19/3/2017
“…Otro leonés que mencionas, de lamentable recuerdo, es el tal Victorino Alonso, un fulano de la peor catadura que ha levantado una fortuna sobre el padecimiento y la sangre, vertida a mares, de los trabajadores. Representa, por tradición familiar, el paradigma del empresario minero, y puede ser también considerado, además, como el modelo prototípico del “emprendedor” español, caracterizado por su estilo mafioso y la permanente colusión con el poder político puesto a su servicio.
Hablamos de la codicia más sucia y criminal, amparada por los mecanismos del Estado terrorista.
Qué envidia, yo hace por lo menos seis años que no veo a mi madre, y debido a la canallesca política de dispersión de los presos antifascistas, no espero poder volver a hacerlo en lo que nos resta de vida a ambos. Mi madre no está ya para trotes, se encuentra muy disminuida a causa de la edad, y los problemas de salud, por lo que no os habrá podido prodigar la hospitalidad que en ella era habitual. Lo suyo es que pudiera haber estado yo allí para dispensárosla como bien merecéis, con visita incluida a la Catedral (nunca hubo un ateo que la frecuentase tanto), antes del obligado recorrido por las numerosas capillas del vino y el tapeo que componen el “Barrio húmedo”. Por mucho que haya cambiado la zona en los 17 años que llevo fuera de la ciudad como consecuencia de mi estancia sucesiva en la clandestinidad y la cárcel, estoy seguro que todavía me acuerdo de su geografía esencial. Y tras estimular debidamente el apetito y la producción de manera permanente durante toda mi vida. Que llega hasta hoy mismo. Porque este es precisamente otro rasgo que la honra, su comprensión de que apoyar a su hijo también supone, antes que nada, sostener a un preso político comunista que se encuentra encuadrado, para orgullo de ambos, en una amplia tradición de lucha y resistencia.
Y así, a caballo de estas nostalgias, he llegado al final de la carta. Aunque ya lo apuntó la espléndida actriz francesa Simone Signoret en el título de sus memorias: “La nostalgia ya no es lo que era”
Mi madre , por cierto, es responsable en buena medida de mi cinefilia. No acabaría…pero acabo.
Te abrazo fuerte.