Villanubla-Valladolid, OCtubre 2010
¿Cómo te sigue tratando la muy puñetera de la Señora Vida? Del curro, oye, casi mejor que no te pregunto, ¿no? Habrá que ir pensando dedicarse a lo de paragüero que con la que diluvia falta va a hacer tener más de un paraguas a mano. Mecachis en la mar salá, en la dulce y hasta en la de sin gas, que pensaba yo ya salir jubilado y gozar de una vejez plácida y tranquila y voy a tener que salir currando hasta en el mismo infierno y por toda la eternidad. Lo que más me jode, chaval, es la subida sin fin del tabaco, que no hay línea de resistencia que le pueda hacer frente ni bolsillo que lo aguante.
Como ves, esta vez he sido yo quien se ha retrasado en contestarte. A la irresistible atracción fatal a la vagancia, se le ha sumado otro pequeño baile con la puñetera diabetes, con salidas al hospital y toda la parafernalia. Un simple catarro me volvió a disparar el azúcar por encima de los 500 y por más de dos meses me han tenido en dique seco, literalmente invernando, durmiendo como un lirón y sin energías ni para amarme a mí mismo. Me estoy volviendo tan dulce que hasta empalago. Según me cuenta el especialista, más me vale ir acostumbrándome porque, a lo que se ve, cualquier tipo de infección como un simple catarro me puede disparar el azúcar. Así que he pasado de un chute de insulina al día a cinco, pero bueno, ya empiezo a volver a la normalidad.
Menos mal que el panorama y la panorámica están ciertamente divertidas. Con el fin del mundo y los chiquicientos jinetes de la apocalipsis asomando por la esquina, con la recesión y el socavón económico que no se lo salta un clan entero de gitanos, con el paraíso capitalista en venta al peso y por 2 € devaluados al gran Lucifer y con pensionistas, funcionarios y curritos de a pie y a caballo sometidos a la operación biquini en verano y primavera, en otoño y en invierno, ¡cómo aburrirse! La Virgen, tú, ¡y yo aquí metido y sin poder dar la espantada y salir por piernas!
Tal como yo lo percibo, todo parece indicar que la extraordinaria agravación de la crisis general y crónica del capitalismo, acentuada por la devastadora recesión económica, está haciendo pasar el enfrentamiento imperialista por un nuevo reparto del mundo desde la periferia (Oriente Próximo, Afganistán, etc.) al mismo corazón de Europa. De ser así, supondría el inicio de una nueva fase en el despliegue de la III Guerra Mundial.
Así que la oligarquía española tendrá que agenciarse una que muy buena patera ante el Diluvio, más que universal cósmico, que se le viene encima. Por lo pronto se les acabó el chollo de mantener la alianza estratégica con los yanquis y, a la vez, querer meter también la cuchara en el plató alemán. Esta nueva fase va a exigir un alineamiento inequívoco con un bloque imperialista u otro, asumiendo, naturalmente, todas las consecuencias que de ahí se van a derivar. No deja de ser curioso que después de las maniobras en la oscuridad para echar al Aznarín y tomar oxígeno, sólo 6 años después, el Zapatitos les vuelva a colocar al borde del mismo precipicio.
Desde luego, a la oligarquía española se le debe encoger su corazoncito ante la posibilidad de que la Unión Europea salte por los aires y se enfrente al riesgo de que esa riada se la lleve por delante. Precisamente es la Europa que se viene inclinando hacia los yanquis (Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia) la que peor parada va a salir, pudiendo incluso quedarse fuera del euro, que cuando la tormenta arrecia, lo primero que se tira por la borda es el lastre.
Y la posición alemana en esta crisis, primero con Grecia y después con España, deja claro cómo se las van a gastar con los socios que les pongan los cuernos. No obstante la madre del cordero está en que, en esta disputa por los suculentos mercados, las potencias imperialistas de 2ª fila, de medio palo, como España, lo más probable es que acaben fragmentadas en mil y un cachitos para un mejor reparto de sus restos entre un bloque imperialista y el otro.
Por aquí es por donde les aprieta el zapato a las huestes de los GALosos y a sus cofrades los peperos. Bien saben que en una perspectiva sí no se puede descartar, ni muchísimo menos, que las burguesías catalana, vasca e incluso canaria, acaben optando a la desesperada por la independencia para no ser arrastrados por el Estado español a la total ruina y bancarrota económica. Algo que les sumiría en una crisis y un incendio revolucionario devastador.
Precisamente, a esta ola es a la que se ha apuntado el MLNV, que se ve reforzada, además, por la victoria de los independentistas flamencos, que le ponen fecha de caducidad al Estado belga. Evidentemente, nosotros apoyaríamos cualquier proceso de independencia que se de en el Estado español, al margen de quien lo encabece y lo dirija.
A mi juicio, el problema no reside ahí. Desde una perspectiva de clase, el problema reside en que esa alianza del MLNV con la mediana e incluso gran burguesía vasca en pos de la independencia, en contrapartida le exige subordinar el movimiento popular a un marco enteramente burgués, la renuncia a la Línea de Resistencia que es bastante más que la lucha armada, la hipoteca de su independencia política y comulgar con las ruedas de molino de la democracia.
