección a la Mujer, que había creado en 1941 Carmen Polo para «dignificar la moral de la mujer». Algunos de los niños que allí nacieron fueron robados y vendidos por las monjas que regían el lugar.
-Todos los personajes están inspirados en mujeres reales que le han contado estas historias.
Sí. El proceso de documentación más importante que hubo para la película fue cuando yo empecé a dar con las mujeres, con testimonios reales, mujeres reales que pasaron tanto por Peñagrande, por un lado, como mujeres que consideran que les habían robado a sus hijos. Esas entrevistas, entre 50 y 60, esos relatos en primera persona fueron los que terminaron dándome el material de base, sobre todo el material emocional más importante para luego empezar a construir el guión.
-¿Cómo habla esta historia de los años ochenta a la España de hoy?
Mientras escribíamos el guion, nos ocurrió que nos empezamos a dar cuenta de que gran parte de los temas que estaban presentes en la película se vinculaban con el día de hoy. Estábamos escribiendo la escena de cuando va a abortar una de las chicas y ese mismo día abríamos el periódico y en portada había una noticia sobre la ley del aborto. Los tipos de violencia contra la mujer que están presentes en la película son extrapolables a hoy.
El tema del robo de bebés mantiene puntos de contacto con la gestación subrogada. Este es el motivo de abordar el cine histórico. Cuando veo una película de época me preguntó cómo me interpela a mí como espectador a día de hoy ese pasado. ¿Para qué hacemos cine histórico si no es para reflexionar sobre nuestro presente?…
–https://www.publico.es/culturas/alumbramiento-pelicula-recupera-tragedia-bebes-robados-espana.html