Cartel «La solidaridad traspasa los muros». |
LA LUCHA TRASPASA LOS MUROS
Varios presos en diferentes cárceles del estado español se han puesto en lucha en los últimos meses. Están realizando ayunos, huelgas de patio y silencio en solidaridad con grupos e individualidades como Nais contra a impunidade o 3 jóvenes de Lleida, represaliadas por dar apoyo a presas y presos. También para visibilizar la cruda situación carcelaria y poner en marcha las herramientas de autodefensa que están a nuestro alcance. Se ha lanzado una propuesta de lucha para el debate dentro y fuera de las prisiones, con una tabla reivindicaciones abierta a aportaciones y sugerencias.
Estos puntos son objetivos para alcanzar a corto-medio plazo, a largo plazo luchamos por la destrucción de las cárceles y del poder punitivo del estado.
1. Erradicación de las torturas.
2. Abolición de los FIES, del “régimen especial” de castigo y de los departamentos de aislamiento.
3. Fin de la dispersión.
4. Exigimos que los servicios médicos no estén adscritos a Instituciones Penitenciarias para evitar la complicidad corporativista entre médicxs y carcelerxs.
5. Aplicación inmediata de los artículos 104.4 y 196 RP a todos lxs enfermxs crónicxs.
6. Que lxs enfermxs mentales no estén en cárceles y menos en régimen cerrado o aislamiento.
7. Que los “programas” con metadona y fármacos psiquiátricos vayan acompañados de grupos de apoyo y terapeutas independientes de Instituciones penitencias, porque fomentan la pasividad y la dependencia al estado y a estas drogas.
8. Esclarecimiento y delimitación de responsabilidades por lxs compañerxs asesinadxs en las cárceles del Estado español desde el principio de lo que llaman “democracia” hasta el día de hoy.
9. Que se abran las aulas, talleres, gimnasios, etc. Accesos formativos y culturales a lxs presxs que tachan de irrecuperables.
10. Que nos se utilicen los “módulos de respeto” para chantajear con supuestos beneficios penitenciarios a cambio de degradar moralmente a lxs presxs.
11. Cese de los cacheos integrales a familias y visitas, de los rayos X a lxs presxs y que se pueda comunicar por cualquier vía sin ninguna limitación ni requisito burocrático.
12. Que no se criminalice la solidaridad. Lxs presxs y los grupos de apoyo a presxs somos unx. Si los tocáis a ellxs nos tocáis a nosotrxs.
LA LUCHA NOS HACE LIBRES
Dibujo. (de un puño agarrado a las rejas, sale fuego) «Solidaridad revolucionaria». |
Texto de la octavilla
El olvido social, la falta de conciencia y desinterés generalizado por los asuntos carcelarios equivale al beneplácito de la arbitrariedad, la prepotencia y la vulneración de sus propias leyes por la administración carcelaria, apoyada pasivamente por los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria, informados exhaustivamente de lo que pasa en las cárceles, pero incapaces de ejercer su función legal de “tutela judicial efectiva” de los derechos de lxs presxs. Propiciando una situación en la que las personas presas nos vemos sistemáticamente sometidas a abusos de poder, agresiones, torturas físicas y psíquicas continuadas y a unas condiciones de existencia inhumanas y degradantes en multitud de aspectos: abandono médico-sanitario, explotación laboral, indefensión jurídica, discriminación cultural, inexistente libertad de expresión, etc. Los gobernantes de derecha, izquierda y centro se hacen los ignorantes ante las anomalías, deficiencias, desequilibrios y torturas de la “Institución Penitenciaria” y sólo se dedican a endurecer las leyes buscando el ignorante aplauso social, utilizando a su antojo los medios de comunicación (o manipulación de masas), engañando a la sociedad, pretendiendo vender a sus conciudadanos un estado de derecho SIN DERECHOS.
Mientras se supone que se nos tiene presos por haber incumplido la ley, quienes deberían teóricamente defenderla se ríen de ella en todo lo que a nuestros derechos se refiere, vulnerándolos sistemática y rutinariamente y castigando a lxs presxs que intentan denunciarlo. Para empezar, no exigimos más que eso, que se nos cumplan nuestros derechos en lugar de solamente exigirnos nuestras obligaciones. Tenemos derecho a mostrarnos en desacuerdo con sus procedimientos. Si un preso golpea a un funcionario es castigado, se le sanciona administrativamente y se le abre un sumario por el que se incrementa su condena. Ahora bien, si una manada de carceleros viene a enseñarle “lo que vale un peine” (siempre cuidándose de que no les graben las cámaras, claro), el preso será golpeado impunemente con abuso de superioridad numérica, sometido a sanción disciplinaria según el reglamento carcelario y castigado con sumarios y condenas por jueces que no atienden más que al principio de “presunción de veracidad del agente de la autoridad en el ejercicio de sus funciones”. ¿Esto es justicia?