Desde el punto de vista de las posiciones revolucionarias consecuentes, de imponerse esta línea, se puede afirmar que lisa y llanamente deserta del campo revolucionario o se dispone a claudicar bajo la férula de “paz por presos” y la limosna de la legalización de Batasuna que, además, tendrá que pasar por el aro de la Ley de Partidos, de la que no van a suprimir ni una coma.
El problema es que la cuestión clave como es la naturaleza fascista del Régimen y la falta absoluta de libertades políticas tampoco va a ser modificada ni en los detalles. Es decir, el terrorismo de Estado, tanto el institucional como el de las cloacas, no sólo va a ser “desarmado” sino que se va a extender y profundizar al calor del agravamiento de la crisis económica, social y política.
Vamos, que los vientos no soplan a favor de la apertura de ningún proceso democrático-pacífico o pacificado y menos aún cuando de antemano se renuncia a la lucha; no soplan a favor de poder desarrollar tu programa y línea política sin necesidad de recurrir a la violencia revolucionaria, incluida la de las masas. En tanto en cuanto el Estado mantenga inalterable su política terrorista, esta línea que propugna el MLNV sólo puede abocar al movimiento a un callejón sin salida.
Los vientos que soplan son los del imperialismo, son los del agravamiento y recrudecimiento de sus luchas por las fuentes de materias primas y por un nuevo reparto del mundo, son los del aumento elevado a la enésima potencia de la explotación y la opresión del proletariado y las masas de sus propias metrópolis. Algo que, como se comprenderá, sólo podrán imponer con la represión más desenfrenada, con más y más fascismo, con más y más criminalización, con más y más militarización de la vida económica, social y política.
Evidentemente, de esto no se desprende que no se le pueda hacer frente al Estado, que no se le pueda hacer retroceder y se le pueda forzar a realizar concesiones políticas al movimiento. Pero no será reagrupando fuerzas con la burguesía y vendiéndoles los derechos de primogenitura por un mísero plato de lentejas, sino reagrupando las fuerzas del campo popular y propugnando un frente anticapitalista, antifascista y antiimperialista que, bajo la dirección política del proletariado, impulse con la lucha más resuelta un programa democrático que exija la recuperación de las libertades políticas y de los derechos sociales y laborales arrebatados, el reconocimiento del Derecho de Autodeterminación, la Amnistía, etc. Un Frente que, como se comprenderá, no sólo excluye a la burguesía sino también a sus agentes en el seno del movimiento, es decir, a los oportunistas y reformistas de todo tipo y pelaje.
Por otra parte, si bien es cierto que ni el movimiento obrero ni su vanguardia van al rebufo o dependen de las vacilaciones o inconsecuencias de la pequeña burguesía, no menos cierto es que esta deriva del MLNV, de confirmarse, va a influir sobre nuestro movimiento porque, entre otras cosas, al menos en lo inmediato, va a provocar un corrimiento de tierras en la ya de por sí desfavorable correlación de fuerzas, debilitando al conjunto del Movimiento de Resistencia, va a envalentonar a la oligarquía y va a crear peores condiciones para el desarrollo de la lucha revolucionaria, amén de esparcir todo tipo de ilusiones reformistas y pacifistas.
No obstante, el horizonte no se presenta tan negro como puede aparentar. Aún confirmándose esta deriva del MLNV, a medio plazo, al igual que está ocurriendo en Irlanda del Norte, en su seno se producirá un proceso de polarización y el sector revolucionario buscará la vía de reemprender la lucha. A este sector tendremos que prestarle todo el apoyo político, ideológico y moral que podamos y que esté en nuestras manos. Desenmascarar el verdadero fondo político de esta línea de claudicación, mostrar el atolladero al que conduce y cuál es la puerta de salida al mismo, junto con la defensa firme e intransigente de la línea de resistencia y los principios revolucionarios, pueden ir sentando las bases para una futura colaboración y confluencia.
Tampoco conviene perder de vista que la crisis económica, social y política en que naufraga el Régimen, así como el problema de la ordenación territorial del Estado y la incidencia del factor internacional, van a provocar seísmos de consecuencias impredecibles, lo que obrará a favor de una creciente radicalización y una rápida elevación del nivel de conciencia política del movimiento obrero y popular. ¿Cómo era aquello del Ave Fénix que resurgió de sus cenizas o aquello otro de paso corto y mirada larga? Pues eso.
Por lo demás, nada nuevo bajo el cielo, o sea, que tranquilidad y buenos alimentos con el pertinente permiso de la autoridad que sigue tocándonos las neuronas con políticas cada vez más restrictivas y provocadoras como lo del cacheo denigrante a los familiares. A este respecto, algún que otro camarada me ha comentado que podríamos sumarnos a las luchas que vienen desarrollando los presos del MLNV. Personalmente estoy de acuerdo en que las reivindicaciones son comunes y por ahí no veo problema, pero tengo un pero. El pero de que estas luchas están íntimamente conectadas a la nueva deriva del MLNV, lo que a mí juicio haría conveniente explicar previamente nuestra posición al respecto dado que mucha gente podría interpretar que, dada nuestra debilidad, nos sumemos para ver si en la rifa cuando menos nos toca la pedrea.
Pues esto va a ser todo por hoy chavalote, que no es poco. Un abrazote. ¡Nos vemos! ¡Salud!