Tenemos claro que hay dos formas de cumplir condena. La más generalizada, por desgracia, es la sumisión y acomodamiento a la institución carcelaria y la colaboración con ella, en espera de recompensas que no son más que la otra cara del miedo a las torturas o al alejamiento geográfico de los familiares, lo que lleva a muchos a la traición, a través del famoso “divide y vencerás”. La otra forma de cumplir la condena es el posicionamiento, el enfrentamiento y la lucha activa contra la injusticia, la degradación y la impunidad carcelaria. Lo que hacemos en este texto es una propuesta en ese sentido, dirigida en primer lugar a todas las personas presas que estén de acuerdo con nosotros en que el único camino que nos queda para defender nuestra dignidad es luchar unidos por nuestros derechos, ya que las leyes teóricamente nos los reconocen sólo se cumplen para castigarnos.
Nos remitimos a la experiencia de organizaciones de autodefensa de las personas presas como COPEL, APRE y otras que no adoptaron ninguna sigla. A semejanza de las primeras, nosotros también queríamos proponer unas siglas (ASPRELA: Asociación de Presos En Lucha Activa), pero hemos decidido retirar ese detalle, porque pensamos que adoptar o no un nombre común debe de ser decisión de todxs lxs participantes. La cuestión queda abierta a la discusión. Sí que proponemos, como en aquellos intentos memorables, una tabla reivindicativa donde denunciemos las situaciones que en mayor medida atenta contra nuestra dignidad y nuestra vida y nos fijemos unos objetivos a alcanzar a corto y medio plazo, pues a largo plazo luchamos por la abolición de las cárceles y del poder punitivo del Estado. Esperamos que propongáis todas las modificaciones y añadiduras que estiméis convenientes. Igualmente proponemos para empezar una táctica, un procedimiento de lucha común, en principio simbólico, para mostrar que estamos ahí y saber quiénes somos. También es necesaria la discusión sobre este punto: ¿qué medios de lucha os parecerían más convenientes para dar a conocer y hacer que se escuchen nuestras demandas? A continuación, una lista abierta de las reivindicaciones que se nos ocurren. Esperamos vuestras sugerencias para completarla.
Proponemos que para sustentar al principio estas reivindicaciones y darlas a conocer dentro y fuera de las cárceles, vayamos haciendo ayunos mensuales, los primeros días de mes, por ejemplo. Quien vaya a hacer ayuno, que lo comunique con antelación a los grupos de apoyo de la calle, razonando sus motivos personales lo mismo que los colectivos y, si así lo estima, conveniente, a la dirección de la cárcel y quizá a otras instituciones, como el congreso de los diputados, “defensor del pueblo”, juzgados de vigilancia, etc.
Proponemos también que no se deje de denunciar judicialmente ningún abuso que podamos sufrir o tengamos noticia que se infiere a algunx compañerx. No es que tengamos ninguna confianza en el “poder judicial” del Estado, pero así ponemos de manifiesto en mayor medida su hipocresía y mala fe y podemos forzar la máquina burocrática, lo cual puede ser un medio de presión tan bueno como cualquier otro. Necesitaremos todo el apoyo jurídico que se nos pueda prestar desde la calle, pero también podemos capacitarnos nosotros en el uso de los mecanismos legales para obtenerlo, como la justicia gratuita o los Servicios de Orientación Jurídica Penitenciaria. Aunque no confiemos demasiado tampoco en ellos, poniéndolos en marcha impediremos que se anquilosen y pondremos en evidencia sus contradicciones. Denunciar todo lo denunciable también públicamente para que sea difundido en los medios afines.
Todo lo anterior no es más que una propuesta, un borrador para ser discutido entre todxs lxs compañerxs presxs que quieran participar, salvo colaboradores, chivatos, violadores, fascistas, maltratadores y pederastas. Esperamos vuestras aportaciones y sugerencias que intentaremos integrar en un manifiesto colectivo que esperamos sea asumido por la mayor cantidad posible de compañerxs. Mientras tanto, como una señal de que estamos dispuestxs a participar en la lucha común, todo el mundo podría empezar con los ayunos mensuales, al mismo tiempo que se pone en marcha la discusión.
Poster de «Marcos mMrtín Ponce. Preso antifascista de los GRAPO». |
Cumpleaños presos políticos en julio:
Marcos Martín Ponce, el sábado 8 cumple 46 años de edad. Lleva 15 años preso.